“Conversaciones cementerio fallecen desde la primera palabra”.
Muy probablemente, os ha pasado en algún momento de vuestra vida, que conoces a alguien y sientes como si esa persona, no te “aportase” nada en absoluto. puedes sentir esa mala vibra de su presencia hasta incluso en su forma de mirar, hay algo “siniestro” que no te tiene del todo convencido cuando comienzas una conversación con esa persona. Lo que yo denominaría: “conversaciones cementerio” que carecen de vida y de esencia y que sin lugar a dudas, está deseando poner punto y final a esa conversación…
Cuándo hablamos de la sociedad en general, lo primero que se nos viene a la cabeza es lo más sencillo que para mí es: “la complicidad”. Soy del pensamiento, que cree que únicamente nos hacen falta unos pocos segundos, para determinar si realmente esa persona con la que hablamos, merece o no un “lugar” en nuestra vida de lo contrario, seguramente no tardemos ni dos segundos en mostrarle la “salida” de nuestra vida. Resulta fácil decirlo lo sé, pero lo que es realmente complicado es decirle a alguien: “no me interesas en mi vida”.
Aunque no lo creas, hay muchas personas que tienen la mente tan “cerrada” que creen que actuar así, es de ser una persona “arrogante” y sin sentimientos pero permíteme decirte, que las personas así, son las más inteligentes. Lo son porque son capaces de decirse así mismo, que personas quieren en su vida y quienes no. más allá de un buen físico y de lo que nos trasmiten las personas a simple vista, han decidido priorizar lo personal a lo “visible” y no todo el mundo, tiene la capacidad de hacer algo así lo cual en mi opinión, es admirable…
No sé realmente que le pasa a todas esas personas que a diario, hablan con “pena” de su entorno y de la mayoría de sus amistades. Personalmente pienso, que si alguien que está en tu vida te da “pena” por decirlo de algún modo, aunque no lo creas, estás describiendo a esa persona como alguien realmente “tóxico” en tu vida y pese a ello, sigue permaneciendo en tu vida aún sabiendo que no encaja con tu personalidad ni estilo de vida. Eso me hace reflexionar mucho sobre nuestra sociedad actual y darme cuenta, de que en ocasiones, buscamos “cantidad” y no “calidad” aplicable para absolutamente todo. amistades, parejas, hasta incluso, nuestra propia familia. Creedme, un vínculo de sangre no nos da el derecho a que: “todo vale”. Con esto quiero decir que, soportamos mucho más daño del que deberíamos y normalmente, damos mucho más de lo que recibimos por parte del resto del mundo y esto, sí que es realmente un problema. Quizás para ti a día de hoy, no lo sea, pero con el tiempo, entenderás que tu salud mental es mucho más importante que agradarle a todo el mundo porque en “compañía” la felicidad es fácil mostrarla lo difícil es sonreír en soledad sin que esa sonrisa sea “fingida”. Es por ello, que la importancia de la soledad no conoce “límites” porque cuando todo el mundo “desaparece” y solo te tienes a ti mismo, es cuando realmente comienza el verdadero reto. Eres tú contra tu propio mundo y tu único rival, lo tienes frente al espejo…
En ese momento, el juego se termina, la mentira ya pasa a ser un segundo plano porque sabes que puedes engañar al resto del mundo pero no a ti mismo… Es entonces, cuando comienzas a mantener conversaciones “contigo mismo” y aprendes a conocerte mucho más y a darte el respeto y el valor que te mereces y llegados a ese punto, no cualquier persona es apta en tu vida, pero ¿Sabes qué?, no hay mejor sensación que sentirnos así…
Al límite del colapso y al borde la vida, pero llenos de adrenalina y ganas de vivir porque ya hemos sufrido lo suficiente y ahora nos toca sonreír…
Por más conversaciones que duren toda la madrugada y por menos “silencios incómodos” cuando mantengamos conversaciones que no tienen sentido y en consecuencia nos resten tiempo de vida…
Josep Ramos.
🙌🙌👌👏👏🥰😍❤️😘
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