“Ahogado en las penas del fracaso, entendí que el éxito era mi única salida”

 Me costó tanto, que ahora que lo estoy logrando aún sigo sin creérmelo. No es que fuese incapaz de lograrlo o que las circunstancias estuviesen constantemente en mi contra, pero reconozco, que mi debilidad como persona no me permitía avanzar. Por si no lo sabes, al igual que tú, yo también me vi envuelto en un miedo que literalmente no me dejaba vivir. Sentía que todo me iba a salir mal y dejaba pasar muchas oportunidades en mi vida por ese miedo al fracaso. Con el tiempo, todo cambió, aprendí a asimilar todo tal y como tenía que venir, es decir, sin miedo a fracasar o a equivocarme, ya lo había perdido todo en numerosas ocasiones y me había tocado volver a empezar de “0” o reinventarme, por lo tanto, nada cambiaría si seguía viviendo con la angustia constante de no creer en mí mismo al fin y al cabo solo nos tenemos a nosotros mismos te lo aseguro…

Quizás una de las cosas que hice y que me hizo cambiar mi manera de pensar fue hacer todo lo que debía hacer hasta en esos días que no tenía ganas de hacer nada en absoluto. Eso, sin duda alguna, fue lo que realmente me ayudó de verdad a poder sacar todo mi potencial, lo que comenzó siendo una “obligación” hoy, es un estilo de vida. Recuerdo todas esas noches que lloraba y lloraba simplemente porque no sabía qué hacer con mi vida. Pero de lo que no era consciente es que ninguno de mis problemas se iba a solucionar teniendo los hábitos mediocres de vida que tenía, así que decidí cambiar todos y cada uno de ellos.

Comencé por hacer algo que no había hecho en años aficionarme a la lectura. Evidentemente, no me gustaba leer y ni recuerdo la última vez que me había leído un libro. Comencé leyendo libros de autoayuda y coaching que sin duda alguna fueron los “culpables” de que mi mente cambiase por completo. Me hicieron darme cuenta de que mi visión de vida no era la correcta y me enseñaron a dar pequeños pasos en mi vida que terminarían siendo grandes cambios de por vida. Empecé a apartarme de personas que no me aportaban nada bueno en mi vida y que su presencia no me ayudaba en absoluto. Respetaba su manera de vivir y su forma de ver la vida, pero simplemente, no era lo que yo quería, así que decidí alejarme de esas personas.

Con el paso de los años esas mismas personas comenzaron a hablar mal de mí y a tenerme envidia simplemente por lo que había logrado y fue entonces cuando me di cuenta de que nunca, conocemos del todo a las personas, sino que tan solo conocemos la parte que esa persona quiere mostrarnos…

Sin duda alguna, quien me conoce sabe que soy de las personas que ha tocado fondo(y créeme hablo de mucha profundidad) hubo veces, en las que simplemente no quería salir de casa porque sentía miedo de que las personas pudiesen sentir mi dolor o notar mi tristeza porque, si algo que odio es que las personas sientan pena por ti. Me hace sentir como si fuese una persona débil e indefensa que reclama la atención de los demás para no sentirse desplazado, pero no, ese no era yo. Es cierto que fui débil, pero nunca inseguro y que quizás uno de los errores que cometía cuando iba camino hacia el éxito era gritar a los cuatro vientos lo que quería hacer. 

En serio, ¿A quién le importa? Te aseguro que a nadie y cuando antes comprendas que vivimos rodeados de muchas más personas pendientes a nuestra vida, pero que no les importamos una mierda que de personas que realmente les importan tus metas, tus sueños, inquietudes y todo lo que tenga que ver con ser mejor persona. Recuerda que no sabes que “guerra” están combatiendo las personas que te rodean y quizás su única “arma” para expulsar todo ese dolor y esa frustración sea haciendo daño a los demás, te aconsejo, que te alejes de las personas así…

Emprende un camino solitario hacia tu destino en forma de “éxito” para que entiendas que la compañía de otras personas no es más que un complemento de vida durante el proceso y no algo necesario para vivir. Te guste o no, esa frase hecha de: “no puedo vivir sin ti” no es más que una persona insegura confirmando que no tiene la capacidad de vivir su vida por su cuenta porque es una persona débil. Creedme, nadie se muere por nadie y nadie va a darte la oportunidad de tu vida, así porque sí debes ser tú el que tenga la iniciativa de ir tras ella…

Los sueños son sueños porque se crean mientras duermes, pero se ejecutan mientras estemos vivos. Si solo hacemos lo primero significa que no nos importa lo suficiente y es probable que nuestra vida sea un constante fracaso…

Prefiero ser odiado por en quién me convertí, que admirado por mi hipocresía…

Josep Ramos.



Comentarios

Entradas populares