“Y así es la vida. Extrañas gente que no te extraña, quieres a quien no te quiere. Eres bueno con quien no lo merece”.
Qué injusta puede llegar a ser la vida o quizás debería decir: ¿Qué injustos somos nosotros con ella?. Cuando creíste enamorarte, la vida te "cerró esa puerta". al principio no lo entendías pero, con el tiempo, comprendiste que tan solo trataba de ayudarte. Muchas veces, creemos habernos enamorado de personas aún sabiendo, que esa persona nunca nos quiso y cuando tú sentías amor, esa persona solo sentía “rutina”. Un hábito en su vida que confundía con el amor y qué a veces, era tan “real” que parecían sentimientos de verdad lo que esa persona sentía por ti. Me gustaría culparme por haber querido a personas que nunca me quisieron pero sinceramente, uno no elige de quién se enamora es nuestro corazón quién manda y si a su vez, nuestra mente está de acuerdo, no tenemos nada que hacer al respecto.
A veces pienso qué, arrepentirme no es la solución, amé cuando debí hacerlo y cuando lo sentía por lo tanto, es una forma bonita de recordar que siempre puse como prioridad mis sentimientos y no lo que era bueno o malo para mí. Todo en la vida son momentos existen momentos, qué duran segundos y parece que ha transcurrido una vida entera y existen momentos, qué permanecen durante años en nuestra mente y nuestro corazón pero lo único que hacen es: "atormentarnos "nuestra existencia cada vez que lo recordamos. Entendí qué, es parte de la vida extrañar a personas que no les importas, comprendí qué, querer a alguien que no nos quiere es tan solo una forma de decirme a mí mismo, lo poco que me quiero ya qué, de así serlo no malgastaria cada día de mi vida en esa persona que no me merece. Parece fácil pero, no lo es hay sentimientos que son incontrolables y por más que intentes dejar de sentir por esa persona, te resultará imposible. Ya qué, ¿Cómo le explicas a tú corazón lo que tú mente ya entiende?...
Ojalá, las personas algún día entiendan el valor que debemos darle a cada persona que pasa por nuestras vidas. Ese valor, depende única y exclusivamente de nosotros mismos. Si somos felices, mostraremos esa felicidad a las personas que nos rodean, si por el contrario no lo somos, ese odio, dolor y sufrimiento que sentimos, probablemente lo pagaremos con personas que no se lo merecen. Tratar de ayudar a alguien que no sabe si él/ella misma es feliz con su vida actual, es como decirle a un alcohólico: “la última y nos vamos”. Algo que sabemos que nunca sucederá.
Pese a ello, me di cuenta de qué, cambiar por esas personas no era la solución. Si algo debo cambiar en mi vida, lo haré por mí y no por lo demás. Si siento qué alguien no me quiere y qué ya no le importo en su vida, como cuando un día dije: “hola” también diré: “hasta luego” y seguiré mi camino. Resulta curioso ya qué, es una decisión que muchas personas a lo largo de su vida, nunca han tomado priorizar su felicidad antes de lo que realmente sientan. Es duro más bien, “desgarrador” sentir que todo se vuelve de color "negro" y debes pasar página, ya qué no hay nada que puedas pero, que sentimos como si nuestra vida después de ese día hubiese acabado por completo….
Mi consejo a todas esas personas que: “ruegan por amor”. no lo hagan, el amor ni se pide ni se ruega, se siente. Y si sentirlo, no te hace feliz y tú mundo es un lugar oscuro, triste y lleno de lágrimas en vez de momentos bonitos llenos de sonrisas y de amor del que hacía mucho que no sentías entonces, esa persona no es para ti.
Cuando las personas comiencen a sentir amor por los demás y no por lo que les conviene, estarán un paso más cerca de conocer la verdadera esencia de estar enamorado de alguien.
Finges ser feliz sin estar” enamorado” no es miedo a enamorarte lo que sientes, lo que de verdad sientes es “miedo” a quedarte solo el resto de tú vida.
El reflejo de nuestra mirada es la única que nunca miente…. ¿Ya sabes que refleja la tuya?
Josep Ramos.
👌👏👏💪💪❤️😘
ResponderEliminarPrecioso... y cuanta verdad... ❤
ResponderEliminar