“A veces creo que amar a alguien es un delito ya qué, esas personas prefieren vivir en esa cárcel llamada: “miedo” a enamorarse disfrutando de eso que malgastan llamado: “vida”.


El verdadero valor de todo en la vida, se encuentra en las pequeñas cosas. En esos pequeños detalles que pocas personas valoran y las que lo hacen, entienden el valor y el significado de la palabra: “amor”. Es curioso, ver cómo estamos rodeados de una sociedad donde su corazón está cubierto de “hielo” y pocos, son los latidos que le quedan a ese corazón por sentir. 

Cada vez son menos los latidos ardientes que te hacen sentir que hay vida detrás de todo lo que sientes por esa persona y que las ganas de amar a esa persona cada día estén más cerca de convertirse en algo eterno.

Si en algo estamos de acuerdo, es que los “te quiero” que antes se decían después de años de estar enamorado de alguien, en la actualidad es ese “as” en la manga cuando lo que buscamos en realidad no es más que sexo, puesto que lo que sientes por esa persona no va más allá de una atracción física. 

No estoy en contra ni mucho menos de este tipo de pensamiento, pero, en mi opinión la sociedad actual no es “precisa” en absoluto ni con lo que quiere ni tampoco lo que piensa. Me pregunto a qué se deberá ese miedo en decir las cosas tal como las sentimos. Si realmente quieres a esa persona díselo, pero sobre todo, demuéstraselo con hechos, ya que solo así, entenderás que ese amor realmente está siendo correspondido.

Desgraciadamente, la sociedad que nos rodea es tan “hipócrita” que cuando quieres demasiado a alguien vas demasiado deprisa o resulta algo agobiante para la otra persona y cuando no muestras lo suficiente porque tratas de ir poco a poco, significa que careces de interés por esa persona. Analizando esta situación a de la que probablemente, en algún momento de tu vida te has sentido identificado te pregunto: ¿Cómo se debe amar si lo correcto es demasiado y lo poco insuficiente?. Es por eso, que cada vez son más las personas que sufren por amor, ya que viven largos años de su vida tratando de entender a la otra persona, cuestionando su comportamiento y que a día de hoy, siguen sin entender muchos cambios de actitudes de esa persona. Tranquilo, sé lo que piensas ahora mismo ¿Crees que la culpa es tuya verdad? Pues te equivocas y te explicaré el por qué.

Si te fijas, todas esas personas que van con: “el freno de mano puesto” la mayoría siempre te dirán la siguiente aclaración o algo que se le parezca: “Me cansé de dar mi amor por alguien cuando no fue correspondido de la misma manera”. Lo más lógico, sería que cuando tu vida continua, si tienes la suerte de encontrar a alguien con unos sentimientos tan bonitos como los tuyos, lo valores sin dudarlo dos veces cada mínima muestra de cariño, pero tristemente, ocurre todo lo contrario. Esas personas, han sufrido tanto y en cierto modo se han sentido “utilizadas” que se han olvidado de amar, sentir, y hasta incluso, de quererse a sí mismos….Lo peor no es actuar con frialdad, sino que esas personas, no son conscientes de que por culpa de otras personas, han cambiado su manera de pensar y de sentir y en este caso, no precisamente ha sido una mejora en sus vidas…

En la vida, tristemente somos “esclavos” de lo que nos hace daño porque por alguna extraña razón, el sufrir nos atrae más hacia esa persona justificando sus actitudes en todo momento mientras nuestro corazón poco a poco, se va marchitando por dentro. Es por ello, que cuando encontramos al amor de nuestra vida con un “ramo eterno” de amor puro y sincero le rechazamos cada pétalo…

Si alguien te hizo daño y no te quiso, no sufras por ello. Pasa página y escribe una historia nueva sobre tu vida, pero sin  dejar atrás tus valores ni tampoco, tu manera de sentir porque esa forma única de amar que solo tú posees nada ni nadie debe arrebatártelo nunca…

Llegará el día, en que te encuentres con ese “ave fénix” que resurgirá contigo de tus cenizas y caminará a tu lado con los mismos miedos que posees tú, con el mismo dolor que almacenas en tu corazón, y hasta incluso, con la autoestima tan baja que hasta en ocasiones, ha dudado si seguía con vida, pero que desde que te conoció, los latidos de su corazón eran los desvelos más bonitos que nunca antes había sentido por amor…

Cada latido de tu corazón cobra vida en lo más profundo de mi alma…

Josep Ramos.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares