"Asegúrate de poseer riqueza en la mente y pobreza en la envidia”.

Probablemente, sea una de las dos cosas más importas en la vida, puesto que, lo primero, te hace crecer como persona y lo segundo te destruye por completo. Es difícil, en la sociedad que vivimos tener claro hacia donde se dirige nuestra vida. Muchos creen, que su vida será cosa del destino y que no deben predecir que va a ocurrir con sus vidas pero, sentarse a esperar a que la vida tome las decisiones por ti es una forma de desperdiciar tu vida te lo aseguro.

 La vida, te pondrá pruebas que en ocasiones tardarás años en superar ;y hasta incluso después de haberlo hecho, sentirás como si una parte de ti aún siguiese luchando por superar esa difícil prueba. Lo creas o no, acabas de adquirir un poco más de “riqueza” en tu mente porque has logrado comprender que  no por haber pasado por una situación difícil en la vida ya tenemos que tomarnos la vida con calma y no hacer nada sino que cada día, debemos luchar aún más por superarnos.

Tristemente para muchos, no es importante lo inteligente que puedas llegar a ser o lo que estás dispuesto a ofrecer al mundo pero, créeme no tienes que sorprender a nadie ni mucho menos, esperar que todo el mundo esté agradecido con tus actos, puesto que, con el simple hecho de que tú seas feliz haciendo lo que haces y mostrándote tal como eres demuestra la “riqueza” de tu alma y la intensidad de tus sentimientos cara a ti mismo y eso, ya es haber logrado lo que yo denominaría: “la cima emocional”. 

Una cima, que no entiende de fracasos ni tampoco de esos “comentarios” de personas que tan solo envidian tu vida y que simplemente, les gustaría estar en tu lugar, pero que tristemente, su orgullo y envidia son más fuertes que sus ganas de triunfar o lograr algo en sus vidas. Recuerda algo y tenlo siempre presente: a la vez que envejece tu mente envejecerá tu vida y si eres de esas personas que han pasado largos años de sus vidas pendientes de la vida del resto y no de la tuya propia, te toca asumir las consecuencias que supone el sentir que ya todo, es demasiado tarde.

Créeme, al final del ciclo de nuestra vida nada nos acompañará y si en algún momento llegara el momento de que sea mi último “adiós” a mi vida, te aseguro que me sentiré orgulloso de haber hecho feliz a muchas personas, de haber llorado, de haber vivido, pero sobre todo, de siempre anteponer mi felicidad y mis conocimientos sobre mí mismo ante cualquier cosa.

La envidia, es el “veneno” de los que hacen “oídos sordos” cuando las personas buenas tratan de darles su ayuda en cualquier ámbito de la vida. Tranquilo, no todo el mundo ve la ayuda de alguien como algo bueno de ahí la palabra: “envidia”. Siéntete orgulloso de que tu corazón no solo late con fuerza y con mucho amor, sino que también, no está así de “oscuro” como el de todas esas personas que en lugar de agradecer esa ayuda que tú les prestas con tanta voluntad simplemente, sea rechazada por una envidia que permanecerá el resto de sus vidas con los ojos vendados.

No se trata de ver lo bueno o lo malo de las personas. Se trata de admirar todo lo bueno que poseen otras personas y tratar de aprender de ello. Lo malo que otras personas te dicen son lo primero que ellos poseen; porque si la perfección existiese la envidia desaparecería por completo.

Confundiendo a la inocencia de la ignorancia con la sabiduría de mí “silencio”.

Josep Ramos.



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