"Me vacuné de amor propio y nunca más, volví a ser la misma persona"


Esta historia te va a doler. Sí, te lo digo así de “crudo” porque esto, ni es una historia ni es algo que me esté inventando es algo que ha sucedido en mi vida. Como lees sí, conocí la felicidad a través del “dolor”. Me ha tocado vivir cosas desde muy temprana edad que me han enseñado dos de las cosas más importantes en mi vida. La primera es que la vida no te pregunta si quieres sufrir o no simplemente te somete a ese sufrimiento y observa que tan fuerte puedes llegar a ser. Y la segunda, es de que nada en la vida sucede porque sí. Aunque creas que lo que has vivido te lo merecías, o que no entiendes como todo te pasa a ti etc. todo lo que has vivido en esta vida debía sucederte. Y en breve, cuando te cuente ciertas cosas sobre mi vida entenderás el porqué.

Los que me conocen de verdad, saben que soy una persona muy risueña. Sonrío por todo, le veo siempre el lado positivo a todo y pese a mi carácter explosivo y en ocasiones, incontrolable sé, que tengo buen corazón y no, no hablo de mí mismo mientras mi “ego” lidera cada una de las palabras que estoy escribiendo en estos momentos, sino, hablo de todas esas personas las cuales, de un modo u otro(conociéndome y sin haberlo hecho) en cierta manera, se sienten agradecidos por haberme conocido. Seguramente, tú también seas una persona de esas porque aunque no lo creas, todos en esta vida hemos ayudado a alguien más a ser mejores personas con y sin intención.

Dicho esto, voy a contarte situaciones de mi vida las cuales puede que te sientas identificad@ de haberlas vivido(no del mismo modo) pero sí acercándose mucho a lo que yo he vivido personalmente. Spoiler, pese a todo el daño que haya podido vivir y sentir ¿Adivina qué? He podido seguir a delante con mi vida con mucha más fuerza al igual que tú je, je, je.

Bien, una de las situaciones que más me ha marcado en mi vida es vivir con apenas 17 años y en otro país como una ex pareja se cortaba las venas delante de mí y salía corriendo sin motivo alguno. ¿Y ahora estarás pensando… nadie haría algo así sin motivo no? Bueno, si piensas eso, es que no conoces lo mal que está el mundo, los problemas personas de muchas personas y sobre todo, que piensan esas personas a diario en su mente porque lo creas o no, el mayor manipulador de este mundo y que sin duda alguna, podrías acabar con nuestra vida es nuestra mente. Si dejas que te manipule estás perdido en absoluto. Después de haber vivido todo eso(cómo es lógico) sentir esa experiencia tan tenebrosa y a la vez (dolorosa) donde literalmente vi como una persona a la cual en aquel entonces quería(y mucho) se desangraba delante de mí gracias a dios, mi instinto actuó de una forma eficaz y sin pensarlo dos veces fui tras ella, la encontré en el suelo casi sin fuerzas y a punto de desmayarse, la cogí en brazos y pedí ayuda. Por suerte, esto solo quedó en un “susto” y se salvó. En la actualidad ha logrado todas sus metas en la vida, tiene una vida estable y hace lo que le gusta.(sí, pese a lo mal que lo pasé yo le deseo siempre el bien a todo el mundo) sabía, que en el algún momento, la vida me lo recompensaría como lo está haciendo todos y cada uno de los días de mi vida.

Pasó el tiempo, y yo “aparentemente” me sentía bien conmigo mismo. Tenía pesadillas de cuando en cuando por lo que había vivido, pero bueno, digamos que era algo “normal” debido a las circunstancias de lo que tuve que vivir. Poco tiempo después con 18 años recién cumplidos mi relación se terminó por infidelidad y bueno, digamos que en ese entonces, no sabía gestionar mis emociones como lo sé hoy en día. Me vi solo, en otro país sin ningún tipo de “apoyo” o al menos yo así lo sentí y desgraciadamente, tuve un intento de suicidio. Sí, cuesta creerlo, pero sí, cometí el error de jugar con mi vida hasta el punto en el que casi la pierdo. Digo esto con total naturalidad y transparencia para que todas aquellas personas que puedan estar leyendo esto, no cometan el error bajo ningún concepto de querer terminar su vida. La vida y la muerte viven eternamente “enamorados” el uno del otro, pero no por ello, significa que nosotros tengamos que adelantar el proceso ¿Me explico verdad? Nadie puede huir de la muerte así como de la vida, por lo tanto, el tiempo que nos quede en este mundo, sea “mucho” o “poco” aprovechemos cada instante con la mayor intensidad posible y siempre, sintiéndonos orgullosos de que cada cosa que hagamos lo hacemos por decisión propia y no por obligación…

