Hay heridas incurables, y terriblemente dolorosas, que no huelen a sangre sino a recuerdos.

Existen heridas en nuestras vidas qué, ni el tiempo cura porque esas heridas, viven en nuestra mente, formando parte de nuestros recuerdos y qué, en cualquier momento volveremos a sentir ese dolor  de manera repentina y en la mayoría de veces, sin motivo alguno.

Cuanto dolor calla nuestra alma, y debe procesar nuestra mente para evitar  el dolor de nuestro corazón, cuantos momentos de dolor hemos vivido en nuestras vidas que hasta en ocasiones, ni creemos como ha sido posible seguir “vivos” pese a haber sufrido tanto.En mi opinión, todos sin excepción estamos programados para acostumbrarnos al dolor, no importa cuántas veces te rompan el corazón al final, sin fuerzas y hasta a veces, sin ganas de "vivir", logramos seguir adelante. No te acostumbres a la felicidad de esos momentos "especiales" ni tampoco, al dolor de cada "desilusión" forma parte de tú vida y te guste o no, te acompañará el resto de ella tanto lo bueno como lo malo.

Cada persona tiene su propia historia, de momentos buenos e inolvidables pero también de momentos malos. momentos de oscuridad donde la luz era inexistente, donde nada ni nadie te ayudaba cuando más lo necesitabas y donde, solo nosotros mismos entendíamos nuestro dolor ante todo eso que nos hacía sufrir y  donde,nuestro "psicólogo" en esos momentos tan duros era, mirar a la luna cada noche esperando, obtener una respuesta a todos los problemas que nos estaban ocurriendo a lo largo de nuestra vida.

Dicen, que dos de las muertes más dolorosas es: “morir ahogado” o “quemarnos vivos”, sinceramente, he vivido situaciones en las que me he sentido ahogado en vida. buscando la salida a todos los problemas y luchando cada día con el dolor causado por otras personas y en ocasiones, el que  yo mismo me ocasionaba, por no quererme lo suficiente. Sí, te entiendo cuando te cuestionas el sentido de la vida si tarde o temprano vamos a morirnos pero, permíteme decirte qué, no malgastes tú tiempo en algo que es inevitable y preocúpate, por vivir tú vida. esa única oportunidad que tenemos en este mundo y qué, en ocasiones jugamos a “la ruleta rusa” con ella.

El dolor que sentimos cuando algo nos ocurre, ya sea ese daño que nos hace alguien y que "tragamos"por miedo y sufrimos en silencio es: “indescriptible” personalmente, no puedes ponerte en el lugar de la otra persona si no has vivido su situación. no trates de calmar su "dolor" con palabras bonitas cuando, le  han clavado: "una daga en el corazón". La definición de la palabra: “dolor” no debería tener significado ya qué, en ocasiones la vida nos hace vivir situaciones tan extremas y dolorosas qué, podemos llegar a sentir como si nos "quemásemos vivos"(algo que no hemos experimentado pero, que sentimos el mismo dolor).

Me pregunto cada día, el porqué de que "el amor" sea el principal motivo de nuestro dolor en nuestras vidas. Con el paso del tiempo lo entendí, nos hemos convertido en un mundo de personas dañadas y donde reina el dolor, y qué, nos hemos convertido en personas con odio y sin alma en el corazón. Quizás no te sientas así, y aún seas de esas personas que saben mostrar sus sentimientos con libertad y sin miedo al daño o a equivocarse pero, recuerda:  el “amor” ya no tiene el mismo valor que cuando por primera vez dos personas lo sintieron, recuerda qué, te encontrarás personas con tanto daño acumulado que quizás seas tú  “víctima” de vivir todo ese desprecio y odio que un día le mostraron a esa persona.

Muchas personas no lo entenderán pero, ¿Cuántas veces te ha engañado la apariencia de la otra persona?. No juzgues a un ángel por fuera qué, esconde todos sus demonios por dentro y créeme, saldrán a saludarte.

El dolor y el daño no entiende de edad, tampoco de como trates a esa persona, no hemos encontrado cura a infinidad de enfermedades, ¿Acaso crees que una persona puede sanar el dolor y el sufrimiento de otra?. El dolor es eterno, el sufrir es una opción tú decides si asimilas lo primero y vives con ello o elegir lo segundo y sufrir eternamente…

El recuerdo más bonito se encuentra en esa persona que más nos hizo daño, nos amó tan intensamente qué, de amarnos pasó a destrozarnos por completo y lo peor, es que aún la recordamos cada día.

El dolor es: esa cicatriz que por muy pequeña que sea, nos acompañará el resto de nuestra vida.

Heridas que no huelen a sangre, sino a recuerdos y como todo recuerdo siempre permanecerá en nuestra memoria y es qué, el dolor forma parte de nuestra historia.

Josep Ramos.



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