Un miedo que no superas es un miedo que te persigue. Supéralos en silencio y aprende de ello. Solo así, entenderás que nuestros mayores miedos son creados por nuestra mente. O la dominas o te domina…


A todos sin excepción, nos da miedo algo en la vida. quizás sea, algo que nos marcó cuando éramos niños o quizás, algo que nos atormenta en sueños, pero que a veces es tan real, que hasta podemos llegar a sentirlo. ¿Qué sensación tan horrible verdad?. Por un lado, se encuentra nuestro subconsciente que en ocasiones nos recuerda todo aquello por lo que sufrimos a diario y que a día de hoy, seguimos luchando para superarlo y por otro lado, está nuestra actitud y créeme, si dejas que lo primero te domine nunca, pero nunca cambiarás tu actitud antes los problemas que se te presenten y lo que es peor aún, sobre tu vida que es lo más importante.

Probablemente, muchos de los problemas que te generan ese “miedo” no los cuentas por eso mismo. Te “aterra” tan solo con pensar que debes compartir con alguien algo por lo que llevas sufriendo toda tu vida. Es enormemente difícil, actuar en una situación así. Comienzas haciéndote preguntas del tipo: ¿Qué pensará esa persona sobre mí? ¿Creerá que estoy loco? en fin, son tantas las preguntas que rondan en nuestra cabeza en esos momentos de tanta tensión que es por ello, que la sociedad en general vive con miedos que ni ellos mismos saben el motivo de por qué esos miedos existen en su vida.

Es fácil, mostrar la mejor de nuestras sonrisas a una sociedad donde la hipocresía está a la orden del día y donde se valora más a esa persona “falsa” y que muestra apariencias que no van con su personalidad en absoluto cuando en realidad, poseen tantos miedos que el día que caigan de nuevo en ese “agujero negro” que cada día les atormenta y que, solo esas personas  que sufren las consecuencias en esa fría y oscura soledad entienden. y es que muchas personas, creen ser guerreros con un “arma” en la mano sin miedo a nada en absoluto cuando en realidad, son los primeros que llevan ese “escudo” al que se aferran con tanta fuerza, que en ocasiones, hasta ellos mismos se preguntan hace cuanto dejaron de ser ellos mismos “cegados” por ese “miedo” al que tanto le temen por lo que han vivido en sus vidas.

Es sencillo hablar sobre el amor, la vida, hasta incluso, sobre el amor a nuestras familias, pero no todo el mundo, tiene el valor de hablar de sus problemas o de lo que les preocupa a diario sin derramar ni una sola lágrima ni tampoco, dejar pequeños trozos de su corazón por el camino. Al menos en mi caso, la única forma de superar mis miedos fue afrontándolos sin más. Resulta fácil decirlo pero, era eso o vivir mi propia vida en forma de “depresión” y sinceramente, no me veo el resto de mi vida "ahogado" en mis miedos y mis preocupaciones tan solo, por no tener el valor de apreciar más mi propia vida antes que los problemas de mi día a día.

Si estás en ese momento de tu vida en el que no sabes qué hacer ni cómo afrontar todos esos problemas que tienes actualmente tranquilo, solo necesitas dos cosas fundamentales para superarlos con éxito: “paciencia y tiempo”. Paciencia, porque muchos problemas no se solucionan de un momento a otro y en la mayoría de los casos, tanto tus acciones como tu actitud ante esos problemas harán que ese problema desaparezca antes o después todo depende de ti. En cuanto al tiempo, es el único “juez” que dicta sentencia cuando sea el momento. Entiendo que a veces, queremos solucionar todo de manera instantánea para por fin, hacer que ese dolor y  ese sufrimiento deje en paz a nuestra alma y calme a nuestro corazón pero todo, es cuestión de tiempo. Recuerda este consejo de vida que quizás deberías almacenar en lo más profundo de tu corazón para cuando sientas que ya no puedes más y sientas que te ahogas, en un abrir y cerrar de ojos estés de nuevo en “la superficie”.

Todo lo bueno en la vida, requiere: tiempo, dedicación y amor. Si consigues algo por ti mismo y no te lleva un tiempo considerable conseguirlo, probablemente no valga la pena en absoluto.  en primer lugar, porque lo que no cuesta no se valora y  en segundo lugar, porque lo que rápido se consigue,  de la misma forma se va y si analizas cada situación de la vida, sabrás que tengo razón. En cuanto a la dedicación, no se trata de luchar cada día contra aquello que nos preocupa o nos hace daño sino, dedicarle el tiempo necesario que requiere para analizar la principal causa de que te sientas así. Sí lo piensas, muchas personas, afrontan sus problemas sin previamente analizarlos es por ello, que esos mismos problemas les siguen sucediendo en su día a día porque de un problema, no solo debemos sacar una solución sino también, un aprendizaje.

Y ahora te preguntarás: ¿Por qué el amor? Sencillo, ¿Cuántas veces el amor de un amigo, familiar, o a pareja ha hecho que tus problemas desaparezcan aunque fuese de manera momentánea?. Probablemente, muchas veces y no significa que el amor cure los problemas, pero sí que calma nuestra alma y nuestra mente y no cabe duda, que una mente y un alma en “paz” absoluta afronta mejor los problemas que una mente atormentada y un corazón roto….

Recuerda que los verdaderos problemas de la vida no son los “problemas” como tal sino, los que creamos en nuestra mente los que no nos dejan vivir nuestro día a día.

Una persona que no conoces de límites, tampoco conoce de problemas porque precisamente el no tener límites en su vida, hace que lo que para ti son problemas que no tiene solución para esa persona, tan solo sea su rutina diaria.

Menos excusas y más actitud…

Josep Ramos.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares