“Una sociedad de cristal en una era tecnológica solo puede ocasionar fallos en el sistema de la mente de las personas”.

En una sociedad de “cristal” donde todo nos afecta y nos hace daño. Una sociedad donde las sonrisas parecen “delitos” y llorar lo correcto sin lugar a dudas, la sociedad está perdida hace ya mucho tiempo lo que queremos camuflar lo evidente con la nueva realidad que se nos ha ofrecido en el mundo y de la cual todos y cada uno de nosotros somos “dependientes” de ello. Hemos creado una dependencia prácticamente en todas y cada una de las cosas que hacemos dándole más importancia a si el que está a nuestro lado nos observa que a nosotros mismos dejando así que nuestro “valor” como personas se ponga en duda y siendo así, dueños de nuestro cuerpo, pero no de nuestra propia vida y ese, sí que es un verdadero problema. 

De nada sirve vivir momentos inolvidables si gran parte de ese tiempo no lo disfrutaste como deberías y tan solo malgastabas tu tiempo una y otra vez tomando fotografías de aquel hermoso lugar. Comienza a vivir las emociones que te ofrece la vida con tus propios ojos y no a través de una cámara porque los mejores recuerdos los almacenamos en nuestra mente y no en un teléfono móvil…

Somos inconscientes del “veneno” que consumimos a diario en nuestra vida donde creemos que la educación que actualmente nos enseñan es la adecuada y que realmente aprendemos algo cuando en realidad ha disminuido la inteligencia de las personas y ha aumentado las depresiones por todo aquello que vivimos y nos hace daño. Demasiado loco debe estar el mundo y en consecuencia, las personas que vivimos en el sí no somos capaces de aprender a controlar nuestras emociones por el simple hecho de que creemos que una persona que nos aconseja que hacer y que no en la vida en su simple “video”.

 Todas las personas tratamos de aconsejar a los demás para así liberarnos de todos los problemas que sufrimos a diario en nuestra vida. Las personas que más sienten son también las que más dolidas están y sobre todo rotas por dentro, pero si hasta en ese estado han logrado salir adelante con su día a día ¿Qué te hace pensar que tú no puedes hacer lo mismo?.

 En ocasiones, siento que las personas poco más que necesitamos un “permiso” para vivir, para sentir, hasta incluso para opinar sobre algo que no nos agrada por el simple hecho de que tendremos a muchas personas señalándonos con el dedo tratándonos de “loco” simplemente por no estar de acuerdo con nuestras opiniones o nuestra manera de vivir. Gracias a todas esas personas que me han señalado con el dedo hoy, soy esa persona “exclusiva” e inusual que realmente entiende que la vida está diseñada para vivirla y no para entenderla, pero solo unas pocas personas, están listos para mantener esta conversación…

Cada día me doy más cuenta de que tiene más valor un “like” de una fotografía que “simula” la felicidad plena de esa persona a lo que realmente sentimos en nuestro corazón. Los sentimientos no se pueden fotografiar ¿Sabéis por qué?, porque en ocasiones nuestros sentimientos son imperfectos y generan dudas. En ocasiones, nos sentiremos felices y en otras, quizás no tanto, pero nunca seguirán un patrón determinado y eso es lo bonito de sentir las emociones tal y como nos van viniendo. Mirar a una cámara esperando la fotografía perfecta después de más de doscientas fotos solo demuestra la gran inseguridad que sientes en ti mismo y que aún ni te has dado cuenta. Si continuamos pensando de la misma manera que lo hacemos en la actualidad llegará un momento, en el que las personas dejarán de sentir. 

Llegará un momento, en el que la felicidad se convierta en tristeza de manera eterna y nunca nada ni nadie nos hará lo suficientemente feliz y ese es el verdadero problema. Somos adictos de lo irreal y no de lo natural es por ello que cada día soñamos con metas que nunca lograremos por el simple hecho de encontrarnos en el mismo punto de partida. Cada día criticaremos el éxito de las demás personas creyendo así que seremos personas exitosas tan solo por juzgar a los demás. Una sociedad frágil como el cristal y que vive en una: eterna oscuridad. Una manera de morir en vida creyendo así que es la mejor forma de vivir la de sentir pero no decir, la de soñar pero no luchar y la de criticar pero nunca escuchar…

De nada sirve poseer los sentimientos más bonitos del universo si tan solo los muestras cuando te sientes triste. De nada sirve soñar con lograr todo aquello que actualmente te resulta imposible si estás esperando al momento “perfecto”. 

No se trata del momento sino de las ganas. Grábatelo de una maldita vez en tu mente: “El mañana siempre debe ser el hoy por si mañana ya es demasiado tarde”.

Josep Ramos.