“Esa historia a medio leer, ese sentimiento a medio sentir”.


Seguramente, en algún momento de tu vida te habrá tocado experimentar esa sensación tan desgarradora como es sentir que alguien nos quiere “a medias”. Sentir que ese sentimiento que esa persona supuestamente siente por nosotros, es tan “crudo” como “vacío” lleno de oscuridad y de carencia de luz propia porque aunque trates de “maquillar” lo que puedes sentir por alguien cuando no sientes de corazón, no hay motivos para que tu mente te haga caso.

Si te sientes identificado con este pensamiento, significa que eres una persona que realmente sabe sentir de verdad. significa, que eres una persona que cree en la intensidad y la pasión del amor cada vez que alguien, despierta esa parte de nosotros que no todo el mundo sabe hacerlo. Sentir esas “ganas” y esa necesidad constante de ver a esa otra persona y hasta incluso, enamorarte de esas situaciones “incómodas” en las que los silencios son los protagonistas de esos momentos porque en ocasiones, no hace falta decir con palabras lo que nuestras miradas quieren trasmitir a alguien os lo aseguro…

Es por ello, que nunca bajo ningún concepto debes aceptar a una persona que no te trasmita esa “seguridad” que tanto se necesita a la hora de querer a alguien. No puedes permitir que sean sus miedos los que controlen vuestra relación porque si algo me ha confirmado el tiempo es que cuanto más tememos y más miedos arrastramos del pasado más dañino son nuestras relaciones en el presente… Por el simple hecho de que a esa persona aún le quedan heridas por cicatrizar porque aunque nunca lo reconozca esa persona está pasando por su peor momento de su vida y no sabe cómo volver a recuperar el equilibrio de su vida usando como “vía de escape” sonrisas sin emoción y lágrimas descontroladas como la única forma de comunicarle al mundo de que: “algo no va bien”…

Honestamente, duele mucho encontrar a personas que estén en ese momento de transición de vida porque personalmente opino que es como si estuviésemos constantemente en el: “ojo del huracán”. El más mínimo detalle puede acabar por completo con tu paciencia, con tus ganas de amar y sentir y sobre todo, con tu salud mental que es al fin y al cabo la parte más importante de todos nosotros y que lamentablemente, no siempre nos enfocamos en como mejorar nuestra manera de pensar y de sentir y simplemente nos limitamos a “vivir”. Pero recuerda, vivir haciendo que nada te sucede y que todo está bien cuando sientes dentro de ti que todo te “atormenta” no es nada más salvo aceptar que el dolor formará parte de tu vida durante mucho tiempo salvo que aprendas a “soltar” aquello que ya no necesites y que por supuesto, no te hace bien en tu vida…

¿La solución? Simple pero compleja al mismo tiempo: “comunicación”. Aunque te cueste debes aprender a decir en todo momento como te sientes. Lo que te preocupa y lo que te agrada de tu vida y como se encuentran en estos momentos de tu vida todos y cada uno de tus sentimientos. ¿Estás dispuesto a amar alguien? ¿Es el momento adecuado en tu vida para sentir de verdad o, sin embargo, fuerzas la situación por miedo a la soledad?. Si la respuesta es que ni tan siquiera sabes lo que quieres, es mejor que durante un tiempo, dediques tiempo de tu vida a “auto sanarte” y cuando sientas que ya estás bien contigo mism@ entonces, y solo entonces, darte la oportunidad de volver a enamorarte para no hacerle daño a nadie y sobre todo no dañarte a ti mism@…

Entiendo que para ti te resulte algo “complicado” decirle abiertamente al mundo todo aquello que te preocupa porque aún sientes ese dolor tan fuerte e inexplicable dentro de ti, pero una vez lo haces, te sentirás mucho mejor. No importa si esa otra persona no te entiende, no importa sino comparte los motivos de tu tristeza o si, por el contrario, que “exageras” por el simple hecho de sentirte así de mal, pero créeme, ojalá muchas más personas tenga el coraje de reconocer al resto del mundo de que pese a no sentirse bien consigo mismos están dispuestas a dar todo por amor. Sin importar si durante el proceso te encuentres con esas ganas incontrolables de llorar y llorar mientras cierras: “capítulos de vida”.

El riesgo, va de la mano de esa ganas de amar y que esta vez, salga todo bien. De ti depende, si son más fuertes las ganas de amar de manera apasionada o, sin embargo, vas a permitir que el “miedo” a volver a sufrir te haga perder a ese posible: “Amor de tu vida”…

Compañeros de viaje pese al dolor, porque ambos comprendimos que todo, es capaz de curarlo el amor…

Josep Ramos.



Comentarios

Entradas populares