“Todos los días soy un ignorante no por mi falta de conocimientos sino por mi constante aprendizaje”

Si cada día no aprendes algo nuevo, trata de reiniciar u omitir ese día te aseguro que no ha valido la pena. Todos (sin excepción) debemos prestar atención a todo lo que la vida trata de mostrarnos o enseñarnos cada día para darnos cuenta de lo “ignorantes” que realmente somos. Cada día, son más las personas que creen saberlo todo sobre la vida, pero la realidad, es otra totalmente distinta te lo aseguro.

  En mi opinión, no se trata de ser más o menos inteligente que los demás sino, de la actitud que muestras cada día según lo que aprendes y en relación con lo que te decepciona. Una actitud, que pocas personas poseen por el simple hecho de que creen que es suficiente con aprender algo sobre la vida así sin más y no se preocupan por saber los motivos de eso que han aprendido para ahora ser un poco más “sabios” que el día anterior.  Son cada vez menos las mentes despiertas que se cuestionan a diario el “por qué” de prácticamente todo lo que ocurre en sus vidas y más, las personas que viven tal y como le vienen las cosas en ese momento sin importar si les traerán o no consecuencias...

En ocasiones, hacerse el “tonto” o el que no sabe nada sobre la vida es una gran ventaja ¿sabes por qué?, porque así observas a tu alrededor como la mayoría de personas siempre creerán tener la respuesta a todo en la vida cuando son esas mismas personas las que más necesitan aprender sobre ella te lo aseguro.  Nunca es suficiente cuando eres “bueno” en algo y ya está pudiendo ser extraordinario. Nunca será suficiente el daño que te hagan las personas a lo largo de tu vida si de ese “daño” no has aprendido nada en absoluto, puesto que, sigues cometiendo los mismos errores.  Equivocarse es necesario, pero cuidado en ocasiones, nos volvemos “adictos” a cometer los mismos errores una y otra vez creyendo así que es la mejor solución para superarlos cuando realmente, es todo lo contrario. 

Es curioso, como con los años aprendes a ver más allá de lo “común” y entiendes que hay cosas que simplemente son como son y que debemos aprender de ello sin más.  Aprendí a dar menos explicaciones y a justificarme por lo que hacía o sentía en todo momento y comencé a quererme más a mí mismo. Comencé a invertir en lo más preciado que todos poseemos y que muchos con el tiempo, abandonamos casi que por completo: “nuestra mente”.  Sí, abandonamos nuestra mente desde ese momento en el que conocemos la palabra: “suficiente” y estamos de acuerdo con ello.  Sin darnos cuenta, nos acomodamos con la vida que tenemos y comenzamos a ser más “conformistas” de lo que ya éramos anteriormente y es en ese momento cuando poco a poco nos acabamos destruyendo… 

He vivido situaciones tan dramáticas que hasta la persona más fuerte lloraría. He tenido que soportar “humillaciones” y “desprecios” que harían a las “nubes” llorar de emoción desde mi primera frase y te aseguro, que ha habido momentos en mi vida, en los que llegué a creer que mi valor era igual a 0 y por extraño que os resulte, fue entonces cuando comprendí que si pude superar todo aquello que viví significaba que mi vida solo debía “multiplicarse” y nunca permitir que nada me “restase” sin importar las circunstancias…

De todo en la vida se aprende(de todo en absoluto) y aunque hoy te sientas débil con el tiempo, obtendrás la fuerza y la valentía que necesitas para seguir adelante te lo aseguro tu motor es tu “mente” y tu “guía” tu corazón hagas lo que hagas, asegúrate de que lo sientes en lo más profundo de tu alma a la vez que tu mente te lo confirma solo así, lograrás ser una persona de éxito absoluto. No creas que es cuestión de días, ni de meses, hasta en el peor de los casos, de años te aseguro que el “éxito emocional” requiere mucha paciencia y dedicación para que algún día, te mires frente al espejo y te digas a ti mismo: “soy la mejor versión de mi mismo pero no la mejor versión que seré mañana”.  

Cuando tu mente llegue a ese nivel y a esa capacidad de constante aprendizaje sobre cualquier cosa que ocurra en tu vida, encontrarás la verdadera belleza que esconde en ella.  Ya no le temes a tus miedos, te temen ellos a ti porque te has convertido en una persona tan impredecible y con un control sobre tu persona tan poderoso que, asustaría hasta el mismísimo “diablo” puedes estar seguro.

Me quemé con las “llamas” de mis propios errores hasta que comprendí, que yo era la principal causa de aquellos “incendios” en mi mente y de ese dolor tan horrible que sentía en mi corazón fue entonces, cuando mi mente apagó mis miedos y mi alma me señaló mi camino…

Dueño y amo de mi destino porque solo de realidades vivo.



Josep Ramos.



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