“He vivido tantas tormentas en mi vida que veo llover y sonrío.”.

Es cierto eso que dicen que la vida nos hace más fuertes. Y no por decisión propia sino, por obligación. Al principio, creemos que todas las personas deben pensar como nosotros y sentir como nosotros simplemente porque en no existe “maldad” en nuestra alma, pero lamento decirte que el mundo real no funciona así. En la vida encontrarás a personas que desearías no haber conocido nunca porque aparecieron en tu vida tan solo para hacerte daño y de la misma forma que te hicieron ese daño nunca más volviste a saber sobre esas personas. 

Habrá momentos, en los que deberás priorizar tu paz interior antes que cualquier cosa en la vida. Probablemente ahora no lo entiendas y creas que tu “misión” en la vida es ayudar a los demás sin importar lo que nos hayan hecho, pero, te aseguro que después de unas cuantas desilusiones, comienzas a cambiar de idea. Comienzas a entender, que no se trata del día y ni del lugar sino de los momentos vividos. Comienzas a entender, la verdadera importancia de la lealtad y el respeto y te das cuenta de que el ego y el orgullo no te conducirán a ningún lugar salvo a tu propio fracaso. Sí, créeme ni tu ego ni tu orgullo personal te van a ayudar en nada en la vida y son más las veces las que deberás dejarlos de lado, y comenzar a vivir tu vida, de la mano de la “indiferencia”.

 La indiferencia significa, mostrar el mismo trato o afecto hacia las personas que tú recibes ni más, ni menos. Ignoras la felicidad tan grande que existe cuando te das cuenta de la importancia que tiene el saber dominar nuestros sentimientos y emociones. Sin esperar nada de nadie porque simplemente, esperas todo de ti y con esto te basta y te sobra para vivir tu vida. Disfrutas de tu soledad entendiendo que los momentos malos son tan solo, una de tantas veces de esas 24 h que poseen los días donde, solo te tenías a ti mismo para rescatarte y ayudarte de todo aquello que te preocupaba y para tu sorpresa, entendiste que eras más fuerte de lo que realmente creías.

 Mi consejo a todas esas personas que están constantemente esperando la ayuda de los demás cada vez que algo malo les ocurre es que simplemente dejen de hacerlo. Todos, tenemos una vida precisamente para eso para que aprendamos a vivirla primero en soledad, y luego en compañía, pero de lo que sí que estoy seguro, es que nadie hará las cosas por ti. Ninguna persona estará ahí siempre que las necesites porque a la hora de la verdad, todos "oímos" la lluvia, pero solo unos pocos, aprendemos a "escucharla" pues exactamente lo mismo, ocurre con nuestros problemas en la vida. Somos conscientes de que tenemos un problema, pero es más sencillo que alguien nos ayude a resolverlo en vez de hacerlo nosotros mismos…

Por otro lado, sin lugar a dudas, lo mejor que puede darnos la vida son esos momentos “extremos” donde casi sentimos que nos “ahogamos” en vida. Esa horrible sensación de escuchar como nuestro corazón late lentamente y donde cada latido nos recuerda una cosa distinta por la que estamos sufriendo ¿Qué duro verdad?, yo creo que nunca me acostumbraré al dolor, pero de lo que si me acostumbré es a entender que pase lo que pase en la vida, todo es temporal.

 Cuando algo termina, del mismo modo, algo nuevo comienza. Cuando pasas una mala racha tras otra, y tras otra, es tan solo una “señal” para que entiendas de que algo estás haciendo mal en tu vida y debes cambiarlo… No juzgues al karma por tus errores él tan solo, es el “crupier” repartiendo las cartas, pero tú decides cuáles escoger en la vida ¿Entiendes?.

Concluyo diciendo, que todos deberíamos ser conscientes de que quién más nos va a querer es sin duda, esa persona que tenemos frente a nuestro espejo cada mañana. Si nadie te quiere, quiérete a ti mismo. si nadie se preocupa ni pregunta por ti no importa, en lugar de deprimirte y rogar atención de personas que no te valoran, comienza a trabajar por y para ti y te aseguro, que las personas correctas aparecerán en tu vida.

Existen 365 días en un año de los cuales, quizás más de la mitad de ellos tu vida se encuentre en un constante “caos emocional” pero solo de ti depende, si ese “caos” es tan solo una tormenta temporal o sin embargo, se trata de una enfermedad que no tiene cura que sin darte cuenta, te va “matando” lentamente…

No tardes mucho en reflexionar lo que te acabo de decir o llegará el día en que ya será demasiado tarde…

Nos arrepentimos demasiado tarde, es por ello que cuando decidimos cambiar nuestra vida, es precisamente eso lo que ya casi ni tenemos: “La vida”.

Josep Ramos.





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