Podría dejarlo aquí perfectamente, pero, he tenido muchas más experiencias dignas de contar y que estoy seguro, de que ayudarán a muchas personas a tener ese “despertar” mental para no cometer ciertos errores. Por motivos que desconozco, la vida me ha puesto en situaciones críticas y cercanas a la muerte más de una vez. He tenido varias experiencias muy cercanas de literalmente estar a punto de perder mi vida en más de una ocasión. ¿Qué si da miedo? Acojona para qué vamos a engañarnos… cuando vives una situación muy cercana a la muerte donde sabes que quizás no vivas para contarlo es cuando comienzas a valorar cada maldito segundo de vida que tienes…

Valoras el respirar, valoras el sentir, valoras el amor de la familia, los amigos en fin, todo eso que muchas veces pasa a un segundo, tercero y vigésimo sexto plano Pues todo eso, pasa a tu nivel máximo y absoluto de prioridades de vida…

Dicen, que después de la tormenta suele venir la calma, pero no, en mi caso particular no fue así. Regresé con los años a mi lugar de origen Canarias más concretamente Santa cruz de Tenerife y era, como si los problemas me estuviesen esperando en las puertas de llegada de la terminal del aeropuerto. Había regresado a esa mala rutina de estar con personas que solo pensaban en vicios. Drogas, fiesta, en fin, todas esas situaciones en las cuales no te gustaría estar. Y fue ahí, cuando tuve una última experiencia más cercana a la muerte que fue un antes y un después en mi vida. Estuve a punto de llegar a tener una sobredosis por cocaína y estuve casi 26 hr sin dormir. De camino a casa cuando regresaba de casa de unos “amigos” de estar toda la noche de fiesta bebiendo y drogándome comencé a sentirme mal por el camino. Mi corazón empezó a acelerarse como nunca y sentí que me iba a desmayar o que me iba a dar un ataque al corazón.(os lo juro, en más de una ocasión pensé: “Josep hasta aquí llegaste”. Después de ese día todo en mi vida cambió por completo. Dejé las drogas, dejé de salir de fiesta, dejé de fumar y por suerte, di con mi gran amigo Airan que tenía un gimnasio de barrio cerca de donde yo vivía y decidí apuntarme al gimnasio. Y ahí fue, mi primer encuentro con uno de los mayores amores de mi vida que sin duda es: el culturismo. Era el único lugar donde por decisión propia reventaba mi cuerpo hasta el punto de casi desmayarme, pero que, sin embargo, me encantaba la sensación de poder sentirme vivo. Ya no lo hacía solo por una razón “estética” pero sobre todo por lo que sentía a nivel “mental”.

Luego después de unos años teniendo esos buenos hábitos, entrenando todos los días y alimentándome correctamente hasta el día de hoy. Descubrí en tiempos de pandemia mi pasión por la escritura, el coaching, la psicología entre otras cosas es más, me había convertido en un jodido “adicto” del conocimiento y de la lectura “yo” Josep Ramos que tuve que irme a Inglaterra y estados unidos a terminar mis estudios porque aquí no hacía prácticamente nada y todo me daba igual y, sin embargo, mi vida, logró dar un giro de 180 grados convirtiéndome en la persona que soy hoy.

Si yo pude cambiar mi vida por completo pese a las adversidades y todo lo que viví y que vivo diariamente hasta el día que me muera ¿Cuál es tu excusa?

Del miedo y del dolor aprendí que la felicidad se encuentra en uno mismo…

Amor propio, la “vacuna” que la hace falta a todo el mundo…

 Conocí la felicidad a través del dolor

Josep Ramos.




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