“Te sonríe mi silencio y te mata mi indiferencia.”

No existe mayor derrota que la de engañarnos a nosotros mismos creyendo así que dejaremos de ser la persona que somos en realidad. Es difícil entender como muchas personas puede creer que las “indiferencias” se deben resolver haciendo uso de la mentira ¿Acaso eso hace que no te engañes a ti mismo? Permíteme dudarlo. Hay momentos en la vida en los que ni sabemos el por qué nos ocurren ciertas cosas ni tampoco por qué estamos viviendo ese tipo de situaciones sin merecerlas, pero hasta incluso en esos momentos, la vida nos está “hablando” alejándonos de algo que no merezcamos en nuestra vida y cada día lo tengo más que comprobado. 

Son cada vez más las personas que hacen uso de su “hipocresía” a la hora de actuar en ciertas situaciones de la vida y menos la verdad es por ello, que detrás de una sonrisa se puede ocultar todo lo malo que no queremos que el resto de personas conozcan de nosotros, pero tarde o temprano las máscaras se caen y ni la “mentira” puede salvarnos de la persona que realmente somos.

Es curioso como existen personas que reclaman amor cuando ni siquiera conocen el “amor propio”. Me resulta triste, ver como hay personas que te dicen “te quiero” con el “puñal” tras la espalda esperando el momento “exacto” para hacerte un daño que en ocasiones, resulta irreparable, pero tranquilo, pase lo que pase, todo es algo temporal puedes estar seguro. Las personas que nos hacen daño tan solo demuestran las inseguridades que poseen en sí mismos porque ni tan siquiera saben qué hacer con sus vidas. Un día pensarán una cosa y tendrán claro cuáles son sus proyectos de vida y al otro, dudarán hasta de su propia existencia lo que yo llamaría: un trastorno “bipolar” que ni esas personas entienden y que en la mayoría de los casos culpan a sus acciones como consecuencia del daño o dolor que han sufrido a lo largo de sus vidas. podrás engañar a tu corazón, pero, ¿Acaso crees que puedes engañarle a la vida?. Ni lo intentes ni tampoco malgaste saliva en dar explicaciones sobre algo que simplemente, tiene una sola respuesta: “No te quieres lo suficiente”.

 Aunque muchos creen que esto no es para nada un problema, lo es e ignoran en que medida puede afectarte el tener una baja autoestima o no quererte lo suficiente en tu vida. Personas “suficientes” en un mundo de constante emprendimiento y crecimiento cuyo destino no va más allá del fracaso. Las personas no fracasan cuando algo no les sale bien fracasan, cuando dejan de intentarlo y existen personas que aún no entienden la importancia que esto tiene en nuestras vidas…

 Aplicable para absolutamente todo en la vida. si tienes pensamientos e ideales que no van más allá de solo pensar en ti sin importar el daño que le hagas a las demás personas con tal de tú conseguir tú “éxito emocional” tan solo demuestra que es cuestión de tiempo que en ese peldaño de tu vida que te encuentras actualmente y piensas que nunca caerás, caigas en picado dándote de lleno contra la “cruda” realidad de lo único que tenemos llamado “vida”.

Tanto para lo bueno como para lo malo, cada acción tendrá una consecuencia o una recompensa todo depende únicamente de nosotros mismos y de que tanto aprecio le tenemos a la vida y a las personas que la comparten con nosotros. Si no te quieres lo suficiente te rodearás con el mismo tipo de personas. Personas inseguras de sí mismas que creen que la vida es un “juego” y que no importa lo que hagas o dejes de hacer mientras seas feliz. 

Lamentablemente, a esas personas la felicidad les quedó grande hace tiempo es por ello que “vagan” por la vida buscando respuestas a sus carencias afectivas en manos de las personas equivocadas y como consecuencia, sufren por ello. No todo el mundo querrá tu felicidad ni tampoco todo el mundo te deseará el mal, pero recuerda asegúrate de que ese mismo deseo no lo sientas hacia las demás personas o significará que como persona no vales nada en absoluto recuérdalo…

La indiferencia siempre será lo más doloroso para aquellas personas que creen tener el control sobre los demás y por tener no lo tienen ni sobre sí mismos…

“Te sonrío en silencio porque hace ya tiempo que te mató mi indiferencia”

No se llama karma como consecuencia se llama karma como resultado a aquello que hacemos en nuestra vida…

Josep Ramos.