“Cuando el corazón habla la mente calla”

Tenía miedo a enamorarme hasta que te conocí. sentía, que no quería volver a pasar por lo mismo una y otra vez hasta tal punto, que sentía que mi vida era como un “cubo de "Rubik” que nunca terminaba de encajar por completo. Invertía largas horas de mi día a día "debatiendo" sobre el amor con mi mente y mi corazón y sabéis qué? nunca se ponían de acuerdo. Mi mente era algo “alocada” y la mayoría de los pensamientos, iban relacionados con arriesgarse sin importar las consecuencias como un barco que navega a la deriva, aún sabiendo que tarde o temprano, “la tormenta” acabará arrasando con el por completo. 

Por otro lado mi corazón, era más de sentir esos sentimientos tan puros y profundos que tristemente, están a punto de "extinguirse". Cada vez que  sentía algo dentro de mí si el no lo sentía, significaba que esa persona no sería importante en mi vida, puesto que en la sociedad actual: “confundimos” demasiadas cosas con amor. ¿Qué debía hacer dejarme llevar por mi mente llena de “demonios” y de riesgos, pero que como todo riesgo, alguno valdría la pena? o ¿Quizás, debía dejar que mi corazón fuese mi guía?, ya que es de los pocos sentimientos que no conoce la mentira.

Durante un tiempo, dejé que mi mente fuese mi "guía" sin embargo, ahora por primera vez en mucho tiempo, me arrepiento de haberlo hecho porque, dañé a personas que no se merecían conocer esa parte “insensible” de mi persona ya qué, cuando la mente domina algo tan delicado como “el amor” en la mayoría de los casos, no lo hace de la mejor manera arrasando con toda persona que se nos ponga por delante; un “huracán” de emociones con un único fin: "hacer daño donde más nos duele".

 Reconozco que, te vuelves una persona “hipócrita” y crees que nada te afecta cuando en realidad, tan solo tenía un “corazón de hielo” esperando a la persona adecuada para derretirse por completo. Usaba mi carácter como "escudo" para evitar el daño de las demás personas hacia mí cuando muchas de esas personas, tan solo querían hacerme feliz. No podía darles el mismo amor que ellos me daban a mi puesto qué, sus miradas hablaban de amor y las mías de triste rencor….

Caminaba como un “lobo solitario” creyendo que no necesitaba nada de la vida salvo a mi mismo. en cierto modo, eso me ayudó a forjar mi carácter y a no crear una "falsa dependencia" sobre las personas que me rodeaban, pero,¿A qué precio? Sencillo, a un coste muy alto donde todos los destinos, conducían al mismo lugar: “la soledad” un lugar inhóspito donde no había espacio para una segunda persona ya qué, de así serlo, sería la encargada de enseñarme el verdadero significado de la palabra amor. ese del cual durante mucho tiempo traté de huir por miedo a sufrir..

Muchas personas creen que se nace con una personalidad y se muere de la misma manera no obstante, la vida me ha demostrado que no es del todo cierto. Harto de sufrir en silencio y pedir que me quisieran a gritos, decidí darle a mi corazón una segunda oportunidad dejándome llevar por lo bonito que en realidad es el amor.

 Un camino de “rosas” donde también encontrarás espinas, pero que sin lugar a duda, es un sacrificio que merece la pena. Comencé a mostrarme hacia los demás como la persona alegre que soy. Poco a poco, comencé a sonreír y por un momento, comencé a darme cuenta de que ese cambio radical de mi forma de ser y de mi vida en general, me gustaba.

 De repente, muchas personas comenzaron a interesarse por mí, teniendo una imagen sobre mi persona que desconocían en absoluto. Una persona de generosidad plena dispuesta a ofrecerles mi ayuda siempre que lo necesiten y dispuesto a dar todo lo mejor de mí, sin pedir nada a cambio.

 Me rodeé de mucho amor después de muchos años de “guerra” fue entonces cuando me di cuenta de que, la "guerra" estaba en mi mente y no en mi corazón  y así fue, como conocí el verdadero significado de la palabra amor.

Josep Ramos.




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares