“El efecto Dominó de la vida. lo que das regresa, lo que piensas, lo creas y lo que dañas, te destruye así de simple”

Somos lo que creamos. y como creadores de nuestro camino y nuestro destino solo de nosotros dependerá realmente si nuestra vida será una constante “ruleta rusa” o de lo contrario nuestra vida será un sinfín de emociones donde cada día dejamos que la vida nos sorprenda gracias a lo que nosotros le damos a ella. Cada día, soy más consciente de que no se trata que tanto recibes de la vida sino de que tanto le das. Si lo piensas, son más las veces que esperamos cosas buenas de la vida que lo malo y es por ello, que nunca terminamos de comprender que para triunfar con “estilo” hay que fracasar de la misma manera las veces que hagan falta. 

Existen personas que tienen prácticamente “todo” en la vida, pero siempre les falta algo. Muy probablemente, esas personas sientan un vacío muy grande dentro de sí mismos porque como diría yo: “nada les llena”. Nada les parece suficiente y si algo les hace feliz, normalmente, es de manera temporal. Temporal, lo es prácticamente todo en la vida. La familia, los amigos en fin, la vida en general, pero si no disfrutamos de esos pequeños momentos de felicidad que nos ofrece la vida ¿Acaso crees que tendrás tiempo de hacerlo cuando llegue el día de no formar parte de este mundo?. Piénsalo fríamente y sabrás que tengo razón. Sufres demasiado en tu vida, pero te olvidas principalmente de lo más importante: “de vivirla”. 

Te olvidas de recorrer cada pequeño rincón de este increíble mundo donde cada día aprendes algo nuevo. Donde cada día, te equivocas actuando de maneras que a veces, ni el corazón entiende ni la mente comprende, pero, ¿Sabes qué? No importa es parte de la vida en este caso, de la tuya la que tú has decidido vivir y la que has escogido por lo tanto son tus decisiones las que deberían preocuparte y no las del resto del mundo que te rodea. Créeme, entiende más el silencio de tus palabras y comprende un poco más el estruendo de tus acciones y vivirás mucho más feliz. Al fin y al cabo, todos le deseamos el bien a personas que quizás, no nos lo deseen a nosotros, pero tan solo dejamos claro el tipo de persona que somos y tan solo por ser así, ya deberíamos ser felices. 

No trates de comprar la felicidad, puesto que, ni el dinero ni la riqueza podrá jamás podrá reemplazar a una conciencia tranquila libre de preocupaciones innecesarias donde tu principal preocupación es simplemente, ser mejor persona que el día anterior. No haces daño a nadie, no te preocupas por nadie y simplemente, no esperas nada de nadie y eso es un “placer” que muy pocos entienden, pero que con el paso de los años y de la vida entenderán que es la mejor opción: Vivir por y para ti.

Muchas personas hablan de los logros ajenos, pero sin enfocarse en los suyos propios es por eso que el “ascensor de la vida” sube y baja sin detenerse por el camino. Unas personas suben y otras bajan así de simple, pero todas sin excepción siempre estarán en un extremo u otro. O en lo más alto de sus logros o en lo más bajo de su conformismo. En mi caso, soy de los que sube peldaño a peldaño por las “escaleras de la vida”. Observo a mi alrededor y aprendo mientras crezco como persona lentamente. Me equivoco y vuelvo a caer una y otra vez pero siempre, con la mirada al frente con el mismo propósito que siempre. Aprendiendo de mis errores y compartiendo mis conocimientos con todas las personas que lo necesiten porque al menos en mi opinión, la clave para lograr el éxito se encuentra en compartir lo que sabemos con el resto del mundo. 

Si algo destruí hace tiempo fue mi “ego” simplemente porque es una guerra que nunca podremos ganar por lo tanto prefiero “aliarme” con mi enemigo y aprender de él sacando así la mejor versión de mi mismo…

No complacerme a mí mismo sería un error que jamás podría perdonarme. El no complacer al resto, es simplemente algo” opcional” que afortunadamente, ha dejado de importarme…

Josep Ramos



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