“Ese “juez” llamado vida sentenció a cadena perpetua a mi corazón ya qué, sentir para sufrir, es tan solo una forma más lenta de morir”.

Decidí sentenciar al “amor” en contra de mis derechos. Decidí, obedecer a mi mente y no hacerle caso a mi corazón. Perdí la esperanza, desde aquel día que sin escrúpulos el amor me  “apuñaló” una y otra vez cuando mi único gesto hacía el, era eso mismo que hoy sigo buscando: “ el amor verdadero”.

A veces, siento que la única forma de sanar mis heridas del pasado son con amor y cariño sin embargo, me he dado cuenta de que la realidad es otra totalmente distinta. Existen más personas sufriendo por amor que siendo felices. Actualmente en nuestra sociedad, nos hemos convertido en “objetos” con fecha de caducidad y cuando ese día llega si te he visto no me acuerdo. Se llama realidad aunque no quieras verla. Puedes vivir toda una vida con una "venda" en los ojos que si alguien quiere hacerte daño terminará haciéndolo puedes estar seguro.

Me he dado cuenta de que el amor ya no es sentir cariño hacia alguien más bien, se ha convertido en que tanto te interesa la persona que tienes a tu lado o que te puede aportar en tu vida actualmente y no precisamente sentimentalmente. Muchos hablan de su “nobleza” y "sencillez", pero les encanta el dinero, la fama, y vivir una vida de lujos que muy pocas personas se pueden permitir. Sin darte cuenta, pierdes toda tu personalidad y tu manera de ver la vida. Te crees alguien "superior" tan solo porque tu pareja pueda darte todos esos “lujos” que ni tú mismo puedes permitirte. Permíteme decirte, que al final del día, sigues teniendo el mismo valor que estando con esa persona que solo quieres por lo que “tiene” y no por lo que te hace sentir es decir “0”.

Me hace gracia ya qué, muchas personas hablan de que jamás estarían con una persona que haya sido infiel, o con alguien que le guste demasiado las mujeres o que simplemente tenga mucho recorrido en la vida sin embargo, son solo "palabras" ya que, los hechos demuestran todo lo contrario. Prefieren tener a su lado a alguien que les grite, les insulte y hasta les maltrate "psicológica y físicamente" a estar con una persona que realmente las valora, les quiere por como son y que desgraciadamente, su única "función" que tienen esas personas es: ser un hombro en el que llorar cuando esa persona te ha fallado.

Es un hecho que lo mejor que podemos hacer en la sociedad que nos rodea es: no enamorarse de nadie salvo de nosotros mismos. Las personas cada día sufren más, cada día se sienten más solas y viven su vida sin rumbo desconociendo quiénes son en realidad y tristemente, no le dan al amor el valor que realmente se merece.Por otro lado, estamos las personas “buenas” que pagamos por todo este dolor y sufrimiento que ha sufrido la sociedad que nos rodea. Comienzas a conocer a alguien, te muestras tal como eres, preguntándole por su pasado, sus gustos en fin, por su vida y en esos momentos su “horrible pasado” despierta en su interior. Comenzando a mostrar esa “coraza” y respondiéndote continuamente a la “defensiva” creyendo que, eres esa misma persona “controladora” que tanto daño les hizo en su pasado. Tratas de "bromear" con esa persona para hacerle reír y en respuesta, recibes una mala cara y hasta en el peor de los casos, algún comentario (de esos que te dan donde más te duele).Buscan amor entre  su ira y su dolor   creyendo así encontrar algo parecido al "amor".  Eso es como saludar al "diablo" creyendo que no te hará daño.

Es por eso, que reflexiono diariamente de qué sirve enamorarse si el precio que debemos pagar por ello es hasta incluso mayor que nuestra propia vida. Comienzas a enamorarte de alguien que ni te valora, donde su vida se basa en una "tormenta" tras de otra y no hay nada que tú puedas hacer para detenerlo.Su corazón está dañado y le llevará mucho tiempo en que todo ese dolor sane por completo Lo creas o no, las personas que más han sufrido en su vida son las que más ocultan cómo se sienten por "miedo" a que nadie les quiera y precisamente ese “miedo” será el que acabe destruyendo a ese tipo de personas por completo.

Prefiero recordar al amor, como ese sentimiento en el que los buenos días se daban con las miradas seguidas de un cálido y apasionado beso y no de un triste mensaje por un teléfono móvil. Quiero recordar al amor como cuando sin importar el día, tenías ese bonito gesto con tu pareja de regalarle flores y mientras caminabas por las calles de la ciudad la gente susurraba: “Qué bonito” esos eran los momentos cuando realmente se valoraba el amor y que hoy se han perdido por completo.

Sentencié a mi corazón a “cadena perpetua” porque pese al dolor que ha vivido sigue latiendo con tanta fuerza que podría estar toda la vida sufriendo que aun así, mostraría todo el amor que esconde en su interior. Eso, me convierte en una persona vulnerable ya qué, cuando amas con el corazón sin hacerle caso a tu mente, lo único que haces es dejarte llevar sin importar las consecuencias.

Muchas veces, recuerdo ese primer amor que tan feliz me hizo para darme cuenta de que si ese amor sigue existiendo algún día, volveré a encontrarlo pero esta vez, con más experiencia.

El amor más sincero de una persona solo lo recibirás cuando estén a punto de darte su último “adiós” tú decides si eso te hace feliz o si te asusta…

Dejé de amar, pero también, dejé de sufrir, mi prioridad ahora es vivir todo lo bonito que la vida quiere mostrarme y que el amor no supo darme: “ Mi Libertad”.

La sociedad le cortó las “alas” al amor sin darse cuenta de que renunciar al amor también es renunciar a la vida…

Josep Ramos.



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