“Cuidar nuestro cuerpo sin cuidar nuestra mente es dejar que nuestra vida, fallezca mucho más deprisa.”
Aprendí esto, a base de equivocarme una y otra vez. A base de entender y sobre todo, comprender que una “apariencia” se vuelve “invisible” una vez comienzan esos “silencios incómodos” en cada conversación. Fue entonces, cuando me prometí a mí mismo, que pondría siempre como prioridad de vida, el cuidado de mi mente por encima de mi estado “físico” y te explicaré el por qué llegué a esa conclusión.
Llegué a esta conclusión, precisamente porque sentía que me estaba “quitando” tiempo de vida sin darme cuenta. Por supuesto que es algo prioritario cuidarnos físicamente porque como ya saben, el reflejo de cómo te ves por fuera, será el mismo que el de tu alma por dentro. No obstante, pese a ello, es tu mente la que tiene el “control” de tu vida en todo momento. Sí, por difícil que sea creerlo tú no te cuidas si no tienes una mente fuerte. Tú no aprendes de los errores por muchos que cometas a no ser, que le “enseñes” a tu mente a controlar sus emociones en todo momento “diciéndole” una y otra vez: “que todo va a estar bien”. La parte sencilla es asumir ciertas situaciones o circunstancias en la vida, pero la que es realmente difícil, es convertir todo eso que pensamos y que debemos hacer en una realidad…
Sin disciplina en nuestra mente da igual que tanto nos cuidemos físicamente porque lo único que estamos haciendo es “acelerando nuestra muerte” casi sin darnos cuenta. Aunque te resulte algo extremo o exagerado es precisamente así. Somos una imagen por fuera y toda una vida por dentro y normalmente, no nos mostramos tal como somos por la cantidad de “inseguridades” que escondemos en nuestro interior.
Mucho ojo con esto, no confundamos nunca, la “inseguridad” con la personalidad de las personas porque simplemente, hay personas que son así simplemente porque ellos creen que se sienten bien así y no necesitan demostrarle nada a nadie, pero todos sabemos, que la realidad, es otra totalmente distinta. Esas personas que a diario dicen lo “mucho” que se quieren así mismas son las que menos lo hacen y esto no es por otro motivo, sino que creen que la “apariencia” es mucho mejor que sentirse inferior por sentirse mal o por no haber encontrado cuál es su “camino” en la vida por decirlo de algún modo…
En mi caso, soy del pensamiento que cuerpo y alma, deben ir siempre de la mano por el simple hecho de que de no ser así, lo tendremos “todo” en la vida y “nada” casi que de manera simultánea. Todo, porque crearemos en nuestra mente, una “falsa” inseguridad que nos hará creer que somos los más inteligentes, o que poseemos, una belleza digna de un dios griego hasta incluso, llegaremos a pensar que nada, nos afecta en la vida, pero, si algo he aprendido a lo largo de los años, es que los únicos sentimientos que se borran de nuestra mente son aquellos que nunca hemos sentido antes…
Por si te preguntas que “papel” tan importante tiene aquí nuestra mente pues obviamente, te contestaré que es el principal en prácticamente cualquier cosa que hagas en tu vida… si te esfuerzas en no equivocarte te aseguro, que lo harás muchas más veces de las que crees porque no estás pensando con claridad y muy probablemente, cada cosa que hagas será por impulso. Impulsos y emociones que podrán acarrearte consecuencias de vida que en ocasiones, son irreparables, pero que no por ello, debes detener tu vida porque te recuerdo que ni el tiempo, ni la vida, lo harán por ti te lo aseguro…
A medida que han pasado los años, he visto como cada instante tiene aún más importancia de la que yo, normalmente le daba. No es que no me importasen las personas ni tampoco el tiempo invertido a su lado, sino que, antes, no era para nada la persona que soy hoy. He de reconocer, que en ocasiones me preguntaba a mí mismo el por qué de esa constante “obsesión” con el físico si a fin de cuentas, es algo que podremos estar mejor o peor, pero que tarde o temprano, se puede recuperar, pero lo que sí que no recuperaremos nunca en la vida, son los momentos. Momentos de vida que no se volverán a repetir o no al menos, de la misma manera. Situaciones de vida, en las que tengamos la posibilidad de aprender constantemente sobre nosotros mismos y sobre la vida en general haciendo de la vida y de nuestros sentimientos, un “lugar” donde nunca, forme parte del olvido y sí, de bonitos y eternos recuerdos que permanecerán en nuestra memoria…
Es por ello, que aprendí que lo más bonito de querernos a nosotros mismos comienza en nuestra mente y termina en nuestro corazón y que todo lo demás, carece de importancia…
La constante lucha entre físico y mentalidad. ¿Qué es prioritario? O más bien, ¿Qué es lo más necesario?. Si me hiciesen responder a esa pregunta mi respuesta sería simple:
Si la “locura” se apoderase de mi mente y no supiese ni quien soy, ni donde me encuentro en la vida, quizás, sería algo más feliz porque la sociedad me ha demostrado, que cada día, quedan pocas cosas buenas de las que pueda aprender, pero del mismo modo, mi físico diariamente me recuerda, que de nada me sirve tener algo de lo que no soy capaz de recordar el sacrificio y el esfuerzo que me ha costado para llegar hasta ahí…
El poder controlar nuestra mente es una virtud que solo unas pocas personas le damos la importancia que realmente tiene porque simplemente, el control de nuestra vida comienza cuando no tenemos ni una mente, ni un alma perdida…
Josep Ramos.
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