“El pasado es como una habitación a oscuras. Podrá darte más o menos miedo volver a entrar, pero de lo que si estás seguro, es que de volver a hacerlo, tan solo perderás nuevamente tiempo de vida”.
Cuando hablamos de pasado, muchas veces creemos en eso que dicen de: “las segundas oportunidades”. Sinceramente, no entiendo a todas esas personas que creen en esto porque realmente, aunque no son conscientes de sus actos deberían entender primero, que solo tienen una vida y deben aprender a vivirla y segundo, y no por ello menos importante, volver a experimentar el mismo dolor causado por otra persona o simplemente porque crees que las cosas cambiarán, es cuando realmente sabemos que nada, será como antes.
Si hablamos de las relaciones(sean las que sean) entenderás que una vez que alguien te “falla” o peor aún, te hace daño, normalmente, esa relación con esa persona nunca será la misma. A medida que pase el tiempo, tratarás de arreglar algo que se “rompió” por completo. Comenzarás a actuar de una forma tan desesperada que hasta te dirás a ti mismo: ¿Qué me ha pasado?. Obviamente, no nos damos cuenta de la gravedad de nuestras decisiones hasta que pasan a ser recuerdos y es ahí, donde está el verdadero problema…
Te diré algo, el “daño sin querer” no existe. Siempre, hacemos las cosas creyendo que es lo mejor para nuestra vida y para nosotros. Y sí, en cierto modo podemos llegar a pensar que somos demasiado “egoístas” pero pese a ello, no vas a renunciar a tu personalidad ni forma de ser simplemente, porque le has hecho daño a alguien(sí, así de crueles podemos ser). Con esto no quiero decir que yo solo haya sufrido en mi vida, pero que nunca he hecho daño a nadie. ¿Acaso te lo creerías? ¿No verdad? Por supuesto que he hecho sufrir a mucha gente y no me da ningún tipo de “remordimiento” decirlo es más, es parte de la vida haber actuado así y te explicaré el por qué...
Obviamente, con casi 31 años de vida que tengo actualmente, no pienso igual que cuando tenía 20 ni tampoco, cuando tenía 15 años sin embargo, desde muy temprana edad, he visto el “amor” como algo tan “ficticio” e “irreal” que quizás mi forma de "huir" de ese constante sufrimiento era "dañando" a esa persona que estaba a mi lado… Obviamente, dentro de todo aquello que hacía como algo tan simple como: mentir, leer mensajes y no contestarlos, o hasta incluso engañar a mis parejas con otras personas siempre, lo hacía con conocimiento y nunca me arrepentí de haberlo hecho.
Ahora siendo más adulto y reflexionando sobre ello, en mi opinión, puedo decir con total seguridad que sinceramente, no estaba enamorado de esas personas de verdad porque de así serlo, no habría "jugado" con el corazón de ninguna de esas personas… Quizás sentía ese cariño y me sentía bien con esa persona, pero no terminaba de completarme del todo y claro, lo sencillo era “engañar” a esa persona sin más y ya está o simplemente, poniendo la típica excusa que curiosamente, en la actualidad se sigue usando cuando decimos: “no eres tú soy yo”. Creedme, si en algún momento alguna de vuestras parejas os dice eso, te puedo asegurar que esa persona lleva mucho tiempo ya dándole amor a otra persona sin tú darte cuenta.
Por eso no creo en el amor del todo. por el simple hecho de que hoy decimos: “eres el amor de mi vida” y mañana, desearías que esa persona ni “existiese”. No importa si hubo momentos bonitos y de eterno placer que cuando esa “llama” se apaga(por los motivos que sean) pasamos a ser la peor persona que jamás ha pasado por sus vidas…
Lo gracioso de todo esto, es que esta “historia” se repite una y otra vez, pero con diferentes personas por lo tanto ¿Conclusión?, la culpa es más nuestra que de la otra persona. Sí, somos culpables de que nos hagan “daño” o jueguen con nuestros sentimientos porque tú has permitido ser parte de ese “juego”. No me vengas con la tontería de: “no quise verlo”. Mejor di lo siguiente: “mi mente hace mucho que lo había visto, pero mi corazón le mandaba a callar” que es algo totalmente distinto…
De verdad, dejemos de una maldita vez de hacer uso de la “actuación” cuando nos enamoramos o cuando nos gusta una persona y comencemos a ser un poco más directos y sinceros que es preferible hacer daño a alguien siendo sinceros, que hacerle daño a alguien con una sonrisa de oreja a oreja para después vivir en un “eterno” engaño…
Es más, me atrevería a decir que no serías capaz de decirme si tu forma de decir: “te quiero” en la actualidad después de todo lo vivido y de haber sufrido todo eso que a día de hoy te sigue atormentando, es exactamente la misma que cuando “conociste” por primera vez la palabra: “Amor”
Lo dudo mucho ¿sabes por qué?, porque las cicatrices del corazón no se olvidan con diferentes personas se olvidan con el tiempo porque pase lo que pase, siempre habrá un motivo por el que sonreír y no precisamente se necesita a alguien en nuestra vida para ser feliz…
Aprendí de lo que me hizo daño porque precisamente yo también le he roto el corazón a alguien en más de una ocasión, pero con la gran diferencia de que en mi caso, decidía alejarme por completo antes de que el mío se rompiese en pedazos… ¿Irónico, verdad? Te alejas de alguien porque le estás haciendo daño y sin embargo quien acaba realmente dolido eres tú…
La conciencia a veces nos despierta y nos recuerda la persona que somos, pero en ninguno de mis sueños ni mis desvelos, me ha recordado que deba volver a mi pasado…
El pasado solo te atormentará si dejas que permanezca en tu mente de no ser así, tan solo será un recuerdo más almacenado en tu mente que algún día, recordarás con una sonrisa…
El dolor de nuestra alma duele mucho menos que el de los recuerdos…
Josep Ramos
👌👏👏👏😍🥰❤️😘
ResponderEliminar