"Un último latido por culpa de un exceso de sentimientos"

Como si de un “hola y adiós” se tratase del mismo modo, acabaron mis sentimientos hacia las personas. Algo tan frío como triste al mismo tiempo, porque, en cierto modo, era como decirle a la vida que me ha había olvidado por completo de como querer. No se trataba de mis ganas de sentir, sino de mi miedo a volver a sufrir. No se trataba de esas veces en las que fui feliz, pero fui “utilizado” sino de todas esas veces en que ese amor, parecía real y casi eterno y tan solo se trataba como esa extraña ocasión en la que vemos a una estrella fugaz pasar ante nuestros ojos. Lo ves una vez y nunca más lo vuelves a hacer durante mucho tiempo…

Sentir todo esto, en gran parte me genera mucha tranquilidad y siendo honestos, muy poca tristeza. Lo gracioso de esta historia es que no es una simple historia, sino que es un hecho real, realmente me siento como si la última vez que me enamoré fue de mí mismo y que nunca más nadie más me ha vuelto a importar. Quizás por eso sea que me canso tan rápido de las personas quizás por eso, sea que ya no aguanto las malas caras de nadie ni mucho menos el “control” constante sobre mi persona si sigo respirando y estoy bien, deja de preocuparte por mí, si ha de serlo, muy pronto nos volveremos a ver y si de lo contrario decido seguir con mi camino no sientas frustración, no necesariamente es culpa tuya al igual ese amor que tanto recibí de tu parte o bien, no lo merecía o bien no era me encontraba en mi mejor momento recuerda, no se trata de cuanto amor das a los demás, sino de cómo esas personas lo reciben.

Resulta increíble el poder tan grande que tiene nuestra mente cuando quiere en cierto modo “complicarnos la vida”. con lo sencillo que son las cosas, si sabemos aplicarlas como deberíamos, pero claro, resulta mucho más fácil dejarse “dominar” por nuestra mente y con el tiempo, encontrar la solución más adecuada que tener el control en todo momento de cómo no sentimos, de lo que decimos a los demás y de sí el resultado de nuestras acciones están siendo de manera positiva o negativa en nuestra vida diaria. 

Al final, todo lo relacionamos con el “amor” pero yo te pregunto: ¿Qué es para ti el amor?. No me basta con que me digas la palabra “sentir” por alguien lo que no sientes por nadie más, porque de ser así, solo te fijarías en la persona que tienes a tu lado ¿No crees? Hipócrita, por mi parte abrirte los ojos después de tantos años creyendo que el amor era algo “simple” pero hasta que no aprendas que el amor como mismo comienza termina, no le darás el valor que realmente merece.

Es por ello, que soy desconfiado de sentimientos y puro de alma y el motivo es sencillo. Cada vez que analizo más a la sociedad que me rodea mejor me siento estando conmigo mismo y sí, hablo de mi mismo y no mi “soledad” porque no considero que mi propia compañía sea algo triste y deprimente, ignoras la de aventuras que se me pasan por la mente a diario y lo feliz que me hago a mí mismo sin esperar la aceptación de nada ni nadie te lo aseguro…

En resumen, para mí el amor es esa manzana “podrida” que todos hemos mordido alguna vez, con la gran diferencia de que muchas personas deciden vivir tanto su vida como ese amor, de una manera “podrida” obviando la realidad, dejando que todo sea válido y siendo “permisivos” tratando de excusar a esa persona por sus acciones porque les “queremos” demasiado sin darnos cuenta de que hace muchos años que vivimos en un infierno del cual nunca podremos salir a menos, que tu prioridad no solo sea querer sino “como” hacerlo.

Simple para muchos, un sentimiento oculto para unos pocos…

El amor existe de lo que no estoy tan seguro es de si esa forma de “expresar” el amor entre dos personas es realmente sintiendo ese “algo” inexplicable por la otra persona o simplemente porque nos duele más nuestra soledad y nuestra única solución está al lado de alguien que se identifique con nuestra más pura y sincera soledad…

Un millón de veces aprendes a quererte, un millón de veces aprendes a odiarte, pero solo una vez, eres capaz de enamorarte…

Josep Ramos.



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