“Tu voz era esa dulce melodía que calmaba mi corazón y tu mirada, era como sentir cada tecla de un piano en lo más profundo de mi alma con los ojos cerrados disfrutando de aquella: “orquesta de emociones”

Esa sensación de quererte sin haberte conocido, esas ansias de besar tus labios sin haberte besado, y esas ganas de abrazarte y no soltarte nunca, sin habernos conocido en persona. Sí, te aseguro que existen personas capaces de crear sensaciones y emociones inexplicables sin haberlas conocido. Esa persona, que nos hace sonreír cuando ni las personas que nos conocen lo logran y que cuando menos te lo esperas, ahí está para apoyarte y hacerte sentir mejor persona de lo que ya eras. Haber vivido momentos así, me hace darme cuenta de que el amor a distancia si existe, creedme, si de verdad es amor no hay "océano" ni "universo" suficiente que pueda hacer que ese amor deje de existir.

 Al menos en mi caso, he sentido en infinidad de ocasiones  que mis sentimientos no encajan con la sociedad actual. al principio creía que yo era el equivocado y que debía: “adaptarme” a la sociedad para poder mostrar lo que sentía cuando en realidad, se trataba de todo lo contrario. Muchas personas saben querer, pero solo una pocas saben sentirlo de verdad tenlo siempre presente.Cuando mi “fe” había muerto por completo, apareciste. Para mi corazón, resultó ser una sorpresa y para mi mente, un "verdadero problema" ya qué, no sabía cómo procesar tantos sentimientos a la vez. Abría los ojos una y otra vez y seguías ahí, en cierto modo, pensaba que se trataba de un sueño y que cuando despertase, todo habría acabado. A los pocos instantes de sentir que eras "real" y que no estaba soñando, sentía que me faltaba el aire y que no tenía palabras para expresar cómo me sentía. Decidí guiarme por mis sentimientos y acudí a tus brazos para sentir si de verdad, esos: “abrazos eternos” que solo en sueños sentía se habían convertido en una realidad.

 Me sorprendió ya qué, cuando te di aquel abrazo pude sentir como nuestras almas se unían la una con la otra y pude percibir de que, no era yo el único que durante tanto tiempo había almacenado tanto dolor dentro de mí. A los pocos minutos(que para nosotros ese abrazo parecía que había durado toda una vida) Alzamos la mirada y con lágrimas en los ojos ambos dijimos: “Gracias” lo creas o no, fue la muestra de cariño más bonita que jamás había sentido y sabía que, un momento así, jamás se repetiría o al menos  no en un largo periodo de tiempo. Te di las gracias porque ya hacía rato que nuestros sentimientos habían tenido una larga conversación durante aquel abrazo. 

Por un instante, perdí el control de mi mente ya qué, mi único guía era mi corazón. Aquel que decide si se trata de un sentimiento de verdad o simplemente de algo pasajero. Aquel, que ha tenido que reconstruirse "trocito a trocito" cada vez que el amor nos cerraba las puertas. Antes no lo entendía, pero ahora comprendí que, se me cerraban puertas para al final, encontrarme a un universo tan grande como lo eres tú…

Era “adictivo” escuchar tu voz, cada palabra que recitaban tus labios era música para mis oídos de esa que, en los peores momentos escuchamos atentamente porque es lo único que cura nuestro dolor y sana nuestra alma aunque solo fuese por un instante. Me perdí en el océano de tu mirada ya qué, nunca había sentido tanto dolor y tanto amor al mismo tiempo observando a alguien...

Recuerdo una de nuestras primeras conversaciones, una tarde cualquiera en aquel hermoso lugar donde sentía que, tú estabas mucho más nerviosa que yo cuando en realidad, era todo lo contrario. Observabas cada gesto, cada forma en la que te miraba, prestando atención a todos esos detalles que en la actualidad, nadie se fijaría. Tras varios minutos en silencio me preguntaste: ¿Por qué? yo te respondí que a qué te referías con esa pregunta y te tomaste las molestias de explicármelo.

¿Por qué alguien que ama, siente, y presta atención a todos y cada uno de los detalles sigue soltero?. Me gustaría comprender el por qué, el amor te ha hecho tanto daño si eres una persona que toda mujer soñaría con tener a su lado. En ese momento, por un breve instante quedé petrificado, no solo era su belleza la que me había enamorado sino que también, había sido su inteligencia. Sorprendido por su respuesta le respondí tímidamente de la siguiente manera:

La "soltería" está sobrevalorada, cuando decides estar “solo” en tu vida significa que te estás dando el valor suficiente para no entregarle tu corazón a cualquiera. Te conviertes en una persona selectiva donde, todos tus miedos han desaparecido y ahora forman parte de lo que sientes y donde ves la vida de otra manera, priorizando eso mismo: “la vida” antes que cualquier persona. No le podemos pedir más a la sociedad actual ya qué, saben más de sexo que de amor, y sufren más por amor que por su propia vida.

Posiblemente no te esperabas esa respuesta ¿Verdad? ella aún menos te lo aseguro. Fue tanto su asombro que, se levantó de aquel banco donde estábamos sentados y con lágrimas en los ojos salió corriendo. Al principio, dudé si ir en su busca era la mejor opción pero, no lo hice ya qué, se le habían juntado dos sentimientos muy fuertes y en ocasiones, muy difíciles de controlar: “el amor” y el “dolor”. Amor porque, todo lo que yo sentía cada vez que estaba a su lado se lo mostraba como un "libro abierto" y con mi corazón en la mano como si nunca antes hubiera sentido dolor. En el caso del dolor, estoy seguro de que, se sintió identificada con mis palabras y su impulsividad y sus ganas de llorar en aquellos momentos, no le permitían que la viese en ese estado priorizando, mi felicidad en aquellos instantes para que el único recuerdo que permaneciera en mi memoria sobre ella fuese, todos aquellos  hermosos momentos que nos dejaron sin respiración.

Dejé que pasase el tiempo, al principio fueron días, luego semanas, hasta incluso meses donde ya daba todo por perdido. Mi mente me repetía una y otra vez que la llamase, pero mi corazón me decía que no era lo correcto y que debía esperar. Fue entonces, cuando recibí su llamada fue breve, pero sus palabras fueron directas a mi corazón: “Te necesito y aunque no sepa cuánto me queda de vida quiero pasarla a tu lado”. Le colgué el teléfono sin haberle respondido y fui corriendo a buscarla. A los pocos segundos de llegar a su casa, ella me estaba esperando en aquel hermoso jardín donde nos dimos nuestro primer abrazo. Sin decir palabra alguna, nos volvimos a abrazar y suspirando al mismo tiempo dijimos: “Eres ese amor que tanto llevaba esperando”.

una: “orquesta de emociones” unieron a dos hermosos corazones de por vida…

Josep Ramos