“Corazón en mano para que sepas lo que siento, lágrimas y lamentos por el dolor que llevo por dentro”.
Resulta fácil borrar algo de nuestra vida que ha terminado, pero ¿Acaso crees que un sentimiento puede borrarse así porque sí?. Siento que esa persona es como ese tatuaje que perdurará toda nuestra vida. Siento que esa forma de ver la vida, de sonreírle a los problemas aun cuando los problemas parecen no tener solución, no ha hecho otra cosa, salvo enseñarme de la capacidad de ver siempre el lado “positivo” de todo. Es curioso porque cuanto más dañado, dolido y sobre todo cuánto menos fe sentía en mí mismo, apareciste como si te tratases de un “deseado” fin de semana pero que perduraría en el tiempo de manera eterna.
Eres la razón y el motivo por el cual a mis días grises les he cambiado el nombre. Ahora son solo: “días” mejor o peores, pero que pase lo que pase siempre consigo seguir a delante. Unas veces siento como el dolor de mi alma se apodera de mí por completo y ¿Para qué engañarnos? Muchas veces siento que es hora de desconectar por un tiempo y desaparecer sin ser visto. Sin importar si alguien me extrañará o no, sin importar si realmente alguien siente esa importancia hacia mi persona, considerándome alguien de vital importancia en sus vidas, ¿honestamente? Me importa muy poco, nada es lo mismo desde que nos dimos ese: “último adiós”.
Ahora entiendo el por qué en ocasiones sin darnos cuenta dañamos a personas que no lo merecen y, sin embargo, amamos de manera apasionada e intensa a todas esas personas que más daño nos hacen. Resulta hasta adictivo sentir el “rechazo” la frustración hasta incluso el “desprecio” de la otra persona, pues de no ser así, no entiendo el por qué acabamos tan mal durante mucho más tiempo por aquellas personas que nunca nos quisieron de verdad que por aquellas personas que literalmente: “darían la vida” por nosotros…
Que hipócrita es nuestro corazón cuando ni él mismo sabe a veces lo que siente. Se supone que solo debemos querer y tener en nuestra vida aquello que nos hace feliz pero tristemente, nos atrae mucho más la intensidad, el peligro hasta incluso en el peor de los casos, el sufrimiento porque lo creas o no, cuando peor lo pasas es cuando realmente te das cuenta de que te importa la otra persona y te aseguro, que no sabes lo doloroso que puede llegar a ser deshacerse de alguien que te robó el corazón hace mucho tiempo y probablemente, sea de esa persona de por vida…
Cada día me creo más eso que dicen del “hilo rojo”. Esa “invisible” pero intensa sensación de que esa persona siempre está a tu lado. Esa necesidad de sonreír de manera constante y que, sin duda alguna, el motivo principal de esas sonrisas es esa persona… Podrá caerte una “tormenta” a diario en tu vida que, sin duda, esa persona es esa puesta de sol que observas detenidamente cada maldito día y de un modo u otro, consigue que sientas esa paz y esa tranquilidad tan estrictamente necesaria para tu vida…
Os prometo que sentirte atrapado en sentimientos ajenos que probablemente no vuelvan nunca más a repetirse es una de las peores sensaciones que pueden llegar a sentirse de eso, no tengo la menor duda. Absolutamente, “TODO” lo relacionas con esa persona y no, no se trata de ningún tipo de obsesión ni mucho menos, pero hay momentos que vivimos con personas que realmente ese tipo de felicidad es muy poco probable que se repita o no al menos de la misma manera…
Hay personas que entienden nuestro silencio tan solo con mirarnos fijamente. Existen personas que son capaces de apagar nuestros problemas por completo en cada maldito instante y hasta incluso, hacernos “ver” constantemente aquella “luz al final del túnel"…
Es algo tan increíble como peligroso, puesto que, el tiempo pasa mucho más deprisa al lado de esas personas y si estuviese en tu mano, te encantaría detener el tiempo para que ese momento nunca terminase…
Esa persona es la ilusión y la vida de toda alma perdida cuando nunca eres capaz de encontrar la salida…
Lo reconozco, es mirarte fijamente y sentir que eres esa “luz” en plena oscuridad de mis inseguridades que me hace sentirme vivo una y otra vez…
El brillo de tú ojos es capaz de entender cada “latido” de mi corazón cada vez que estoy cerca de ti…
Josep Ramos.
Comentarios
Publicar un comentario