El ser humano debe tener dos virtudes por si acaso: Sencillez para el triunfo y valor para el fracaso.

Ojalá, la sociedad entendiese la verdadera importancia de poseer estas dos virtudes. Ambas, son un arma de "doble filo" qué, si no son usadas correctamente, podrán acabar con tú vida por completo. A todos nos encanta el triunfo, lograr nuestras metas etc… pero, ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a arriesgarnos para conseguirlo?. Actualmente, muy pocas personas son las que arriesgan para triunfar y muchas, las que fracasan… La diferencia está en qué, una persona que de verdad sueña con conseguir algo en la vida, se cae una y otra vez hasta conseguirlo y siempre teniendo claro qué, tan solo es un logro más pero que no será el último. 

En el caso de las personas que fracasan, lo hacen porque creen que todo llega sin esfuerzo ni sacrificio y qué si fracasas la primera vez. significa que lo harás una segunda. En cierto modo, es cierto a lo largo de nuestra vida, fracasamos más veces de las que triunfamos pero ahora te pregunto: ¿Conoces a alguien que su éxito lo haya conseguido sin fracasar en la vida? Probablemente no.

 No confundas, ser una persona que proviene de una "buena familia" a ser una persona de éxito en la vida. La mayor fortuna que puedes llegar a poseer en tú vida, son: los conocimientos que adquieras a lo largo de ella. de lo contrario, un día lo tendrás todo y al otro nada en absoluto. Acostumbrado a tenerlo todo en la vida y de repente, todo desaparece. es tú primer fracaso y en ese momento, tu mente se bloquea y no sabe cómo actuar. El respaldo económico que tenías por parte de tu familia ya no existe.

Te toca luchar por tus sueños esos, que nunca has tenido en la vida porque, siempre lo has tenido todo y nunca has luchado por nada en la vida. Ahora te das cuenta de qué, el dinero no compra los fracasos ni los problemas que se te presentan en la vida, careciendo de valores ya qué, te educaron de tal forma qué creías vivir en una eterna: “nube de oro”  donde el fracaso, te quedaba demasiado lejos. Lamento decirte qué, todo lo que sube, baja y la mayoría de las veces, cae en picado.

En ese momento, tus “amistades” desaparecen; ahora que no tienes nada, no les interesa tú amistad ya qué, esa amistad solo fue creada por  un “interés” creado por ti donde creías qué, comprando a las personas con dinero tendrías amigos para toda la vida. Abre los ojos, si debes comprar "la amistad" de alguien para que sea” tú amigo” no se llama amistad si no interés, recuérdalo siempre.

Es ahora cuando ves la otra cara de la moneda, olvidaste ser humilde en la cima, y ahora te toca pagar el precio del fracaso desde el "suelo" y probablemente, se convierta en algo eterno. Eterno porque, no sabes como vivir así, creaste una "falsa personalidad" dentro de ti y te convertiste en alguien tan superficial qué, olvidaste que la belleza de la vida no son cosas materiales.

En cuanto a los sentimientos mejor ni hablemos, sientes rabia dentro de ti y la única forma de sacarla es a través de  lágrimas que caen por tu rostro como si de un océano se tratase…Si la humildad fuese de la mano de la sabiduría, tendríamos personas con inteligencia logrando todo lo que se proponen en la vida. 

Personas soñadoras qué, cuando logran algo en la vida, ya están pensando cuál será su próximo reto por cumplir. Sintiendo esa euforia hasta cuando duermen y qué, las ansias de éxito les desvele cada noche. 

No es obsesión por triunfar se llama luchar contra los miedos que un día te llevaron al fracaso por no volver a intentarlo una vez más.

Valora las veces que fracases, son parte de tu aprendizaje para obtener grandes cosas en la vida.

Sin fracaso no hay éxito, fracasa en silencio en el presente y deja que tu éxito haga el ruido en el futuro.

Josep Ramos.



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