“Una noche de lágrimas no significa toda una vida en constante depresión tan solo son momentos para reiniciar el corazón”.
Esa noche llovía a mares dentro de mi corazón podía sentir como cada recuerdo me dañaba. podía sentir como una voz me hablaba una y otra vez dentro de mi cabeza recordándome aquello que tanto daño me hacía. Sentía que me ahogaba poco a poco y que llegaría a tal punto de que desistiría y me dejaría “ahogar” por completo. En cierto modo, era lo que quería acabar con ese maldito sufrimiento de una vez por todas. No comprendía como algo podía dolerme tanto si simplemente ya había "arrancado" esa “página” de mi vida hasta que con el tiempo, me di cuenta de que no importa las veces que arranques una misma página de tu vida si aún la sigues leyendo en tu mente y recordando en tu corazón. Era como acostumbrarse a vivir en el “infierno” pese a saber que eso te hacía daño.
No importaba puesto que no podías ver más allá de los sentimientos que tú sentías en ese momento y que todo en absoluto, era justificable. Tristemente, después varias tormentas no venía la calma sino más y más tormentas, huracanes y otros fenómenos que atormentaban mi mente una y otra vez. Decidí analizar la situación hasta darme cuenta de que era mi culpa. Sí, era mi culpa porque yo era el encargado de permitir que todo me afectase. Yo era consciente de que muchas de las cosas que había vivido no eran las mejores, pero me gustase o no, era parte de la vida y parte de mi aprendizaje diario. a lo que me preguntaba ¿Para qué ahogarme en un vaso si puedo romperlo? En ese momento entendí que yo tenía que tomar el control de una vez por todas. No bastaba con decir voy a hacer esto o lo otro, sino ir a por ello ya fuese entero o en mil pedazos porque sabía que tarde o temprano valdría la pena el esfuerzo.
Un esfuerzo, que solo las personas que estamos al borde del abismo sin nada más que perder entendemos. Un abismo donde te das cuenta de que has pasado por tanto que simplemente pasar por algo una vez más tan solo sería una piedra más en el camino a la que acabarías dándole una patada lo más lejos posible. Al igual la solución siempre la hemos tenido en nuestras manos, pero nunca hemos querido verlo. Es muy probable que la vida y los problemas tendrían otro sentido totalmente diferente si nos diésemos cuenta de que lo que se fue es por un motivo y lo que venga a nuestra vida será por otro…
Lo bonito es eso darnos cuenta de que a veces nuestro corazón necesita reiniciarse por completo para volver a “funcionar”. Necesita que perderse por completo sin tener muy claro lo que siente o deja de sentir para poder buscarle el sentido a la palabra amor y puesto que hablamos de amor, debemos priorizar ese amor fundamental llamado: “paz interior”. Sí esa es la mejor de las soluciones para todo en la vida ser “exploradores” de todo aquello que nos da vida, nos da paz y hasta incluso todo aquello que nos hace sonreír porque esos pequeños motivos son las ganas que nos dan de vivir y sentir…
Ya es hora de que el sufrimiento pase a ser el “postre” y no el plato principal, puesto que si sabes lo que comes para que tu cuerpo y mente funcione con normalidad no tendrás tiempo de pensar en el “postre” y en este caso en los problemas o en todo aquello que te hace sufrir…
Sufrimos demasiado por los vivos olvidándonos de los que ya no están con nosotros, es por ello que cuando alguien es recordado en su ausencia es porque no se le valoró lo suficiente en su presencia…
Noches de lágrimas para reiniciar nuestro corazón porque siempre habrá más motivos por los que vivir que por los que morir…
Josep Ramos.
Comentarios
Publicar un comentario