“Su mirada, es un incendio de emociones en mi corazón capaz de hacerme sentir tantas cosas al mismo tiempo que, en ocasiones me pregunto si de verdad es real lo que estoy viviendo o tan solo se trata de un simple sueño”.

Al principio no lo creía. ¿Se trataría de un sueño o realmente lo que estaba viviendo era real?. Llevaba tantos años sin sentirme así que, cuando la conocí a ella el mundo que conocía, dejo de existir por completo. Comencé a sentirme querido y valorado tanto qué, en ocasiones dudaba de si estaba mostrándole lo suficiente a ella para que me quisiera como ella me quiere a mí. Por fin, salí de ese “laberinto” que tenía por vida donde cada día, sufría un “mar de lágrimas” de manera incontrolada porque el sufrimiento era tan fuerte, que hasta creía que no aguantaría mucho más soportándolo. Es curioso ya qué, cuándo más “hundidos” nos sentimos por alguna extraña razón, aparece alguien en nuestras vidas para hacernos feliz teniendo la capacidad de que todo lo que hemos vivido, tan solo sea una simple “pesadilla” y que a la mañana siguiente, ya volvemos a ser felices.

Basta con sentir como me miras sin que yo me dé cuenta, para hacerme feliz. Basta, con un abrazo sin esperarlo de esos que, reinician mi cuerpo y alma que hasta en ocasiones, llega a asustarme porque siento, que puedes percibir cuando no estoy en mi mejor momento y de repente, apareces para recordarme una vez más, que te tengo a mi lado. Una conexión tan fuerte y especial que, cada segundo a tu lado, parece como si fuese parte de un sueño. Sueños de esos, en los que me sentía seguro porque al menos durante ese periodo de tiempo, era feliz. Momentos en los que, la vida me daba la oportunidad de amar sin rencor y llorar de emoción una y otra vez. Y momentos en los que, nada era “imposible” y todo lo que me propusiese lo conseguiría tan solo con pensarlo y desearlo con todas mis fuerzas.

Quizás pienses que estoy loco pero, dentro de toda esa “ficción” generada por mis sueños, cada noche ahí te encontrabas tú. Una persona que ni conocía, pero que hacía lo imposible para enamorarme. Una persona que, me abrió su corazón lleno de “espinas” contándome todas esas experiencias tan dolorosas a causa del amor. En cierto modo, sentía que había encontrado a: "mi alma gemela" puesto qué, si después de todo lo que has vivido aún te quedan fuerzas para sonreír con tanta intensidad, amar hasta que duela, y vivir la vida como si nunca fuese a acabarse significa que, el principal problema de mi vida era que no me quería lo suficiente pero que gracias a ti, descubrí esa parte “bonita” de la vida en forma de amor. 

Amor, que comencé a sentir por ti desde el primer momento en que te vi. Podría explicarte con palabras lo que sentí en ese momento pero, probablemente te mentiría puesto que, a día de hoy después de tantos momentos felices a tu lado, no tengo palabras para describirlo. Es por ello, que dejo que mi “corazón” asuma el mando y sea el "capitán" que dirija todos y cada uno de mis sentimientos, rumbo hacía tu corazón. Un lugar donde, lo “eterno” si existe y donde las emociones son tan incontrolables, que no puedes hacer nada para detenerlas….

Juntos, somos una casualidad llena de intención. Más allá de habernos enamorado yo diría que, nos hemos robado el alma y  qué, ahora somos la misma persona.

Desde que te conocí, fue la última vez que me enamoré, porque cada día que pasa, siento que me enamoro de ti.

Dicen que el amor no es para siempre sin embargo, yo pienso que el amor dura lo que tú estés dispuesto a cuidarlo.

Josep Ramos.