La vida una vez me preguntó: ¿Qué has aprendido sobre mí?. Aprendí que cuando era un “simple niño inocente” que no sabía nada de la vida era feliz. Aprendí que solo los cobardes no afrontan los problemas tal como vienen buscando “refugio” en todos aquellos pensamientos donde cuestionamos una y otra vez: ¿Por qué a mí?. Y sin lugar a dudas, aprendí que el único amor que durará toda la vida, es aquel que vivamos de manera “extrema”. Tormentas de decepciones para fortalecer a nuestro corazón y momentos de pasión, en los que cada beso haga “sonreír” al universo causando “terremotos" en nuestra alma.
La vida me enseñó, que aquella “obsesión” por crecer lo más deprisa posible tan solo era algo que debía ser como algo que sueñas y cuando despiertas, es tan solo eso: “Un simple sueño”. Pasa el tiempo, y me doy cuenta de que cuando era niño, lo tenía todo. El amor verdadero de la familia, puesto que era el centro de atención en todo momento. Casi no tenía preocupaciones “importantes” de las que preocuparme, puesto que cada día, solo pensaba en disfrutar mi vida al máximo tanto, que en ocasiones dejaba de lado todo aquello que si era importante, pero ¿Quién no ha hecho algo así alguna vez?.
Esa increíble sensación de sentir ver un “arcoíris” en lo más profundo de mi corazón cuando conocí a mi primer amor ese, que marcó un antes y después en mi vida. En cierto modo, esa fue la primera vez que sentía lo que era querer a alguien con tantas fuerzas, que hasta en ocasiones dolía. Donde, ser lo más detallista posible era mi pasión y donde mi única preocupación, era que ese amor que yo sentía por esa persona, fuese correspondido toda la vida….
Es cierto, que ser jóvenes es lo más parecido a sentirnos vivos que existe, puesto que, creemos que nunca seremos adultos y tendremos responsabilidades en la vida que nos harán ver la vida de otra manera. Sin lugar a dudas, me di cuenta de que, mi etapa de adulto había comenzado cuando ese primer amor sin motivo aparente, acabó destruyéndose por completo. Sí, ahí comenzó mi primer “desengaño amoroso” donde cada noche, conversaba durante horas con mi madre bajo la mirada de aquella “triste luna” que hasta podía sentir, todo el dolor que sentía en lo más profundo de mi corazón.
Pero, si todo iba bien ¿Por qué me hizo esto a mí?. Ese ha sido uno de los principales problemas de mi vida el creer que todo tiene un por que. Sinceramente, me costó muchos años de mi vida darme cuenta de que a veces, la gente aparece en nuestras vidas para del mismo modo que han aparecido, irse sin decir “adiós”. De nada sirve malgastar nuestra energía ni “mares de lágrimas” por personas, que simplemente nunca nos han querido. Tanto el amor como la vida, no es algo “perfecto” en absoluto por lo tanto, debemos asumir lo más pronto posible que nosotros tampoco lo somos y la vida muchas veces, será injusta con nosotros.
Con el trascurso de los años, comprendí cuál era mi propósito de ser adulto y madurar y personalmente, después de tantas luchas contra mi ego, mi carácter, y mi incomprensible personalidad, estoy donde quiero estar y sé perfectamente cuáles son mis objetivos de vida. Antes, le daba más importancia a vivir mi vida día a día sin importarme en absoluto mi futuro ni mucho menos tenía ningún tipo de aspiración en la vida. Siento, que malgasté años de mi vida tratando de buscarle el sentido a mi vida cuando la respuesta la tenía delante de mí, pero que siempre, trataba de evadir la realidad que me estaba esperando. Siendo honestos, cuando comienzas a tener responsabilidades tanto personales, como laborales, es cuando realmente le damos valor a la vida. Ya no pierdes tiempo sino que lo inviertes en ti y en todo aquello que te ayude a progresar en tu vida(al menos en mi caso). Ya no te afectan las críticas de los demás simplemente porque de una forma u otra, envidian tu estilo de vida, pero que desconocen que tantos sacrificios has tenido que hacer para llegar hasta ahí. Quizás, este sea el mejor ejemplo de que he madurado como persona cuando me di cuenta de que, mi prioridad en la vida era luchar día tras día por cumplir mis sueños y luchar cada día por ello y no perdiendo mi tiempo, escuchando críticas de personas que tan solo viven sus vidas, de fracaso en fracaso y no hacen nada al respecto para que eso cambie. No se trata tan solo de que tanto quieres conseguir todo aquello con lo que sueñas sino, de tu actitud a la hora de luchar por ello.
Si de algo me siento orgulloso es de haber desarrollado un hábito por no decir un estilo de vida que en mi opinión, es uno de los pasos más importantes que he dado en toda mi vida: “Aprender”. Sí, tal como lo leen, desde que somos pequeños, siempre estamos aprendiendo cosas nuevas. Al principio aprendemos lo básico como: leer, escribir, etc. pero ya siendo adultos, debemos entender la importancia de mantener nuestra mente activa. Superarnos cada día aprendiendo cosas que desconocíamos. Ya sea, a través de un curso, leyendo libros, o simplemente siendo una persona curiosa y ambiciosa que siempre quiera más y más con tal de que siempre, conozca la palabra: “desconocimiento” pero nunca “ignorancia”.
Hagas lo que hagas, siempre hazlo como si tu vida dependiese de ello ya sea en tu trabajo, en tus relaciones amorosas, o hasta incluso, en tu forma de aprender sobre la vida.
En tu trabajo, puedes ser una persona de éxito a la que todo el mundo admire o simplemente, puedes ocupar el mismo lugar que la planta que tienes en tu oficina tú decides. Para ser ese líder que todo el mundo admire primero, debemos liderarnos a nosotros mismos y tener la seguridad en nosotros mismos que requiere para ello.
En cuanto al amor, todos sabemos que la clave está en: “la seguridad que tengamos en nosotros mismos”. Lo creas o no, a nadie le gusta estar con alguien que es inseguro de sí mismo. Tampoco les gusta, tener a su lado a alguien que no sepa que quiere en su vida ni tenga planes de futuro porque lamentablemente, el amor no se basa solo en querer a la otra persona, sino de progresar con esa persona recuérdalo siempre.
En cuanto al nivel de aprendizaje de lo que llamamos “vida” sinceramente, es de vital importancia. Cada día, tendrás problemas. Cada día, te sentirás como si todo aquello que haces nunca es suficiente para que seas feliz y probablemente, siempre cuestionarás todo aquello que no te dé la seguridad suficiente para creerlo. ¿Mi consejo? Guíate por tus fracasos y aprende a ver la vida con más sabiduría. Sabiduría, que solo se obtiene a base de equivocaciones. Aquellas, que ni tú ni nadie puede evitar y que la vida nos las presenta en forma de “pruebas” para que construyamos, la mejor versión de nosotros mismos…
Sé la mejor versión de ti mismo cada día y sentirás que cada segundo de tu vida valdrá la pena…
Josep Ramos.
👌👏👏😍🤗😘
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