“Te voy a hacer tan feliz que te vas a olvidar hasta de respirar”.

Le prometí a tu corazón que lo amaría eternamente y créeme, yo nunca rompo una promesa. Me prometí a mí mismo, que cuando llegase esa persona que me dejase sin aliento y que cada momento a su lado, fuese como si lo estuviese soñando todo lo que vivo junto a ella desde ese día, el amor sería el encargado de dirigir mi vida. Basta ya de vivir entre  "nubes lluviosas" en forma de lágrimas que no llevan a ningún lado salvo a una incontrolable depresión. Basta, de sentirse mal por personas que creen que el amor se basa en decir “te quiero” pero no, en mantener “viva” la llama del amor para que ese amor que sentimos por esa persona, sea algo tanto mutuo como infinito. Es el momento exacto en parar mi vida por completo y "encender" los sentimientos de mi corazón. Por fin, ha llegado el momento en el que puedo reír de verdad con tanta intensidad que cada vez que sonrío, puedo sentir lo enamorado que estoy de ella.

Creía, que las oportunidades en la vida solo se nos presentaban una o como mucho, dos veces, pero en el amor, las oportunidades son infinitas y los momentos especiales junto a esa persona pueden ser tantos; como estrellas que hay en el cielo. Te has convertido en mí “debilidad” sintiendo la necesidad de amarte hasta incluso mientras duermes. De cuidarte en esos momentos de "rabia y euforia" que tan difíciles son de controlar, pero que sin embargo, la persona adecuada con tan solo decirnos: “Tranquil@ estoy a tu lado”.  y qué, sin importar los motivos de nuestro enfado, desaparezca por completo y en la mayoría de las veces, hasta mostremos nuestra mejor sonrisa. ¿Recuerdas cuando te decía que serías el futuro amor de mi vida?. Te mentí puesto que, ese futuro lejano del que hablaba, está sucediendo en el presente que estamos viviendo. 

Desde el momento en que nos abrazamos y la conexión fue tan fuerte que hasta vimos una estrella fugaz, supe que serías el amor de mi vida. Esos momentos de eterno “silencio” donde nuestras miradas se "hablaban" y nuestros corazones latían al mismo tiempo. Hasta incluso, esa forma en la que tus labios besaban a los míos como si cada beso fuese como esa inolvidable noche de bodas que algún día viviremos.

Pienso hacerte la mujer más feliz del universo porque el mundo se te queda muy pequeño. Pienso derrotar a todos tus miedos dándoles todo mi amor para que hasta ellos mismos, entren en "depresión" cada vez que no esté a tu lado. Te mereces las estrellas porque sin lugar a dudas, tú eres una de ellas. No es solo el brillo de tu alma el que me enamora sino la “calma” con la que tu corazón me permite que cada día lo quiera un poquito más haciéndote así un poco más feliz.

La palabra “amor” lleva tu nombre escrito en mi corazón. Eres la diosa de mis sueños y la razón de mis desvelos porque, en todos esos sueños acabo diciéndote: Te quiero.

Reconocí la felicidad de mi alma y mi corazón desde la primera vez que te miré a los ojos. Tu forma de mirar me decía que te amase, que eras la “elegida” y que a tu lado, sería inmensamente feliz.

Curioso destino el que nos unió puesto qué, fue tu corazón el que me enamoró.

Eres el amor de mí “universo”.

Josep Ramos.