“Ese placer oculto que esconde el solo querernos a nosotros mismos y que cuando lo dominas, el resto del mundo, deja de importarte”.
Honestamente, es algo así como: ¿Te quieres ir?, vete no te necesito. Aplicable para absolutamente todo en la vida y aunque cueste creerlo, estoy en lo cierto: “No necesitas a nadie para ser feliz” y te explicaré brevemente el por qué.
A medida que pasan los años y comienzas a saber mucho más de la vida más comprendes ciertas cosas que en ocasiones pienso, que no deberíamos saber. No porque no quiera adquirir nuevos conocimientos ni aprender de lo vivido, sino que, cuánto más sabes sobre la vida, y de lo que son capaces las personas con tal de conseguir algo por puro: “interés” más te das cuenta de que no quieres tener a tu lado a personas que tan solo te quieran en su vida por algo que tú poseas y que les beneficie…
Podría decirte lo típico de que todo el mundo es “bueno” y que nadie hace las cosas con malas intenciones, pero la vida me ha confirmado que es todo: “una gran mentira”. Hay personas que sí que desean hacerte daño y hacerte sentir mal intencionadamente y el motivo no es más que por el simple hecho de que no son felices con sus vidas y en consecuencia, hacen lo que sea para que su “entorno” no sea feliz. ¿Es triste? Y mucho además, pero honestamente es la sociedad que tenemos actualmente y aunque seas de las personas que cree que únicamente te tratarán del mismo modo que tú tratas a los demás no siempre es así…
En la vida, nos tocará ser el profesor y otras veces el alumno y muchas veces, de manera simultánea. Aprenderemos de nuestros errores y en consecuencia, trataremos de ayudar al resto del mundo por todo lo que ya hemos vivido previamente y otras veces, nos tocará el escuchar y prestar mucha atención a todas esas personas que saben mucho más que nosotros en muchos ámbitos de la vida así de claro. No creas que lo sabes todo ni tampoco, esperes saberlo de lo contrario, te vas a llevar una gran decepción puedes estar seguro…
Si me preguntas que opino sobre la sabiduría y el amor propio te diré que tengo dos cosas muy claras. La primera, es que ni hoy, ni mañana ni nunca aprenderé a quererme lo suficiente como para evadir todas y cada una de mis debilidades porque todos sin excepción poseemos emociones que normalmente, nunca aprendemos a controlar por mucho tiempo. Te guste o no, acabarás sufriendo. Te guste o no, acabarás sintiendo ese: amor, deseo o hasta incluso, ese “odio” por alguien y aunque trates de evitarlo, no es posible. Los sentimientos de las personas es como su: “señal de identidad” algo así como, mostrar al resto de personas de este mundo una parte de nosotros mismos tratando de ocultar nuestro lado vulnerable, pero recuerda algo: “cuánta más alta es la torre más dura será la caída” os lo aseguro…
Fingir sabemos todos eso lo tengo claro. Podemos tratar de hacerle creer a nuestra mente que todo está bien y que nada importa, pero la pregunta es: ¿Durante cuánto tiempo?. Normalmente, la única razón por la cual tratamos de ocultar lo que sentimos es precisamente para tratar de “huir” de la vulnerabilidad constante que sentimos dentro de nosotros mismos y que cada día, nos cuenta superar por ese eterno y constante “miedo” a no valorarnos lo suficiente.
Por eso es que muchas personas se “aferran” a personas que honestamente, no le aportan nada bueno en sus vidas salvo una “triste” compañía… ¿Es eso lo que te quieres a ti mismo?... ¿Tan poco crees que vales como persona?. Piénsalo fríamente y entenderás que tengo mucha razón en lo que trato de explicarte…
Si debes estar siempre al lado de alguien por miedo a la soledad déjame decirte, que lo único que estás haciendo es dejar de quererte a ti mismo lo suficiente como para darle el control de tu vida a alguien que probablemente tarde o temprano, te deje de lado…
Los amores van y vienen, las amistades también, pero la importancia de aprender a quererte, juzgarte y respetarte tal como eres permanecerá contigo de por vida. solo tú conoces todo de ti sin mentiras de por medio. Solo tú conoces que es lo que realmente te afecta a diario, te hace daño y hasta incluso aquello por lo que actualmente tu vida sigue siendo exactamente la misma día a día… Nadie puede hacer lo que solo tú debes hacer que se llama: “quererte a ti mismo”.
Debes aprender a quererte de la misma forma en la que a diario sufres por todo aquello que tanto daño te hace y que tanto “silencio” causa en tu mente y tanto “vacío” en tu corazón y cuando aprendas a controlar este tipo de emociones entonces y solo entonces, significa que has logrado priorizar de verdad el ser siempre: “tu única opción”…
Debes ser la tu única opción en la vida porque, si de algo estoy seguro es que si te haces daño a ti mismo por tu culpa, tú mismo aprenderás a cómo solucionarlo sin apenas esfuerzo porque con el tiempo, aprendiste a no dejar: “tareas pendientes”… y no hablo de otra cosa salvo de aprender a nunca dejes nada sin solucionar en tu vida y eso, solo se aprende siendo muy constante y exigente contigo mismo a la hora de solventar cualquier tipo de situación de vida…
Una sola vida e infinidad de posibilidades de cómo vivirla, de cómo sentirla hasta incluso de como aprender a “sufrirla” pero no por tener infinidad de opciones significa que debemos vivir en una eterna lucha entre lo que sentimos y lo que queremos…
Si sientes que debes alejarte de lo que te hace daño: ¿Para qué seguir ahí?.
Sin límites de vida pero si con límites de sufrimiento…
Josep Ramos.
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