“Si mi ego me lo permite, prometo no hacerme daño”.

Soy consciente de que nuestro ego daña y mucho. Honestamente, pararme a pensar todos esos momentos en los que mi vida ha ido cuesta abajo por culpa de mi ego no sería otra cosa salvo dañarme a mismo, puesto que, no podemos cambiar los hechos del pasado. Soy del pensamiento que si hice algo fue por algún motivo por el cual había algo dentro de mí, que me decía que debía hacerlo y punto no voy a darle clases a nadie de como ser una persona “perfecta” porque no lo soy en absoluto y créeme, mucho menos lo pretendo. 

Si algo he aprendido de la vida es que el mayor error que puedo llegar a cometer es precisamente eso: “no cometer errores”. Creerme superior a los demás por mí “status social” que no es nada más que una forma de mi ego mostrarse en toda su esencia, creyendo superior que los demás, yo que tristemente debido a las circunstancias aún vivo en casa de mis padres…

Ojo con esto, el hecho de no ser independiente actualmente no significa que no lo sea es más, considero que lo soy y mucho, pero soy consciente de que aún, me queda mucho por vivir, muchos errores que cometer y sobre todo mucha vida que aún me queda por aprender, no solo a vivirla, sino sobre todo, a entenderla. ¿Resulta fácil esto que acabo de decir verdad? obviamente, tan solo en apariencia, porque sin lugar a dudas la vida de por sí no es nada fácil. en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar. Puedes pasar de estar en lo más alto a caer en picado sin apenas darte cuenta y aquí es donde debemos aprender a controlar nuestro ego antes de que sea él el que nos controle por completo.

Conozco personas que lo han tenido todo en la vida, dinero, grandes fortunas, lujos para varias vidas en fin, todo lo que aparentemente todo el mundo “desearía” tener, pero ¿adivina qué?  no eran personas felices. Y es que aunque su ego sea muy alto y se sientan personas importantes y “poderosas” la felicidad no la compra el dinero, por mucho que todo el mundo crea que las personas adineradas son las más felices…

Sí que es cierto, que lamentablemente, el dinero no es lo más importante, pero en su mayoría, resuelve todos aquellos problemas de mayor importancia. No es lo mismo tener el poder económico para ir a los mejores médicos en caso de estar pasando por cualquier tipo de enfermedad, a no tener ni tan siquiera los medios para poder comprar algo tan simple como lo puede ser cualquier tipo de medicamento, pero la realidad es la siguiente…

Con o sin dinero, si tu ego te domina por completo tu valor como persona será hoy, mañana y siempre = 0. ¿Qué quiero decir con esto? muy simple, que por mucho que mires al resto del mundo por encima del hombro, si mañana tienes la mala suerte o es cosa del destino, que tengas una enfermedad mortal y ya no formes parte de este mundo, te aseguro, que ni tu ego ni tus grandes lujos te acompañarán al más allá por lo tanto, mi consejo es: “con todo o sin nada sé humilde y quiérete por quien eres y por esa gran personalidad que tengas y no por aquello que posees”.

Para entender esto hay que sufrir y mucho(vaya, que sí que hay que hacerlo es más, me atrevería a decir que si eres de esas personas cuyo positivismo supera la media común vivirás gran parte de tu vida amargado. No tiene sentido que creas que la vida es todo luz y color en nuestra vida es de vital importancia esos momentos de oscuridad y miedo hasta tal punto en el que sientas ese “agobio” por decirlo de algún modo, en el que sientas que ya no puedes más y que todo lo que te está pasando es demasiado para ti. Te diré algo, puedes y podrás con ello, pero debes aprender a controlar tus emociones y tus impulsos constantes en el que te crees una persona de “hierro” y entender que hay veces en la vida en los que somos seres de “cristal” y toca romperse por completo y volver a reconstruirse pero esta vez, con mucho más conocimiento y así sucesivamente una y otra vez…

Es aquí, donde te “permito” que hagas uso de tu ego para creerte alguien fuerte, alguien capaz, alguien poco vulnerable y que sabe cuál es su camino y cuál es su destino, porque el problema de muchas personas es precisamente eso. tienen una visión clara, fracasan durante el camino y luego navega su vida a la “deriva” donde cualquier “puerto” les es “válido” para atracar el barco y rendirse por completo y no, ese no es el camino…

Recuerda algo, en los momentos de mayores tormentas, es donde se aprende a forjar la mayor de las calmas, porque indudablemente, en las situaciones de mayor presión y donde cada cosa que nos sucede es algo “crítico” es donde más creces como persona…

Mientras no se rinda tu mente significa que tienes una nueva oportunidad…

Entendí el viaje de mi vida cuando comprendí que mi destino podía llevarme a tomar diferentes rumbos, pero que tarde o temprano acabaría logrando…

“Si mi ego me lo permite, prometo no hacerme daño”

Josep Ramos.