¿Es esto un “adiós” al amor o un “hola” a nuestro destino?.

Seguramente en algún momento de tu vida has pensado en como hacer “callar” a todos y cada uno de esos pensamientos que tanto te atormentan a diario. Es probable que en ocasiones sientas de que nada de lo que hagas es suficiente ni que tampoco entienda el rumbo de tu vida actualmente, pero créeme pronto lo entenderás.

Pronto, entenderás que tan solo somos pasajeros en un avión llamado “vida” que en un principio tendrá un destino y que a medida que pase el tiempo iremos cambiando de un lugar a otro. Con esto me refiero a que comenzaremos a cambiar nuestra manera de ver la vida, comenzaremos a cambiar nuestra forma de pensar y hasta incluso la forma en la que nos afectan los problemas actualmente. Con esto último, es muy importante que tengas claro que nada en la vida es para “siempre” ni los problemas, ni las personas que hoy están en tu vida ni tampoco tu propia familia, pero que pase lo que pase, deberás seguir adelante con tu vida. Soy fiel creyente a que todo en la vida sucede por algo y que no podemos hacer nada para evitarlo. 

Si aparece alguien en nuestra vida para mejorarla así será aunque tú trates de frenar esas buenas y bonitas emociones que estás sintiendo por miedo al dolor. Te aseguro que el único daño que te haces es a ti mismo frenando todas cosas aquellas cosas buenas que te sucedan en tu vida te lo aseguro. Es curioso, pero, cuando algo malo nos ocurre en nuestra vida lo normal sería dejarlo ir, pero tristemente, nos aferramos mucho más a eso que nos está ocurriendo. No le pedimos permiso ni a nuestro corazón ni a nuestra mente porque simplemente actuaremos por impulso aun sabiendo, que nos acabaremos chocando de frente con la pared te lo aseguro. ¿Qué porque ocurre?, sencillo, en ocasiones somos ciegos de mente y de corazón, pero no de visión esto quiere decir que por mucho que nuestros ojos vean el daño que nos está haciendo algo o alguien en nuestra vida decidimos seguir en esa misma situación sin importar lo que nuestra mente o corazón ya sepa te lo aseguro. 

Es una situación bastante complicada con la que lidiar porque siempre buscamos “culpables” cuando el principal lo tenemos frente al espejo. Comenzamos a pensar el por qué hemos permitido que esa persona nos dañe así sin más acusando a esa persona de infinidad de cosas entre el odio y la rabia que nos controla por dentro, pero no nos damos cuenta de que el único culpable de que todo eso ocurra somos nosotros mismos. 

Somos nosotros los que permitimos que ese problema nos siga afectando cuando desde la primera vez que algo nos hizo daño debimos alejarnos sin más y no volver a vivir una situación así. Somos nosotros los culpables de llorar en numerosas ocasiones cuando la vida nos advertía en forma de decepción todas y cada una de las cosas que nos estaban haciendo sufrir, pero que pese a ello decidimos seguir adelante. Una vez más tratando de coser un corazón roto sabiendo que nunca, volverá a reconstruirse.

Lo bueno de todo esto que aun teniendo el corazón lleno de cicatrices tenemos tiempo para sentir, tenemos tiempo para vivir emociones inolvidables con personas increíbles y que nunca olvidaremos y sin lugar a dudas existen momentos en la vida que entre tanto dolor siempre habrá alguien que te recuerde la verdadera importancia de la palabra: “Amor”.

Vivimos en un mundo donde se repite más veces la palabra “te quiero” que la palabra “lo siento” y en la mayoría de los casos, nunca sentimos de corazón ninguna de las dos. ¿Nos habremos olvidado de sentir o simplemente sea nuestro dolor el que no nos permite hacerlo?. Sigo sin entender de qué sirve poseer un corazón de hielo y acabará derritiéndose. De que sirve decir “no” a casi todo cuanto realmente lo que sentimos es todo lo contrario. De que vale tener claro nuestros sentimientos y hacia donde se dirige nuestra vida si de dos palabras que decimos nos contradecimos en cuestión de segundos en una de ellas y hasta incluso en muchas ocasiones de las dos. 

Existen cosas que ni el destino es capaz de entender por qué por mucho que esté todo escrito quien camina y vive ese destino somos nosotros. Somos los creadores de nuestra mejor versión o de la peor todo depende de cuánto nos queramos a nosotros mismos y pese a no ser felices siempre lo somos en numerosas ocasiones que nos da la vida y que no siempre lo valoramos como deberíamos hacerlo te lo aseguro.

Siempre buscamos algo por lo que quejarnos o por lo que discutir a lo que yo me pregunto: ¿Cuándo comienza la discusión sobre cuánto nos queda por vivir?. Llegará el momento en que no tendrás ni tiempo ni vida y créeme, no tienes ninguna opción que escoger porque ambas, son inevitables.

Con mi destino en una mano, y mi corazón en otro.

Josep Ramos.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares