Dicen que Yo no demuestro mis sentimientos… pero estoy lleno de ellos. Sufro en silencio, amo con miradas y hablo con sonrisas.

En una sociedad como la actual, ¿Qué valor tiene mostrar todo aquello sentimos? Te lo resumiré en una palabra: “NADA”. Creedme, os podrá resultar cruel, pero, a la mayoría de personas no les importa que tan pura es tu alma ni que tanto siente tu corazón, puesto que vivimos en un mundo de "personas rotas" donde las personas priorizan un bien material mucho más que el amor que se siente por las personas que les rodean. No muestro mis sentimientos porque durante muchos años de mi vida sufría cada vez que lo hacía. Se suponía, que esa persona estaría a mi lado para entenderme y comprenderme ya qué, eso también forma parte del amor: “entender a la otra persona”. Desgraciadamente, en mi caso fue todo lo contrario por mi vida, pasaron personas con el alma tan oscura que al mismo tiempo que sufría podía sentir todo el odio y dolor que ellos llevaban dentro de sí mismos y donde, la única forma de sentirse un poco mejor tristemente, era haciéndoles daño a todas las personas que aparecían en su vida.

 Me tocó ver como, personas que supuestamente me querían me traicionaban delante de mis ojos y que con la misma sonrisa que un día me enamoraron, de la misma forma me traicionaron sin más sin importar lo que yo sentía. Hubo un tiempo, en que después de tanto dolor, tan solo estaba “cultivando odio” dentro de mí. Me convertí en una persona "fría" y hasta podría llegar a decir que “antisocial” puesto que, temía que me volviesen a hacer daño(sin importar de que forma) pero que esta vez, no pudiese superarlo. Por culpa de todo aquello, mi relación en familia también se convirtió en un caos de emociones. Había momentos, en los que discutía con mi madre una y otra vez sin motivo aparente hasta tal punto que, en ocasiones le decía cosas con la intención de hacerle daño. Fue entonces en ese momento, cuando a través de las lágrimas de mi madre después de tantas discusiones donde cambió mi vida. Había hecho sufrir a la persona más importante de mi vida por culpa de todo el daño que me hicieron otras personas a mí  y eso no podía permitirlo. 

Hasta ahí, llegó mi límite a partir de ese día, cambié mi forma de ver la vida por completo. Comencé a mostrar todos esos bonitos sentimientos que durante tanto tiempo permanecieron bajo “la sombra de mi dolor” y decidí arriesgarme sin importar las consecuencias. Aprendí a sufrir en silencio y comprendí que era la mejor decisión que había tomado en mi vida porque, son pocas las personas que entienden nuestro dolor cuando algo nos afecta. Muchas personas, quieren aconsejarte estando ellos aún más rotos que tú por dentro ¿Acaso crees que valdrá la pena escuchar ese tipo de consejos? Ten por seguro que no. 

Me convertí en una persona, que sabía amar a través de la mirada una forma de amar tan bonita, que no requiere de palabras para mostrar todo ese amor que llevamos dentro cuando amamos a alguien. Lo creas o no, a través de la mirada puedes saber todo en absoluto sobre la otra persona. Puedes sentir su miedo cuando algo le aterra, puedes sentir, esa "timidez" cuando algo les da vergüenza hasta incluso en los momentos más dolorosos de nuestra vida, una mirada es capaz de decirnos: “Basta ya he sufrido bastante”.

Mostrar nuestros sentimientos, es de las pocas cosas valiosas que nos quedan en la vida, asegúrate de hacerlo solo con las personas que realmente se lo merezcan.

Existe una belleza incalculable, detrás de aquellas personas que nos devoran con la mirada, detrás de esas personas, que nos escuchan en silencio y nos sonríen a carcajadas y  donde su única prioridad en la vida, lleva nuestro nombre.

Conoces una parte de mí, pero no todo sobre mí. de así serlo, no tendría nada que ofrecerte ni forma alguna de la que enamorarte.

Mostraba tantos sentimientos, que ni el amor lo entendía ni la vida vivió lo suficiente como para contarlo.

Josep Ramos.




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