“Si hipotecas tu vida con una persona que ni te valora por simple rutina, con el tiempo, acabarás con tu vida y tu autoestima”

Lo fácil que resulta a veces enamorarse de alguien y sin embargo, lo difícil que resulta en ese proceso seguir queriéndonos a nosotros mismos como lo hacíamos antes. Al principio, te centras tanto en esa persona que perdemos el “norte”. Realmente lo que estamos perdiendo son nuestros valores y sin darnos cuenta eso, nos destruye por dentro poco a poco. Darlo todo está bien es más, pienso que es necesario hacerlo, pero, a veces no esperes obtener el mismo resultado que tú das a alguien. Hay personas, a las que simplemente no les interesas y para lo único que te quieren en sus vidas es para ser un pequeño recuerdo que sea tan solo algo temporal… Es curioso porque, si vives toda tu vida en busca del amor, que haces metiéndote en “guerras” que sabes que las perdiste desde el principio?. Con esto quiero decir, que el amor es más contradictorio que “real” y cada vez menos sincero y más “artificial”.

 No se valora lo que sientes por alguien sino lo que le das. No se aprecia que una persona esté ahí para ti en todo momento. Cuando las necesitas, ahí están para ayudarte y siempre, serán esas personas las que hagan que tu vida tenga sentido. Haciendo que tus problemas sean fáciles de resolver y que tu vida sea fácil de caminar. Enseñándote ese lado “bonito” de la vida que está más allá del día y la noche. de la luz y las estrellas sacando todo lo mejor de ti mismo aunque trates de evitarlo. Esas personas, sin lugar a dudas, merecen todos mis respetos porque han decidido guiarnos a todas esas personas que tratamos de encontrarnos a nosotros mismos día a día compartiendo, su “amor propio”. ¿Crees que no se puede compartir algo así?. Te equivocas y permíteme explicarte el por qué.

 Cuando una persona realmente te quiere no solo secará tu mar de “lágrimas” las veces que hagan falta, sino que nadará en el “océano” de tu dolor con tal de que todo ese sufrimiento que sientes dentro de ti, se convierta en amor. No importa las veces que rechaces a esa persona por “miedo” a que te vuelvan a hacer daño, puesto que, podrás sacar a alguien de tu vida pero nunca, de tu corazón recuérdalo. Esa persona no entenderá el significado de palabra “No” porque si te ayuda pese a todo el dolor que puedas causarle es porque se ha visto en tu situación y le hubiese gustado que alguien hubiese estado ahí para ayudarle te lo aseguro… pero ahora que lo pienso, ¿Qué vas a saber tú del amor si llevas como segundo idioma la palabra hipocresía?.

Lo gracioso de todo esto, es que cada vez son más las personas que lo dan todo y pierden, pero también esas mismas que pierden son las que más aprenden sobre la vida. y la vida te aseguro que se trata de eso. de vivir lo que aprendemos y no lo que entendemos. Hay personas, que nos dejarán un vacío dentro de nosotros y otras lo llenarán y hasta que la forma de querer no cambie, simplemente seremos “eso” para todas y cada una de las personas que nos rodean. A veces el vaso lleno, y otras, el “cristal roto” que les hace daño. Ambas, son necesarias en nuestra vida porque hay personas que lo reciben absolutamente todo, y no saben que hacer con tanto y hay otras, que seremos como un “cristal roto” que el más mínimo roce, puede hacer que “todo” nos haga daño. Y así nos va tanto en la vida como el amor, unas veces navegamos contra corriente aun sabiendo que no llegaremos a nuestro destino, y otras, dejamos que la vida “navegue” por nosotros permitiendo así, que sea ella la que decida cuál es nuestro próximo destino.

A veces, me siento como si mi vida fuese una continua “estación de tren”. Muchas personas aparecen, y otras se van. Unas personas dejan recuerdos increíbles, y otras tan solo lecciones, pero pese al daño y a lo que me haya tocado vivir, soy consciente de que a mi vida, le queda aún muchas cosas buenas por venir. Soy de esas personas que en muchísimas ocasiones, ha perdido el control tanto de su corazón y su mente y fue justo en esa situación extrema de mi vida, cuando comprendí, que por más  sufrimiento y dolor que aparezca en mi vida, siempre podré con ello y seguiré adelante con mi vida. nada es para siempre y casi todo es temporal y no solo es cuestión de actitud sino de bienestar.

Demasiado damos para lo poco que recibimos y es que a veces, la vida solo nos conduce a un camino: “crear nuestro propio destino”.

Josep Ramos.