Añoranza, es lo que siento cada vez que tus labios no “discuten” con los míos mientras nuestras miradas se devoran creando "tormentas" en lo más profundo de nuestro corazón.

Siento, como si me faltase el aire cada vez que no te veo. Me haces falta como el sol a la luna que solo vive, para cada noche fascinarse con su hermosa “sonrisa” haciendo así que valga la pena cada día iluminar con un eterno resplandor al mundo entero.

 Me he dado cuenta de que mis labios ya no solo te besan sino, que mantienen “largas conversaciones” cada vez que nos besamos. No se trata solo de cómo nos besamos sino lo que sentimos tras cada beso. Un beso puede durar 1 segundo o 10 minutos pero, todos y cada uno de ellos quieren decirte lo mismo: “Te siento”.

Siento, como mi alma le agradece cada día a la tuya, el haberte conocido. Antes ya era “rico” con todo lo que la vida me había dado pero hoy, me doy cuenta de que desde que te conocí, soy “millonario” en el amor. Tú me enseñaste, a amar de una forma que ni yo sabía que la sentía. Toda una vida luchando por amor pero desgraciadamente, sin ser correspondido como me gustaría y cuando menos “fe” tenía en este sentimiento, la vida sin permiso me presentó al amor de mi vida. La hipocresía de la vida, cuando más quieres huir de un sentimiento que tanto daño te ha hecho, es ella la que contradice tus pensamientos y emociones dándole, una "nueva oportunidad" al amor.

Te mentiría si te dijese que esperaba enamorarme locamente como lo estoy de ti. Al principio, todo me resultaba tan bonito como frágil y he de confesarte, que muchas noches viví con ese “miedo” de que un día  me despertaría, y como si por “arte de magia” se tratase todo aquello tan bonito que vivimos se hubiese acabado. Es curioso porque, han sido esos mismos “miedos” los que me han hecho darme cuenta de que vale la pena quererte. Sin lugar a dudas, sentir todos esos escalofríos que recorren mi cuerpo con cada beso, caricia, o hasta incluso con una simple mirada, hacen que cada día, mi vida tenga sentido.

Hablando de miradas, ¿Sabes que veo en tu mirada y que aún no te había dicho?. veo toda esa devoción, admiración, y esencia que una persona puede poseer pero en este caso, de manera infinita. No veo “maldad” en tu mirada sin embargo,  observo como mi mundo se "desmorona" por completo y mi alma se calma cada vez que te contemplo atentamente durante horas…

Probablemente, te preguntarás que tanto veo en ti que sin embargo tú, sigues pensando que tan solo eres una chica de lo más normal. pero, hasta incluso mostrando esa humildad con la que te defines hace que cada día, me enamore más de ti.

Recuerdo como si fuese ayer, la primera vez que sentí esos nervios dentro de mí con aquel primer abrazo. Sentía, como si mientras estuviese abrazado a ti, nada ni nadie pudiese hacerme daño. Me trasmitiste tanta paz en aquel pequeño, pero intenso instante que mis miedos no tuvieron más remedio que “salir corriendo”…

Esto que sentimos tú y yo no es solo amor, sino conexión. Conectaron dos corazones que estaban hecho pedazos  casi sin poder latir pero pese a ello, seguían creyendo en el amor verdadero. Estaba seguro, de que serías la mujer de mi vida por el simple hecho de que si eres capaz de amar con dolor en tu alma, el día que ese dolor desaparezca( porque sé que así será) veré a mi ángel caído del cielo desplegar sus alas en forma de amor mostrando su verdadera belleza. Esa que no se puede ver pero si se puede sentir...

El día que la vida nos presentó, la palabra “Amor” formó parte del olvido puesto que, nosotros mismos creamos un sentimiento tan intenso e inexplicable que a día de hoy, ni nuestro corazón entiende ni nuestra mente lo comprende…

Amarte es como abrazar las estrellas tan solo con pensarlo….

Josep Ramos.´