He aprendido a caer tan bien que todos piensan que sé volar.

La vida, ha sido la encargada de hacerme "caer" una y otra vez sin parecer importarle pero, con el tiempo aprendí qué, era una forma de enseñarme a levantarme una y otra vez con cada golpe que me daba. Comprendí, que no importaba lo que hiciese que acabaría saliendo mal y volvería a caer teniendo que hacer de mi vida cada mañana un nuevo comienzo.Mi desesperación por conseguirlo todo y ser “feliz” fue, uno de los principales errores que cometí en mi vida creyendo qué, el camino sería fácil y donde "inocentemente" creía que haciendo el bien recibiría lo mismo(que equivocado estaba).

La vida, me rechazó en infinidad de ocasiones por mi hipocresía constante y por interponer mis sentimientos por encima de todo; era algo como, cuando sientes que estás haciendo algo malo o  haces daño a alguien pero, de igual forma lo haces así me sentía. Me hice “amigo” de mi propia soledad en busca de respuestas ante todo aquello que me ocurría y qué, en mi mente creía que era una simple mala racha pero, que en realidad esa "mala racha" llevaba el nombre de “karma” por todo lo que había hecho a lo largo de mi vida.

Con el paso del tiempo, entendí que yo era el principal causante de todo lo que me ocurría en mi vida ya qué, en la vida no se trata solo de lo que le hagas a los demás sino, de como te afecta todo lo que las personas te hacen a ti. Muchos de mis mayores logros y aprendizajes de vida, me los dio el amor sí, ese mundo extenso de sentimientos que pueden llegar a ser, de los más intensos que puedas imaginarte hasta los más "fríos" pero que de igual forma, aprendemos de ello.

Aprendí, del amor porque sinceramente, es el que más nos afecta y nos hará daño durante el resto de nuestra vida. Comenzando como comenzamos todos(al menos en mi opinión) donde, por el más mínimo detalle nos enamoramos y perdemos la cabeza y la vida por esa persona. donde, nuestro tiempo lo "domina" la otra persona y tristemente, creemos que eso nos hace feliz. Creer ser feliz con alguien que nos manipula, es como creer que el dolor es temporal cuando sabemos que en realidad sufriremos de por vida sea por el motivo que sea.

El amor, fue el principal motivo de mis decepciones y de mis alegrías que en ocasiones me mostraba la muestra de cariño y amor que necesitaba y en otras, me lo quitaba por completo y solo sentía como poco a poco en mi interior me iba deteriorando. La apariencia calla lo que los sentimientos ocultan en nuestro interior.

Me sorprendo, cada vez que me preguntan como lo hago para poder vivir mi vida y seguir adelante y en realidad, de eso se trata de como te afecten las cosas para poder seguir con nuestras vidas. ¿Mi consejo? Persigue tus sueños y supera todos y cada uno de los desafíos que te imponga la vida. No tengas miedo al fracaso cuando sabes qué, has pasado por desilusiones amorosas tan "terribles"  que hasta te atemoriza recordar y pese a ello, has conseguido seguir adelante. Actúa, como te sientas en todo momento y no dejes que nunca; ni tu mente ni tu corazón estén en "desacuerdo" y en caso de que se diese el caso, deja de hacer eso que te causa esas dudas y comienza de nuevo.

La vida, se trata de un nuevo comienzo cada día, no necesitas "morir" para comenzar una nueva vida, ni tampoco te sentirás "vivo" por repetir cada día la misma rutina una y otra vez. Debes sentirte vivo de la manera que cada mañana, cuando despiertes tengas un nuevo propósito que cumplir, donde cada cosa que te ocurra solo sirva de almacenamiento en tu mente y te sirva de aprendizaje, y donde sin darnos cuenta, todo lo "malo" que nos ocurre en la vida ,pasa por algo. En ocasiones, sin motivo alguno pero, siempre con el mismo objetivo: “enseñarnos a ser una mejor versión de nosotros mismos”.

Creedme, no hay mayor "fortuna" en el mundo que vivir una vida donde todos los días aprendamos algo nuevo y tengamos algo en lo que mejorar. Si tu vida se ha convertido en una eterna rutina donde siempre haces lo mismo y crees que la vida no tiene nada más que enseñarte, probablemente la culpa sea tuya de que tengas el tipo de vida que tienes.

Aprendí, a caerme tantas veces que me acostumbré, no porque me gustase equivocarme y cometer los mismos errores sino, para aprender un poco más de ellos y levantarme con más ganas de no equivocarme de nuevo. Cuando aprendes a “volar” de tanto caerte y de tanto sufrir en la vida, todo pasa a un segundo plano. Observas a tu alrededor como el "odio" y la "negatividad" de las personas, puede sentirse en el aire pero, que a ti no te afecta. Comienzas a ver y a entender la "belleza" de la lluvia donde el resto de personas solo lo ven como una desgracia, ya que no pueden hacer los planes que tenían. Comienzas a entender, la verdadera importancia de mostrar tu apoyo a esas personas que más lo necesitan dándoles, un simple abrazo o cualquier muestra de afecto. Tú ya vives en otro "nivel" donde, por encima de los problemas estás tú para resolverlos, donde, después de cada lágrima sabes que viene una sonrisa y donde los “te quiero” con el paso del tiempo, pueden convertirse en: “te odio” pero sin embargo, deja de importarte ya qué, has encontrado la felicidad plena contigo mismo y eso no es negociable.

Llega ese momento donde, te sientes feliz ayudando a los demás pero sin dar consejos de vida ¿el motivo? simple, no se trata de "imponer" a las personas lo que deben hacer en sus vidas para vivir una vida mejor sino, de aconsejarles dándoles las herramientas adecuadas que deben usar en su día a día para que su vida cambie. A muy pocas personas les gusta que le digan lo que tienen o no que hacer pero, te aseguro que a todo el mundo le gusta qué, les aconsejemos lo que deberían hacer para lograrlo.No depende de tu ayuda sino, de que se ayuden a sí mismos para poder ser mejor personas.

Para encontrar el "equilibrio" de nuestras vidas, es necesario caernos una y otra vez sin perder la esperanza ni las ganas de conseguirlo.

No apliques excusas a tú vida, la vida no lo entenderá, el simple hecho de estar “vivos” es el principal motivo para volver a intentarlo una y otra vez.

Logros a base de decepciones construyen a los mejores corazones.

Muéstrale a la vida tú mejor versión de ti, quizás te sorprenda.

Josep Ramos.