“Existen dos tipos de críticas: las que aceptas y las que reconoces. Aceptar una crítica es tan solo escuchar la envidia de esa persona hacia nosotros, pero no hacer nada al respecto. La que reconocemos, es cuando reflexionamos sobre aquello que nos dicen agradeciendo esa ayuda dándonos cuenta de nuestra capacidad de mejora ante algo en nuestra vida. Dos puntos de vista totalmente distintos, pero que sin lugar a dudas, define el tipo de persona que somos”.

Comienza por preguntarte lo siguiente: ¿Te autocriticas?, si la respuesta es no, te aconsejo que comiences a hacerlo. Muchas veces en la vida somos conscientes de nuestros errores, pero muy pocas veces aceptamos dichos errores. Sigo sin entender el motivo de dejar que nuestro “ego” sea siempre el protagonista de nuestra vida haciendo así que cada cosa que hagamos mal en la vida tenga que tener algún tipo de justificación. Deja de engañarte de una maldita vez y entiende que ni eres perfecto ni tampoco puedes no cometer errores en tu vida y creo que ya va siendo hora de que comiences a asumirlo. 

Me resulta triste ver como muchas personas se toman las críticas como algo malo en sus vidas. Si lo piensas, entenderás que una crítica no debe ser algo que te afecte en aquello que haces en tu vida es más, quizás es necesario que alguien critique lo que haces para que pese a lo que opinen los demás de ti lo hagas con muchas más ganas y triunfes en todo aquello que te propongas. Cuántas veces habré escuchado la frase: “una crítica nunca es algo bueno” ¿De verdad lo crees? Si esto fuese cierto todos seríamos tratados de la misma manera. Si una crítica no fuese algo bueno el mundo que conoces estaría más perdido de lo que ya está actualmente porque nunca nadie te dijo que pasos debes seguir en tu vida o al menos te trataron de “aconsejar” aunque fuese en forma de “crítica constructiva” dándote consejos sobre qué pasos debes seguir en tu vida para mejorar…

Créeme, yo era como tú. Nadie podía decirme nada malo sobre lo que hacía o dejaba de hacer porque simplemente me limitaba a no escuchar a esas personas. Pensaba que envidiaban todo lo que hacía y que simplemente me criticaban porque poseía algo que ellos carecían. Afortunadamente para mí, me di cuenta de que el equivocado era yo. Muchas de esas personas tan solo querían el bien mío. Tan solo se preocupaban por mí porque veían que estaba haciendo cosas que no me llevarían por buen camino y que tarde o temprano, me arrepentiría de mis acciones y decisiones en la vida.  Tenían razón, fracasé una y otra vez en todo aquello que me propusiese. Comenzó a ser tan frustrante, que de la impotencia lloraba durante horas preguntándome a mi mismo que es lo que había hecho mal cuando la respuesta a todos esos problemas la tenía desde un principio: “No saber escuchar”.

Fue entonces cuando mi mentalidad cambió. Comencé a aceptar todas y cada una de las críticas de las demás personas hacía mí y las transformé en mi mente como consejos de personas que quizás tenían razón. No todo el mundo va a querer ayudarte eso está claro, muchas personas, simplemente querrán hundirte tan solo porque te ven feliz pero, existe un amplio grupo de personas(más de los que yo creía) que la vida te los presentará para enseñarte algo bueno de la vida que tú desconoces o al menos, que nunca antes lo habías pensado de esa manera y esas personas están en tu vida para ayudarte. aprende a identificar a esas personas y cuídalas como ellos te cuidarán a ti.

Es curioso porque, a veces hasta incluso de la persona que más “odias” puedes aprender cosas maravillosas. Esas personas, te enseñan a visualizar la vida desde otro punto de vista. Observando su comportamiento ante sus problemas del día a día y quedándote sorprendido, por la capacidad que tienen para hacer que ese problema desaparezca y más importante aún, que su mente sepa cómo evadir todo ese “daño innecesario” que no necesitas en tu vida.

Desde que comencé a aceptar las críticas de las demás personas y hacer algo al respecto para mejorar como persona, con ello mi vida también mejoró. Comencé a tener un carácter más calmado y mi mente empezó a desarrollarse de una manera “increíble” porque aprendí a ver el lado bueno de prácticamente todo en la vida. Una tarea muy difícil que solo las personas que sean fuertes de mente lograrán superar con éxito. 

Ya no dejo que ese “río” de problemas me arrastré con él ahora, dejo que fluya comprendiendo de que existen situaciones y problemas en la vida que mejoran y se solucionan con el tiempo.

Josep Ramos.