A veces, el protagonista de mi vida y otras, el actor secundario.


Seguramente, te ha pasado en más de una ocasión lo que me sucede a mí, diariamente. Cada persona tiene su forma de vivir la vida, de encontrar la felicidad a través de las pequeñas cosas. Todos tenemos: metas, propósitos, o al menos, un destino al que nos gustaría llegar en algún momento de nuestra vida, sin embargo, a diario experimentamos lo que a mí me gusta llamar: “bloqueos existenciales”. No son otra cosa sino estar constantemente reflexionando sobre si cada cosa que hacemos, es la correcta. Si merece la pena el riesgo, el dolor, el sufrimiento en fin, todas esas emociones que experimentamos en nuestra vida cuando pasamos por un “proceso” de cambios que sin lugar a dudas, no podemos evitar.

Esto me hace reflexionar y mucho sobre si en todo momento estamos siendo nosotros mismos los que decidimos lo que hacer en nuestra vida o estamos siendo guiados por el entorno que nos rodea. Yo, al igual que muchas personas nos hemos visto influenciados en qué camino tomar en la vida debido a los valores inculcados por nuestros familiares. Para muchos, quizás la decisión más acertada ha sido la de seguir los “consejos” de nuestros seres queridos, pero, yo tengo una visión un poco diferente al respecto.

Por supuesto que está bien recibir consejos de nuestros seres queridos al fin y al cabo, ¿solo quieren lo mejor para nosotros mismos no?(al menos la mayoría). Sin embargo, es aquí cuando debe entrar en escena nuestro pensamiento autocrítico y evaluar un poco la situación con mayor detalle con la siguiente pregunta… ¿Estoy haciendo lo que estoy haciendo por decisión propia o simplemente por no “defraudar” a mi familia?

Es duro lo sé, y da que pensar, puesto que todos en algún momento hemos vivido con ese “miedo” o sentimiento de culpa simplemente por creer que no estamos haciendo lo correcto o por miedo a que nuestros familiares no aprueben nuestras decisiones. Es así, como he llegado a la conclusión en que muchas veces, somos los protagonistas de nuestra vida donde tomamos nuestras decisiones(sean o no las adecuadas) y otras veces, simplemente somos ese “actor secundario” que hace simplemente lo que se le dice y sigue el “guion” sin cuestionarse nada en absoluto…

Creo saber el verdadero motivo de todo esto y se divide en dos: el inconformismo y el conformismo. Si me lo preguntases directamente te diría sin dudarlo dos veces, que soy una persona muy inconformista. Para mí, nada es suficiente, todo me parece poco, siempre creo que puedo dar más de mí y aunque muchas personas puedan valorarme y quererme tal y como soy, siento que nunca es suficiente. Es algo, a lo que tendré que acostumbrarme a vivir puede que de manera eterna porque aunque quisiera intentarlo nunca podría decirme a mí mismo: “es suficiente”. Es superior a mí quizás sea mi ego que no me lo permite o mis ansias de lograr todo lo que me proponga en la vida y es que, tengo tanto por hacer(y ojalá siga siendo así) porque de no, ¿Qué sentido tendría la vida si llegase al punto en el que sienta que no necesito luchar por nada?

Evidentemente, yo no he sufrido lo que han sufrido mis padres ni muchos menos, mis abuelos es prácticamente imposible, puesto que, eran otros tiempos y los recursos que había en esa época eran prácticamente inexistentes y aun así, buscaron la manera de salir a delante en la vida. Sin embargo, la sociedad actual vive en una constante nube negra rodeada de depresión, inseguridades, incertidumbre y en con esa constante “duda” de cuál es su propósito en la vida cuando la respuesta es fácil: “Vive, pero de qué manera”.

Quizás mis palabras te confundan un poco, pero, es tan sencillo como entender de que todos tenemos una vida que vivir, pero el problema no es por qué la vives sino “cómo”. ¿Estás viviendo la vida que realmente quieres vivir o solo de la que crees que eres capaz de aspirar? Si eres de las personas que se ve reflejadas en alguien que está en una posición en la vida en la que a ti te gustaría estar, mi consejo es que no envidies a esa persona sino “úsala” como inspiración de que todo en la vida es posible de lograrlo siempre y cuando seas capaz de sacrificar todo y más por cumplir tus sueños y objetivos.

No me importa en la posición que te encuentres en estos momentos. Me da igual si eres guapo, feo, alta, bajita con inseguridades o si sientes que estás en un “pozo” sin fondo donde sientes que no hay salida para ti créeme, he estado ahí y no 1 ni 2 sino cientos de veces y el motivo principal es que de tantos errores que he cometido en la vida me he dado cuenta de que una de las cosas más bonitas de la vida es equivocarse. Es como ese “contrato indefinido” que firmamos con la vida desde que nacemos hasta que nos morimos porque los errores, son parte de ese viaje llamado vida…

Salida del vuelo vidaymuerte3422 con destino: “VIDA” señores pasajeros, disfruten de este corto, pero bonito viaje que merece la pena vivir…

Josep Ramos.



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