"Suspirar amor y expulsar el dolor".

Suspiros de amor, que hacían que todo ese dolor que llevaba dentro de mí se desvaneciese como el humo de un cigarro. Tan solo hicieron falta, unos pocos segundos contemplando tu mirada para darme cuenta de que, ahí es donde quería vivir el resto de mi vida. Conseguiste enamorarme por "casualidad" y ahora esa casualidad, se ha convertido en el amor más bonito de toda mi vida.

 Al principio, era más el daño que sentía en mi corazón que lo que en realidad sentía, pero en ti, veía todo ese amor que un día yo di a aquellas personas que formaron parte de mi vida, pero que por más que amaba y amaba, ese amor nunca era correspondido. Fue en tus ojos, donde vi que tu si sabías amar. Fue tu alma, la que me "susurraba" que me quedase a su lado, puesto que juntos, ese amor que ambos nos teníamos, sería lo más parecido a tocar el cielo y las estrellas con tan solo pensarlo. 

Cariño, es lo que comencé a  sentir apenas sin conocerte. Escuchándote atentamente, mientras hablabas sobre tu vida, observando cada detalle con la precisión de un “francotirador” esperando al momento exacto para disparar una "bala de amor" directa a tu corazón. Sí, era una locura como sentía, esas ganas de amarte y quererte de manera eterna sin apenas conocerte pero, por alguna extraña razón algo dentro de mi corazón, me decía que ya te conocía y que ya antes habíamos vivido lo que estamos viviendo en la actualidad y como el corazón, pocas veces se equivoca decidí borrar mis miedos y escribir la historia de mi vida, enamorado de ti…

Enamorarse, eso que jamás pensé llegar a sentir. Esa extraña, pero bonita sensación de sentir que la persona que tienes a tu lado de verdad quiere pasar una vida llena de amor y no de dolor. Castiguemos a nuestros miedos con amor, demostrándoles una y otra vez, que el amor verdadero siempre vencerá. No hay rival lo suficientemente fuerte, para destruir un amor creado por años de dolor del pasado y que ahora en el presente se ha convertido en un sentimiento tan especial, que a veces me pregunto si este amor que estoy viviendo lo he vivido antes en otra vida...

Eres, ese regalo que no se da con las manos sino con el corazón. Eres, esa luz eterna que ilumina mi alma sin importar el lugar donde me encuentre. Y eres, esa rosa eterna que permanecerá tan floreciente como el primer día que nos dijimos: Te quiero.

Más allá del amor, se encuentra la conexión de dos almas que estaban destinadas a quererse eternamente. “Terremotos de emociones” que podrían haber acabado en catástrofe, pero que sin embargo, a quien único le hicimos daño, fue a nuestros miedos….

Destruyes mi rutina con tu formar de querer, convirtiendo todos mis miedos en amor y todo mi dolor en placer…

Josep Ramos.