“Escrito en tu mente, sentido por tu corazón”

Si de algo soy consciente, es que en la vida, habrá cosas que siempre, permanecerán en nuestra memoria. Estoy seguro, que al igual que yo, eres capaz de recordar por un instante todos esos momentos que pese al tiempo, aún te siguen sacando la mayor de tus sonrisas. Para mí, es lo que yo denominaría como: “felicidad eterna” porque es algo que siempre, sin importar ni el tiempo ni el lugar, nos hará sentirnos felices…

Aunque no lo creas, la felicidad no es más que un: “estado de ánimo” que constantemente, está en constante cambio. Unos días, seremos nosotros los responsables de dicho cambio porque habrá días en los que simplemente la vida, no está como deseas. Habrá “orden” en tu corazón y desorden en tu mente y aunque te cueste pasar por situaciones así, debes aprender a vivir con ello. Debes aprender a entender que lo que la vida nos quita, es por una razón y del mismo modo, cuando la vida nos da algo es porque realmente lo merecemos…

Son cada vez, más comunes los casos en el que las personas se cuestionan todo lo “bueno” que les sucede. Eso me hace reflexionar y darme cuenta de que a veces, somos mucho más “inconformistas” de lo que deberíamos, ya que, aunque como he dicho y diré siempre: “el conformismo no es una opción” debemos aprender a disfrutar de los momentos tanto buenos y malos, que nos ofrece la vida para así entender y priorizar nuestro: “equilibrio emocional” ante cualquier cosa…

Permíteme extenderme un poco y hablarte sobre lo que para mí es poseer un buen equilibrio emocional. En mi opinión, no posees un buen equilibrio a no ser que tu alma y tu mente estén “conectados” por decirlo así en todo momento. Es algo tan simple como entender, que debes tratar de ser la “tormenta” y la “calma” al mismo tiempo para que así logres controlar todas y cada una de tus emociones. Y por si lo piensas no, no hablo de dejar de sentir o de convertirnos en personas “frías” y sin sentimientos, sino de entender que lo que sentimos hacia nosotros mismos, siempre va a ser mucho más importante que lo que podamos llegar a sentir hacia las demás personas… ¿Demasiado egoísta? Quizás si, pero, si ser egoísta es tener mucho amor propio hacia mí mismo entonces, lo seré el resto de mi vida…

No necesito ni falsas aprobaciones con “segundas intenciones” ni ser tampoco del agrado de toda la sociedad si me conoces, sabrás que estaré ahí siempre que me necesites, pero cuando yo necesite de alguien, te aseguro que no pediré ayuda… No porque no puedan ayudarme todas esas personas que se preocupan por mí sino, porque la auténtica fortaleza en la vida, se consigue a base de resolver nuestros problemas y mantener nuestras emociones a raya por nuestra cuenta…

Qué difícil es entender la sonrisa de las personas que han vivido su vida entre lágrimas… del mismo modo, entiende que el motivo de tus problemas de vida, no es culpa de nadie más salvo de ti mismo si no  sabes como afrontarlos por tu cuenta, tampoco sabes cómo vivir tu vida y como ya sabes, nuestra vida tarde o temprano, termina por lo que no deberías pensar mucho en la vida de los demás y prestarle mucha atención a la tuya que es al final la única que tienes ¿No crees?...

Muchos me preguntarán cómo puedo hacer para que nada me importe bueno, la respuesta es sencilla: “solo lo parece” pero yo no tengo que darle a entender al mundo, que vivo rodeado de preocupaciones e inseguridades porque es el mayor de mis retos que poco a poco, yo he ido superando a base de esfuerzo y sacrificio. Algo que no entenderías ni aunque te lo explicase 100 veces porque sin haberlo vivido no sabes cómo sentirlo por lo tanto, me mantengo en silencio enfocado en lo importante por y para mí…

Unos días mi sonrisa te mostrará la mejor versión de mí mismo y otros, mis lágrimas se encargarán de mostrarte otro tipo de felicidad, pero de una manera mucho más profunda…

No pido que lo entiendas ni tampoco, que lo comprendas mi salud mental no es negociable y muy probablemente tampoco esté al alcance de todo el mundo…

Le pides más tiempo a la vida sin saber como vivirla...

Josep Ramos.