“El conocimiento es el placer más envidiable de la ignorancia”.

Al igual que el conocimiento, no está en manos de todo el mundo, una mente ocupada, no necesita de nada ni de nadie para seguir con su vida. Resulta, que a lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que sí, sí que puedo con todo. Tan solo me bastó con creer en mí, con “auto ayudarme” con entender el motivo y el significado de la verdadera disciplina llamada: “amor propio”. Y no, no es que mi “ego” se haya apoderado de mí sino que, simplemente, comprendí que la mejor forma de entender mi propia felicidad es creándola por mi mismo…

Recuerda algo, a estas alturas de mi vida no espero nada de nada ni de nadie, pero sí que espero todo de mí. Espero lo mejor de mí en mis victorias, pero sobre todo, en mis derrotas. Espero que cada paso que dé me enseñe a valorar la importancia de cometer errores en nuestra vida una y otra vez porque solo así, he aprendido a saber decir: “basta”. Adiós y buena suerte no es que sienta odio o rencor por ti, sino que precisamente por lo que me quiero a mi mismo te dejo marchar. No eras el motivo ni la solución, sino tan solo una cicatriz más en mi vida, pero tranquilo, he superado tanto en mi vida que esto solo se trata de una prueba más hacia mi inteligencia y no te preocupes, entiendo perfectamente que no compartas mi manera de verlo ni de sentirlo esta forma de ser, vivir, o sentir no está hecha para todo el mundo y no todos aprecian la transparencia de mis palabras y la “desnudez” de mis sentimientos a flor de piel…

De verdad que os entiendo a todas aquellas personas que tan solo habéis vivido en vuestra vida tanto odio, rencor, indiferencia y sobre todo desprecio, mucho desprecio. Sin daros cuenta es lo único que habéis aprendido de la vida y por desgracia, hacéis daño a mucha gente con vuestra manera de “sentir”. y sí, hablo de sentimientos poco sinceros y desde mi punto de vista “fingidos” porque una persona con el alma oscura y el corazón roto solo sabe sentir de una sola forma: “en mil pedazos”…

Lamentablemente, no hay ninguna cura ni vacuna que logre frenar a las personas que sienten de esa manera. Su corazón se está literalmente “pudriendo” por dentro pidiendo a gritos que por favor alguien sane esos sentimientos que sí que poseen, pero que tienen encerrados bajo llave debido a que cuando dieron todo y más de su amor nunca les valoraron… 

Las personas así, son como las cenizas de un ser “fallecido” alojado en el salón de una casa. Sabes que está ahí y que lo ves todos los días,, pero con el paso del tiempo tristemente, dejan de importarte, recuerda que muchas personas se curan de alma, pero no de mente y eso termina siendo la mayor autodestrucción de sus malditas e infelices vidas que acaba dejando a esas personas dañadas de por vida porque cuando domina la mente, se apaga el corazón…

Ya no hay marcha atrás, no pretendas cambiar a las personas que son así y mejor, sé tú el mayor de los cambios de tu vida y siéntete orgulloso de la persona en quien te has convertido. Lucha, sueña, llora, ríe,, pero sobre todo: “vive” y aprende a sentir realmente el motivo por el cual todos y cada uno de tus latidos cobran el sentido, porque lo demás, te aseguro de que no tiene importancia… Es por ello, que cuánto más inteligente eres, menos personas tienes a tu alrededor el “saber” te da un poder tan grande y a la vez, sumamente: “peligroso” que cuando comienzas a aprender el sentido de la vida, muchas personas, no aguantan con la presión de “abrir los ojos” de manera inmediata. 

Ya no te haces el que no va contigo y que ni sientes ni padeces y en lugar de eso, observas mucho más y permaneces en silencio aún por más tiempo. la observación te da una visión y una perspectiva diferente, capaz de saber de las personas todo aquello que debes saber y el silencio por raro que te parezca te dirá a cerca de la otra persona si vale o no la pena…

Descubriendo mil y un tipo de emociones que te aseguro que harían llorar a todos nuestros corazones…

Por un mundo lleno de placeres mentales causados por nuestra inteligencia, alejados de la ignorancia de aquellas personas hipócritas…

Josep Ramos.