Lo lograré haciéndome el “ciego” el “sordo” y el “mudo”. Aparento que nada sé, aparento que nada comprendo, y que nada escucho, pero la realidad, es otra totalmente distinta…

¿Honestamente? Se vive mejor así. Vives mucho más tranquilo cuando aprendes a crecer por tu cuenta sin esperar nada de nadie y sobre todo, sin que nadie sepa de tu vida o más bien, que tan solo sepan lo que tú quieras que sepan. ¿No les agradas? No importa es tan solo una opinión de personas que dicen conocer tu vida, pero no tú historia… Es curioso cuando llegas a este estado mental donde tu paz mental es más prioritaria incluso que tu propia vida. 

No te preocupas por la vida de nadie más salvo la tuya. Haces y te muestras en todo momento tal como te sientes sin importar la reacción de las demás personas, pero sobre todo, te importa muy poco tener a tu lado a 100 personas o a ninguna porque con el tiempo aprendiste, que solo necesitas de ti mismo para ser feliz…

Es por ello, que cada vez que alguien me critica o comenta sobre mí les doy las “gracias” ¿Disculpa acaso eso es algo bueno como para agradecerlo? Por supuesto que lo es porque si lo piensas, lo único que estás confirmando es una idea totalmente distinta a la que esas personas creen tener de ti y como consecuencia ante una mala “actitud” por llamarlo de algún modo simplemente están buscando sacar lo peor de ti mismo, pero tú no vas a caer en ese “juego”. Honestamente, no tienes vida que perder porque ayer ya fue un día más y hoy un día menos, por lo tanto, ¿Merece la pena perder tiempo de vida con personas que malgastan el suyo? Vaya, ahora que lo dices no lo había pensado de esta forma. Te entiendo créeme que sí porque, tú al igual que yo años atrás “malgastaba” tiempo de vida en tratar de entender los motivos por los cuales muchas personas me trataban como si prácticamente no existiese.

 Me sentía solo y desplazado porque parecía que no encajaba en la vida de nadie y hasta llegué a pensar que mis ideas y mi forma de ver la vida no eran las correctas, pero resultó que esta preciada fuente de “poder” llamada: “tiempo” me demostró todo lo contrario…Aprendí a alejarme de aquellas personas que no me hacían ningún bien en vida. Aprendí, que ya bastantes problemas tenía a diario sin tan siquiera entender el motivo como para encima, seguir cargando piedras sobre mi espalda que no pertenecían. Algo así como sentir la culpabilidad ajena sin tan siquiera formar parte de mi vida simplemente por querer ser “buena persona” con todo el mundo y tratar de ayudar a los demás. 

Y no, a veces, necesitamos ser un poco egoístas y darnos cuenta de que la verdadera ayuda que necesitamos es la nuestra. Entiendo, que para ti sea difícil hacer como que nada importa, pero realmente es todo lo contrario. Te importa tanto que el resto del mundo esté bien, que terminaste por olvidarte por completo de tu bien estar, de quererte, de luchar por tus sueños en fin, dejaste de vivir tu vida para ayudar a los demás a vivir la suya sin darte cuenta, de que algo dentro de ti, estaba falleciendo muy lentamente sin apenas darte cuenta hasta que llegó el día, que decidiste que eso, tenía que cambiar de manera inmediata…

Es por ello, que actualmente soy “ciego” por el simple hecho de que solo veo y observo aquello que me hace bien en mi vida. no permito que nada malo penetre en mi mente y muchos menos en mi corazón porque si de algo estoy seguro es que lo único que van a ver mis ojos son momentos cuya felicidad sea tan inexplicable que tan solo me mantenga en silencio contemplando ese momento mientras derramo “infinitas” lágrimas de emoción… una forma de apagar mi dolor y encender los verdaderos sentimientos de mi corazón…

Oídos sordos a toda esa negatividad, toxicidad y sobre todo, odio que nos muestran aquellas personas cuya vida únicamente tiene sentido cuando tratan más a los demás creyendo así que el daño es la respuesta para encontrar esa “felicidad” inexistente que tienen en sus vidas porque aunque no lo creas, cada vez que haces daño a alguien(de cualquier tipo) tan solo demuestra lo vacía que se encuentra tu vida y lo dañado que se encuentra tu corazón y te diré algo: “un alma dañada vivirá en una eterna oscuridad hasta que te se de cuenta, de la importancia que existe en: “perdonar y olvidar”…

Por último, pero no menos importante, me limitaré a permanecer en silencio ante todas esas personas cuyas palabras dirigidas hacia mí no sean para alegrar mis días o ayudarme a continuar a delante con mi vida. sé, que todo esto suena demasiado “bonito” y que obviamente, no podemos estar siempre felices y sin ningún tipo de preocupación, pero aunque no lo creas, son más las veces que creamos momentos de nuestra vida que nos hacen daño por culpa de no evitarlos “a tiempo” que sin darnos cuenta es culpa nuestra por permitir a ciertas personas en nuestra vida cuando desde el principio, sabíamos que todo lo que hacían nos hacía daño…

Es por ello, que debes aprender a convivir en soledad y ser selectivo con tu “compañía” porque nuevamente te recuerdo que eres y serás siempre el reflejo de las personas con las que te rodees y aunque no todo el mundo debe pensar como tú, la única forma de que todo lo que haces en la vida tenga un sentido y no malgastes días de tu vida sufriendo por personas que nunca han dado nada por ti te aconsejo que comiences a tener como prioridad lo siguiente: Si esa persona causa en mi más lágrimas que sonrisas entonces, esa persona no merece estar en mi vida…

Tenemos una vida para vivirla lo mejor que podamos, pero no por ello, debemos pasar gran parte de nuestra vida sufriendo por personas que nunca lo han hecho por nosotros…

Ser la prioridad de tu vida hará que encuentres a ese “alguien” que tendrá muy claro que tú eres y serás siempre la prioridad de la suya…

El secreto de la felicidad es simple: “La felicidad es algo obligatorio y no algo opcional”.

Creedme, cuando entiendes esto, nunca más vuelves a permitirte un día más de sufrimiento en tu vida…

Y por si me lo preguntas, no todos mis días son días y momentos felices, pero he aprendido tanto de mis días grises que aprendí a darme cuenta de que todos y cada uno de mis días escondían momentos felices…

Josep Ramos.