“Somos los protagonistas y la vida es nuestro espectador”
Lo creas o no es así. La vida está continuamente “observando” nuestros pasos muy de cerca para asegurarse, de que nuestras decisiones, son siempre, las adecuadas. Resulta curioso lo que puede cambiar nuestra vida cuando entendemos que somos nosotros somos, los que decidimos como vivir. La vida se ve muy diferente cuando entiendes al fin que un “adiós” a tiempo, sea con el tiempo, la mejor decisión que has tomado en años porque aunque no lo creas, desperdiciamos muchos años de vida por culpa de nuestras malas decisiones.
Si me preguntasen ahora mismo que son para mí tomar “malas decisiones” probablemente mi respuesta sería la siguiente: Para mí, una mala decisión es repetir una y otra vez el mismo error dando entender así a mi mente y a mi corazón que no le habían dañado lo suficiente y que en consecuencia de ello, debía volver a vivir esa “horrible” etapa de mi vida que tristemente a día de hoy, sigo recordando como si fuese ayer. En ocasiones, tomamos tantas decisiones al mismo tiempo que cuando nos preguntan el por qué hicimos esto o lo otro en la mayoría de los casos no sabemos como responder. Esto se debe a que normalmente actuamos por impulso cuando llegamos a un punto de “desesperación” absoluta en nuestra vida. Un momento donde nuestro corazón deja de sentir y nuestra mente “colapsa” por completo.
Sentimos que estamos vivos porque aún respiramos, pero, sentimentalmente hablando, estamos “muertos” por dentro. Es esos momentos, donde inconscientemente, vamos en busca de ese “alguien” que llene nuestro vacío. Tratamos de encontrar a esa persona que de algún modo cure nuestras heridas cuando somos conscientes de que una herida en el alma no se cura simplemente por recibir unos cuantos días de amor ni tampoco, estar al lado de alguien durante un periodo de tiempo…
Créeme, la vida no va así. Si algo nos duele o nos hace daño, somos nosotros los responsables de curar ese “dolor” que sentimos dentro de nosotros primero para dar paso a “abrirnos” a alguien. No basta con decir: “estoy bien es el momento” se trata, de reconocer que no estamos del todo bien, pero que pese a ello, poco a poco, saldremos adelante. Este proceso, es lo que yo denominaría como un proceso de: “autoconocerse” a si mismo. Sí, como lo lees aunque no lo creas no te conoces lo suficiente, no te quieres lo suficiente, y muy probablemente, seas de esas personas que comete el mismo error una y otra vez y en lugar de cambiar su actitud ante la vida.
Se pasa largos periodos de tiempo en una “depresión” constante buscando la salida en un laberinto que desde el principio, sabías como salir de ahí. ¿Sigues sin saber cómo hacerlo? Simple, actitud. Actitud porque, la vida ni es fácil, ni lo será (ni para ti ni para nadie). Debes comprender que hoy quizás sean dos pasos hacia delante y mañana, cuatro hacia detrás, pero pese a ello, debes estar bien porque ninguna vida que haya valido la pena recordarla, ha sido escrita sin tener a sus espaldas una larga lista de fracasos y decepciones durante el proceso. Eso sí, los procesos como todo en la vida, deben ser con un único fin: “el progreso”. De nada servirá mejorar como persona, dar pequeños pasos conociéndote a ti mismo aún más y entendiendo más sobre lo que quieres y lo que no en tu vida, si permites que personas a las que no les importas y que tan solo han aparecido en tu vida para “atormentarla” tengan el “beneficio” de poder controlarte a su antojo.
Con esto quiero decir, que debes ser una persona de ideas fijas. Tener claro hacia dónde se dirige tu vida. algo así como: ser el “capitán” de tu propio barco donde solo tú, escoges a la tripulación y donde tú decides en todo momento, que persona sigue a tu lado en esta hermosa travesía llamada: “vida” y quienes deben abandonar tu vida en el siguiente destino…
Acuérdate de que normalmente en la vida, tenemos muchas opciones y solo unas pocas decisiones serán las correctas así que, no te precipites nunca a la hora de tomar una decisión(sea la que sea). No estás en este mundo para impresionar al mundo que te rodea. Estás en este mundo, para sentirte orgullos@ de quien eres y de lo que haces en todo momento y a quien no le guste tu manera de pensar, o de vivir, como mismo les dijiste un día: “hola” del mismo modo les debes decir: “adiós”…
Aprende a ver y entender el lado bueno de la vida porque aunque no lo creas, hasta en las cosas malas que nos suceden, hay algo bueno. Comenzando por la sabiduría que aprendemos a diario cada vez que nos ocurre algo malo. Entendiendo continuamente la importancia de priorizar en todo momento el “yo” del “nosotros” porque para crear una unión tan grande como la de que dos personas que se quieran de forma casi que “eterna” ambas, deben entender el significado de sentir paz en soledad y amor en compañía...
Que no te asuste lo que has vivido, aún te queda mucho por vivir. Esto tan solo es el comienzo de esas nuevas sensaciones que te deparan en tu vida y que tú sin duda, superarás con “honores”… Nada puede detenerte porque has vivido situaciones en tu vida tan devastadoras, como si de un “tsunami” se tratase y hasta incluso en esas circunstancias donde creías que ya no podías más con tu vida, con el tiempo, conseguiste salir adelante…
Como el ave fénix que resurge de sus cenizas convertiste tus lágrimas en sonrisas…
La mejor versión de ti mismo es la que siempre desconoces porque siempre, tendrás algo nuevo que aprender de la vida pero sobre todo, de ti mismo…
En el interior de tu alma, se encuentra la llave que abre todas las puertas hacia tu destino…
Josep Ramos.
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