“El derecho a equivocarnos y reconocerlo, habla más de la prioridad de la razón que la de nuestro orgullo”.
¿Es un derecho equivocarnos? Bueno, desde mi punto de vista considero que es casi que una obligación hacerlo de lo contrario siempre viviremos con esa idea equivocada donde creemos que siempre tenemos la razón en cada cosa que hacemos.
Normalmente, es nuestro “orgullo” el que hace que seamos “ciegos” durante un largo periodo de tiempo, hacemos que no vemos la realidad más allá de nuestro pensamiento y si alguien no nos entiende o no comparte nuestro punto de vista, nos importa poco porque seguimos creyendo que tenemos la razón. Bueno, aunque resulte difícil de asimilar y sobre todo de “asumir” que no siempre tenemos la razón es de vital importancia que entiendas que tarde o temprano, debes darte cuenta de tus equivocaciones y sobre todo de esos errores que sigues cometiendo a diario en tu día a día y que la excusa que usas para este tipo de situaciones es: “tu mala suerte”.
Respecto a esto, puedo decirte dos cosas, la primera es que algo como “la suerte” no existe. En mi opinión nos ocurren cosas buenas y malas en nuestro día a día según como nos comportemos. Sí que es cierto que hay momentos y situaciones de nuestra vida que no nos hubiese gustado vivir, pero lamentablemente, la vida no es otra cosa que momentos buenos y momentos no tan buenos, pero que en ambos casos, aprendemos y sacamos cosas buenas de ello te lo aseguro…
De ahí, la importancia de pensar antes de hablar. De ahí la importancia de medir nuestras palabras antes de decir algo que pueda “dañar” a alguien de cualquiera manera porque entiendo que a nadie le gusta que nos traten ni nos digan cosas que nos hacen daño. Mucho ojo con esto porque a veces, el querer tener la razón puede ser el “detonante” para que cualquier tipo de relación se termine por completo… Realmente ignoramos lo peligroso que puede llegar a ser cuando hablamos desde el rencor, y el orgullo utilizando como “arma” esa malicia que todos llevamos dentro y que normalmente no mostramos al resto del mundo porque somos conscientes de que a nadie le gustaría tener en su vida a alguien así a su lado…
Cuando tan siquiera te plantees hacerle daño alguien recuerda todo lo que sabes de esa persona, recuerda todos y cada uno de esos días en los que esa persona estuvo a tu lado cuando más lo necesitabas. Recuerda la infinidad de buenos momentos que habéis pasado juntos, pero sobre todo el tener el “privilegio” de conocer todo sobre la otra persona porque quiso contarte todos sus problemas y su vida en general sin ningún tipo de “filtro”.
Reflexiona las veces que sean necesarias antes de dañar a alguien que prácticamente sería capaz de dar la vida por ti porque te aseguro, que cada vez quedan menos personas así. Honestas de corazón en las que poder confiar toda tu vida que sabes de sobra, que nunca lo utilizará en tu contra porque si de algo estoy seguro, es que no hay nada que cause más daño que cuando alguien sabe mucho sobre tu vida, conoce tus defectos y hasta el mayor de tus miedos y los usa en tu contra para hacerte daño. Honestamente, no hay mayor daño que cuando alguien hace algo así…
Recuerda estas palabras cada vez que dudes sobre alguien y creas que lo mejor es dejar todo a un lado y seguir con tu vida. si debes seguir a delante porque ya tus sentimientos se apagaron por completo, hazlo, pero no permitas que ni tu odio ni tu orgullo se apodere de ti haciendo sentir a esa persona, como si no valiese nada en absoluto recuerda que tiempo atrás, esa persona lo era todo para ti. Recuerda todas las veces que entre lágrimas de emoción le decías: “te quiero” y constantemente, le dabas las gracias por haber aparecido en tu vida. No olvides que pese a todo lo que pueda haber pasado, la vida continua, pero no por ello significa que debas ir por ahí rompiendo corazones a personas que ni tan siquiera se lo merecen…
¿Qué pasaría si fuese al contrario? ¿No te gustaría verdad?, pues entonces, no hagas como si nada te importase y limítate únicamente a querer de verdad a las personas y deja ya de utilizarlas como “reemplazo temporal” de todas esas emociones y desilusiones que aún no has sanado dentro de ti y si lo que necesitas es tiempo, aléjate(pero de verdad) y aprende a quererte a ti mismo lo suficiente hasta el punto en el que decidas amar a alguien de verdad sea tan intenso, bonito y sobre todo duradero que la otra persona pueda llegar a sentirse “insegura” de sí misma por no saber qué hacer con tanto. Es preferible ser recordado por todo el amor que le dimos a alguien pese a no saber valorarlo que ser recordado por las veces que esa persona derramó lágrimas por ti y no precisamente de emoción…
Si te sirve de consejo pregúntate a ti mismo en que etapa de tu vida te encuentras en estos momentos. ¿Qué sientes por ti?. No eres consciente, pero si tu respuesta es que no sabes ni lo que quieres ni cómo te sientes en estos momentos, significa que necesitas un largo viaje de: “desconexión emocional” para volver a reencontrarte contigo mismo y volver a estar donde deberías estar en estos momentos…
Créeme cuando te digo, que o aprendes de tus errores y haces lo que sea con tal de mejorar como persona y en consecuencia mejorar tu vida o llegará ese momento de tu vida donde “todo” te parecerá suficiente y confundirás la felicidad con el dolor porque simplemente irás en esa constante búsqueda de: “apoyo emocional” pero que simplemente es una forma de hacer “callar” a tu sufrimiento interno creyendo que la solución se encuentra al lado de alguien más…
Malgastar amor por culpa de la soledad tan solo confirma que no te quieres ni te querrás nunca lo suficiente…
Por orgullo puedes perder tu vida, por amor, tu corazón tú decides cuál de las dos opciones es más importante para ti…
Josep Ramos.
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