“Hablo de un yo puedo de por vida no de un me quiero temporalmente”

Normalmente, es una de tantas promesas que nos hacemos y que nunca, cumplimos. Cada día, nos creemos esa “falsa mentira” que nos decimos a nosotros mismos diciéndonos que nos queremos tal como somos. ¿En serio? Todos sin excepción sabemos que eso no es así. Somos conscientes de que nos gustaría cambiar algo de nuestra vida ya sea, física o mentalmente, pero siempre, tendremos esa “carencia” o más bien esa constante “necesidad” de que siempre, algo nos falta.  Mucho cuidado con esto, porque sin lugar a dudas, cuando te das cuenta de que realmente te has “auto engañado” a ti mismo durante un largo periodo de tiempo es cuando comienzan los problemas de verdad permíteme explicarte brevemente el por qué.

Comienzan los problemas porque, comienzas a hacerte preguntas tales como: ¿Qué estoy haciendo con mi vida?, o ¿Realmente soy feliz con mi vida actual?. Bueno, todo, tiene solución así que no hace falta que entres en pánico. Lo primero que debes hacer, es darte cuenta de que el principal problema eres tú. Sí, como lo lees no trates ahora de excusarte ahora diciendo que lo que te ha pasado en la vida ha sido culpa de los demás porque, los principales culpables de “todo” somos nosotros mismos por permitir que “prácticamente” todo nos afecte.

En cierto modo, te entiendo. Sé que no es fácil “procesar” que durante tanto tiempo hemos sentido que realmente nos queríamos a nosotros mismos cuando en realidad, no es más que una “coraza temporal” tratando de protegernos de todo aquello que nos hace daño o de todo aquello que nos da miedo hacer. Recuerda, los miedos se afrontan y se superan saliendo de esa “zona de confort”. Y para poder lograr todo lo que un día te resultaba imposible, no basta con tan solo pensarlo en tu mente, sino de “reproducirlo en tu vida” te lo aseguro.

Lo verdaderamente difícil, es sentir que realmente te quieres a ti mismo. lo complicado, no es decir: “estoy bien” pero con el alma rota lo difícil, es hacer como si nada pudiese afectarte y seguir adelante. ¿La solución? Sencilla, propósitos de vida. ni más, ni menos. Debes enfocarte en lo que es verdaderamente importante y sobre todo, encontrar ese “balance” que haga que siempre, mantengas lo que yo denominaría: “equilibrio emocional”

En mi opinión, el equilibrio emocional es saber que cada día nuestra vida pende de un “hilo” que en cualquier momento puede romperse. Caes, y vuelves a levantarte una y otra vez. No importa que tanto estás sufriendo en estos momentos ni tampoco, cuántas personas te quieren en su vida porque lo más importante, es saber que te quieres a ti de verdad…

El protagonista de tu vida será siempre el amor propio. Un amor, que podrá permanecer en tu vida como si de un  constante “funeral”  se tratase o por el contrario como una vida llena de emociones y alegrías constantes...

Créeme, la soledad que siente la “luna” hacia el “sol” cada día que se deben decir “adiós” no es nada, en comparación con la importancia de siempre permanecer con la cabeza bien alta y seguir adelante. Asegúrate, de tener esa capacidad en tu mente, que haga que solo haya lugar en tu vida para aquellas personas que en los días de lluvia sonrías, y en los días de sol radiante, “llores” de emoción porque sin lugar a dudas, ahora solo buscamos “alivio” y “calma” para nuestro corazón…

El "núcleo" de todo y sin embargo, el que más soporta, el que más siente, y sobre todo, el que “almacena” todo nuestro sufrimiento. Piénsalo, cada vez que sientas que ya no puedes más. Aún sigues ¿sintiendo verdad?. entonces, significa que estás vivo y que nada de lo que te ha pasado, ha podido ni podrá contigo. 

La verdadera prueba, es aquella que nos hace enfrentarnos una y otra vez con nosotros mismos sin importar las veces que perdamos “la batalla”. Perder, es parte de ganar todas esas cosas extraordinarias que esconde la vida y que tan solo las descubren aquellas personas que saben esperar. Solo aparecen en la vida de aquellas personas, que bajo ningún concepto, han perdido la “fe” porque recuerda: el mismo amor que tú sientes por las personas pese a no ser correspondido de la misma forma, también lo sienten muchas más personas así que, paciencia, llegado el momento, la vida te pondrá donde te mereces estar…

La mejor de las actitudes estará siempre escrita por la cantidad de veces en que nos digamos a nosotros mismos: “si puedo”. Claro que puedes es más, nunca nada de lo que te ha pasado ha podido contigo ¿Acaso crees que ahora será diferente?. En absoluto, pero, ten en cuenta de que el conocernos a nosotros mismos y poseer esa “seguridad” en nosotros mismos, no depende de nadie más salvo de ti mismo…

Ámate más a ti mismo, sin esperar nada de los demás pero si todo de la vida. Conoces el principio de tu historia, pero no como termina así que, comienza por ser esa persona que sueña con llegar al “infinito” de sus emociones cuidando su mente y respetando el valor de sus sentimientos…

El respeto que sentimos hacia nosotros mismos será el mismo con el que nos responderá la vida, permites solo aquello que te hace feliz olvidándote de lo innecesario…

El poder de amarnos tan intensamente a nosotros mismos sintiendo, como nuestro "amor propio" es  como si se tratase de nuestra "galaxia infinita".

Josep Ramos.