“Cuéntame tu secreto para que nada te afecte. Acabas de responderte tú mismo, manteniéndolo en secreto. Cuánto más saben de ti las personas, más querrán usarlo en tu contra el día que les falles por lo tanto, el silencio de tus problemas, evita precisamente eso el no crear nuevos e innecesarios problemas. Una cura para tu mente y un alivio para tu corazón”.

Existen momentos en nuestra vida en los que sentimos que ya no podemos más. Sentimos esas ansias de desahogarnos con el mundo porque hace ya tiempo que un tsunami de emociones arrasó con nuestra vida. Arrasó con ella porque nosotros se lo permitimos y sin darnos cuenta dejamos que una “derrota” lo siga siendo continuamente en todas y cada una de las cosas que nos ocurren en nuestro día a día. Pensamos tanto que nos olvidamos de reflexionar en todas y cada una de aquellas cosas que realmente tienen importancia que es: “estar bien con nosotros mismos”.

 Existen muchas prioridades importantes en nuestra vida, pero sin lugar a dudas la más importante es nuestro bien estar. Por otro lado, están las emociones aquellos sentimientos que son tan difíciles de controlar que hasta incluso cuando tratamos de no sentir sentimos el doble y de manera más “caótica”. Muchas veces, nos preguntamos cómo es posible sentir tantas emociones al mismo tiempo y si realmente nos hacen un daño o no en nuestra vida aunque desgraciadamente, todos tenemos una cuenta atrás que cuando llega a “0” explota sin previo aviso y es en esos momentos cuando peor nos sentimos. Probablemente no lo entiendas y creas que lo más importante es mostrarnos como nos sentimos en todo momento, pero muchas veces, es un arma de doble filo. 

No todas las personas estarán a tu lado para ayudarte, muchas estarán esperando el más mínimo error para alegrarse de tus desgracias y de tu dolor. Solo tú tienes la llave de todas las “puertas” de aquellos problemas que parecen no tener salida y recuerda algo y grábatelo en la mente: tu mejor compañía siempre será la que se refleja en tu espejo cada mañana. No importa cuánto te puedan llegar a querer las personas ni tampoco su lealtad en ocasiones los “corderos” se camuflan entre los lobos para intentar tener esa valentía y lealtad que se requiere cuando seleccionas al grupo de personas en tu vida, pero con el paso del tiempo, te das cuenta de las personas que son en realidad. No cuentes ni mucho ni poco sobre tu vida sino lo suficiente…

Si te das cuenta cuanto más sabios somos o más conocemos sobre la vida más evoluciona nuestra actitud ante diferentes cosas. Ya no nos afectan los problemas de la misma manera. Ya no sentimos odio ni rencor por nada ni nadie porque comprendemos que no debemos posicionarnos en las reacciones de las demás personas y dejar que la vida siga su curso. A los problemas, le debemos buscar soluciones no generar nuevos problemas. Debemos tomarnos nuestra vida, como si cada momento fuese especial y donde de cada circunstancia por muy problemática que parezca, debamos sacarle la parte positiva. Una positividad donde, comprendamos en todo momento que nada es para siempre ni lo bueno ni lo malo y que solo nos tenemos a nosotros mismos para cambiar o mejorar nuestra vida. No se trata de tener más cartas que el resto de personas se trata de saber que cartas jugar en tu vida para así entender el verdadero valor de priorizar lo importante y no tan solo lo necesario ¿Entiendes?.

Lo importante no es caerle bien a todo el mundo ni tampoco victimizarte por cada una de las cosas que te ocurre en la vida. Siendo honestos, a muy pocas personas le interesa tu vida(asume de una vez que no eres un personaje público) eres una persona más en este odioso y extraño lugar llamado "mundo" tratando de vivir su vida lo mejor posible y si debemos dejar algo en este mundo, que sean huellas bonitas en los corazones de las personas que nos aman y que amamos de verdad. Un problema deja de ser un problema cuando tu mente y tu corazón forman equipo para resolverlo sin que apenas te des cuenta. 

Lo creas o no, deberás ser tu propio psicólogo cuando nadie quiera escucharte. Deberás ser tu propio médico y escuchar a tu cuerpo cuando los mismos médicos te digan que todo parece normal. Y deberás ser tú la persona que marque los límites para todo aquello que te preocupe en tu vida.

A la misma velocidad que cometes errores en tu vida aprendes de cada uno de ellos nunca lo olvides.

En silencio los problemas y de luto el corazón porque no hay mejor forma de vivir la vida que recordando una bonita canción.

Josep Ramos.



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