“Tormentas y cicatrices porque no todos los días ni los momentos, van a ser felices”
Días en los que la oscuridad de nuestra alma nos demuestra de que hay veces en las que perder el control forma parte de nuestra vida y no pasa nada por ello. No se trata de cuántas veces te “culpes” a ti mismo por todo lo que haces o simplemente, por todo aquello que no te hace sentir bien se trata de que cada vez que algo “falle” en tu vida entiendas que debía pasarte y que nuevamente tienes que esforzarte aún más para salir adelante.
El progreso no es casualidad ni tampoco suerte si no se trata de: “la calidad de nuestras acciones”. Es fácil decirnos a nosotros mismos una y otra vez: “no fue culpa mía”. ¿De verdad crees que eso te ayuda en algo?. Al contrario, es más, todo gran cambio comienza reconociendo todo aquello que hacemos mal y que ponemos de nuestra parte cada día para perfeccionarlo.
Ocurre, prácticamente en cualquier ámbito de vida, pero no todo el mundo está dispuesto a reconocer o a darse cuenta de que hay días en los que te sientes bien contigo mismo y hay días que no tanto, pero que bajo ninguna circunstancia piensas “abandonarte a ti mismo”. Sí, como lo lees créeme, podrás abandonar a personas a lo largo de tu vida, dejar un trabajo hasta incluso renunciar a tus seres queridos por algo que te han hecho, pero lo que nunca debes hacer es abandonarte a ti mismo. ¿Qué quiero decir con esto? Sencillo, no permitas que tus problemas controlen ni tu vida ni mucho menos tus decisiones porque aunque no lo creas tu vida se define precisamente en eso en saber cuántas veces has tomado el control de tu vida aunque previamente te haya tocado vivir momentos en los que perdiste el control por completo.
Por si te lo preguntas sí, yo he pedido el control de mi vida en infinidad de ocasiones (por los motivos que sean) pero, ¿Adivina qué?, nunca me rendí. Nunca me permití a mí mismo darme por vencido hasta incluso en esos momentos de vida en el que nadie salvo tú cree en ti. Ignoras el dolor tan grande que se puede llegar a sentir cuando hagas lo que hagas, nada es suficiente para el resto del mundo haciéndote creer que siempre, tú eres el equivocado y el resto del mundo tiene la razón…
Con el tiempo te das cuenta de que tan solo se trataba de una pequeña tormenta creada en nuestra mente por nuestra falta de autoestima y sobre todo de amor propio. No te lo tomes como que debes ser una persona arrogante ni tratar de pisar a los demás para quedar por encima de ellos y con ello ganarte su confianza al contrario, se trata de obtener ese “equilibrio” necesario entre “cuerpo y alma” que determina siempre esa confianza y seguridad en nosotros mismos que nunca debemos perder…
Sin duda, esto es cosa de largos años de trabajo en soledad y sobre todo en solitario porque nadie salvo tú va a comprender la importancia de que todo aquello por lo que estás luchando algún día, valdrá la pena… Ya no es cuestión de fe ni tampoco de tener mucha positividad en cada cosa que hagas sino de que realmente cada acción que ejecutas lo haces con total seguridad de que aunque “fracases” en el intento volverás a intentarlo… Es un nivel tan grande de seguridad en nosotros mismos que puedes llegar a sentir como si fueses lo más parecido a un “dios” que existe porque te sientes invencible. Y es que aunque suene arrogante, así debemos pensar todos y cada uno de nosotros porque no hay nadie mejor que tú en nada en la vida, pero si hay muchas personas más disciplinadas y constantes que tú que es algo totalmente diferente ¿Entiendes?.
No acuses a la “suerte” como parte del éxito ajeno sin previamente haber conocido la historia de esa persona. Recuerda que la historia de las personas sin previamente haberlas conocido nos puede resultar exactamente lo mismo que leer su alma a través de sus “ojos” es decir, un universo totalmente desconocido de posibilidad que normalmente, nos creemos con el derecho de “juzgar” a quien no conocemos por el simple hecho de “suponer” y no conocer a la otra persona lo suficiente…
Ni hoy, ni mañana, ni nunca terminaremos de conocer a las personas y menos aún a nosotros mismos porque cada día, descubrimos algo nuevo de nosotros (ya sea algo bueno o no tan bueno)... pero siempre aprendemos algo de nosotros que desconocíamos…
Entiende que no va a dejar de llover porque simplemente desees que salga el sol así sin más a veces es necesaria esa “oscuridad” y esa sensación de tristeza eterna para forjar el mayor de los logros que jamás has descubierto en ti mismo recuérdalo…
Nadie salvo tú lo logrará y nunca nadie te reconocerá un logro que esas personas no han obtenido previamente porque como ya sabes, la envidia es el plato principal de la “hipocresía” por lo tanto, en lugar de prestarle atención a los comentarios negativos de las personas que te rodean presta atención a tu reflejo en el espejo cada mañana…
Aprende que la felicidad comienza cuando aprendes a aceptar todo aquello que previamente has negado en tu corazón pese a confirmártelo tu mente…
No dudes de mis capacidades o serás testigo de mis grandes virtudes…
Josep Ramos.
👌👏👏🥰😍❤️😘
ResponderEliminar