“Mis demonios me susurraban que me rindiese a lo que yo les contesté lo siguiente: “Ya arreglaremos cuentas en el inframundo cuando llegue el momento aún me queda un largo camino por recorrer muchos sueños que cumplir y toda una vida por vivir…”

No es tiempo de abandono ni de lamentaciones es tiempo de progreso y sabiduría para que cada día que pase merezca la pena vivirlo. Ha llegado el momento de priorizarme más y mi mismo y menos al mundo que me rodea. Muchos pensarán que soy “egoísta” por pensar así, pero en parte debo serlo. Debo serlo porque cuando quise querer con toda mi alma, me rechazaron. Cuando estuve ahí para todas esas personas que necesitaban de mi ayuda en ocasiones ni recibí un simple: “gracias”. Viví momentos de oscura y eterna soledad donde el único ruido que se escuchaba en mi habitación eran los de mis llantos descontrolados por todas esas situaciones “traumáticas” que todos sin excepción hemos vivido alguna vez y que hasta incluso a día de hoy nos cuesta superar… Si debo ser egoísta para que mi vida mejore y mi estado emocional cambie lo haré sin dudarlo. 

Desde mi punto de vista no es ser egoísta sino inteligente porque habrá problemas y recuerdos que me acompañen durante el resto de mi vida, pero, solo tengo una “oportunidad” en este mundo y no debo desperdiciar ni un segundo más lamentándome por los problemas ni la vida de los demás sin antes pensar mi. Con esto, no quiero que nadie sienta lástima o pena por mí. Soy como soy y nunca cambiaré mi forma de ser, puesto que gracias a ello he podido superar y conseguir todo lo que me he propuesto. Soy de esas personas que siempre lo da todo sin esperar nada a cambio porque sinceramente cuando sientes que has hecho un bien(sea el que sea) en algún momento de tu vida te será recompensado te lo aseguro. Ya no siento ni odio ni envidia por las personas tan solo siento indiferencia en lugar de odio y admiración en lugar de envidia. 

Sentir indiferencia por eso que nos hace daño y frena nuestra vida es de sabios porque nada en esta vida debe dolernos tanto como para impedir que podamos continuar con nuestra vida. Si alguien decide hacerte daño no te preocupes ni es la primera ni la última persona en tu vida que te lo hará. Reflexiona y te darás cuenta de que esa persona apareció en tu vida para enseñarte una lección de vida y que debes afrontarlo poco a poco. Sé que es difícil hay situaciones en las que no es fácil asimilar que alguien que querías con todas tus fuerzas se marche sin más. Llegando al punto donde no ves más allá de echarte culpas a ti mismo creyendo que todo ha sido culpa tuya y sin darte cuenta, la ira y el dolor te comienzan a comer por dentro muy lentamente agotando todas y cada una de tus energías. No permitas algo así. A veces las cosas suceden porque deben suceder sin más y ya está lo que necesitas es tiempo para sanar todas esas heridas que actualmente te atormentan.

Por otro lado, una de mis motivaciones principales para seguir adelante con mi vida es fijarme en mi alrededor. Poder sentir como el resto de personas luchan cada día por sus metas hasta conseguirlas y donde han tomado la actitud de decirse a sí mismos: “nunca es suficiente”. Es muy satisfactorio ver como otras personas que en un principio sentías “envidia” pueden llegar a motivarte con sus actos cada día. Probablemente te resulte una tontería, pero, cuando comienzas a obtener la motivación necesaria en la vida para lograr todo aquello que propones te conviertes en una persona imparable. Los problemas, ya no son importantes en tu vida, sino que comienzas a aprender de ellos y afrontas cualquier tipo de situación convirtiéndose en un gran éxito.

 Empiezas a sentir como el “amor propio” te abraza una y otra vez comprendiendo que la felicidad no se basa en lo que te aportan las personas sino en ti mismo dando prioridad a tu felicidad y luego a la que te aporta el resto del mundo. No hay mejor cura para el dolor el amor y cualquier situación en la vida que una mente ocupada. Una mente ocupada sabe que su única lucha diaria es lograr todos esos sueños que tiene en su mente. Una mente ocupada no tiene tiempo para mantener relaciones(sean las que sean) con personas “tóxicas” que tan solo viven sus vidas “sufriendo” constantemente por el tipo de vida que tienen, pero que no hacen nada en absoluto para cambiarlo y sin lugar a dudas, una mente ocupada no malgasta tiempo de su vida en dar explicaciones a personas que tan solo muestran “interés” en nosotros porque tenemos algo que ofrecerles…

A todas esas personas que viven cada día de sus vidas “atrapadas” en esa “cárcel” llamada: rutina les aconsejo que comiencen a crear todo aquello que realmente sueñan y quieren antes de que sea demasiado tarde. Tus problemas pueden ser eternos o pasajeros todo depende de ti y de como quieras afrontar todo aquello que te ocurre en la vida…

Las emociones vienen y van al igual que las personas y en un mundo donde nacimos solos y lo abandonaremos de la misma forma, es conveniente que si algo debe importarte es tu salud mental antes que cualquier otra cosa en la vida…

No se llama egoísmo sino, prioridad. Porque pase lo que pase siempre será prioritario mi felicidad.

Josep Ramos